Guillier hace agua

Guillier hace agua

Compartir

LUEGO DE un comienzo de película, el candidato parece estar haciendo agua. La estrategia de andar por la vida con cara de buen hombre se agotó antes de lo pensado, algo que se nota no solo en las encuestas, donde ha perdido terreno, sino también en sus reacciones, las cuales son motivo de fuertes críticas. Se instala la duda, entonces, si Guillier, pese a su popularidad, tiene el peso suficiente para ser presidente o es más bien el peso pluma que todos advirtieron.

Sus últimas declaraciones parecen probar esto último. A su débil actuación en el verano, en los últimos días ha tratado de recuperar el control de la agenda de una manera desesperada. La última fue tirarse con todo contra el gobierno en un intento de desmarcase de sus errores. Para eso cruzó una vereda peligrosa y se instaló incluso más allá de la derecha. “Cómo está este país, se está quedando atrás. Le están sacando ventaja Bolivia, ¡Bolivia!, Perú, Ecuador… Chile se quedó a atrás. Esta paralizado. La Pesidenta hizo un esfuerzo por cumplir su programa, pero miró a Chile desde arriba”.

Bueno a paliza, paliza y media de su propio bando. El ministro del Interior lo trató de superficial. Osvaldo Andrade, de desleal. Insulza le pidió que aclare si es de izquierda o derecha. Goic, de oportunista. Lagos, desde su púlpito, le recordó que para impulsar un proyecto país, hay que tener una mirada desde lo alto, “así se piensa un país”, sentenció. Pero eso no es todo, porque en las redes sociales, que nunca perdonan, le recordaron a Guillier, con videos y todo, sus dichos en diciembre pasado, cuando advirtió que “el próximo programa de gobierno debe ser una continuidad del actual”.

O sea, mal por donde se lo mire. Pero lo que más exaspera a todos, es su falta de ideas, de equipo, de propuestas. Claro, él se defiende diciendo que está escuchando, que está trabajando en ello, que necesita tiempo. Pero, la sensación de que no hay nada de nada en su cabeza, está instalándose con fuerza. Es cierto, el candidato no tiene por qué tener ahora un programa, pero lo menos que se le puede pedir es que tenga alguna idea que haga sentido.

Revertir todo esto no será fácil. Primero porque uno no saca un conjunto de ideas fuerza de la nada. Segundo, porque los tiempos se agotan. Piñera, que lanzará su candidatura en estos días, ya anunció un potente equipo de coordinadores económicos y con una agenda muy clara: recuperar el crecimiento, el empleo y abordar en tema de las pensiones y los impuestos. Esto marcará el comienzo de una campaña dura, donde entrarán a pelear proyectos y visiones país. Pero si el candidato radical no tiene nada que ofrecer, entonces su posición seguirá debilitándose.

Por el lado de sus contendores de la Nueva Mayoría sucede lo mismo. Carolina Goic y Lagos hablan de que hay que tener un marco de ideas y acuerdos mínimos para un programa conjunto. Pero, nuevamente, si Guillier no tiene ideas, ni equipos, no tiene como aportar en la discusión. La verdad es una: el candidato es, hasta ahora, la mejor definición de un conjunto vacío. Ese que carece de elementos. Ese que no existe.

La Tercera/Agencias

Dejar una respuesta