GPM recomienda subir en 150 puntos base hasta 8,5% la tasa de...

GPM recomienda subir en 150 puntos base hasta 8,5% la tasa de interés

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El Grupo de Política Monetaria (GPM) recomendó este martes al Consejo del Banco Central aplicar un agresivo aumento de 150 puntos base a la Tasa de Política Monetaria (TPM) en su reunión del próximo jueves y fijarla en 8,5%, a fin de enfriar la economía y bajar la fuerte inflación que golpea al país.

«La desaceleración de la economía implicaría un freno natural para el fenómeno inflacionario. En este contexto con importantes incrementos de inflación efectiva y esperada y con riesgos latentes a nivel local e internacional, el Grupo de Política Monetaria recomienda subir la TPM en 150 puntos base de modo de situarla en 8,5%», señaló en un comunicado la instancia integrada por Eugenia Andreasen, Carlos Budnevich, Tomás Izquierdo, Guillermo Le Fort y Juan Pablo Medina.

Hace un tiempo que el Banco Central viene aplicando potentes alzas a la tasa de interés para intentar hacer frente a la inflación, luego de un periodo altamente expansivo de la política monetaria producto de la crisis gatillada por el covid-19. En menos de un año, la entidad presidida por Rosanna Costa ha elevado la tasa de interés en 7 puntos porcentuales, llevándola de 05,% a 7,5%.

«La situación macroeconómica en Chile continúa viéndose afectada por un proceso inflacionario que gana fuerza a pesar de la desaceleración de la actividad económica y por una gran incertidumbre originada por factores tanto internos como externos», apuntó el GMP.

Por el lado internacional, resaltaron las consecuencia de la guerra en Ucrania y de los confinamientos producidos por los nuevos brotes de covid-19 en China, lo que ha llevado a reducir las proyecciones de crecimiento globales y al endurecimiento de la política monetaria en los principales bancos centrales del mundo.

A nivel local, en tanto, el grupo subrayó que «se mantienen las presiones inflacionarias y las expectativas se desanclan a la vez que factores como la convención constituyente y las potenciales demandas sociales fruto de la reducción del poder adquisitivo continúan incrementando la incertidumbre».

«La sorpresa por el IPC de marzo (1,9%) generó una actualización al alza de las estimaciones de inflación que se espera que supere el 10% a mediados de año para recién comenzar a retroceder en el tercer trimestre», apuntó.

Respecto al Indicador de Actividad Económica (Imacec) de marzo -que dio cuenta de un crecimiento de 7,2% en términos anuales-, los economistas señalaron que aquello de cuenta de la pérdida de impulso de la economía que se observa desde fines de 2021, añadiendo que «continúa generando preocupación la capacidad de la demanda para crecer por sobre la capacidad productiva de la economía«.

«Es de esperar que el ajuste de la economía se intensifique en la segunda parte del año, como lo reflejan las estimaciones de crecimiento que han continuado corrigiéndose a la baja con un crecimiento esperado en torno al 1,5%-2% para 2022 y 1%-1,5% para 2023″, acotó el comunicado.

«De materializarse, este escenario de ajuste ayudaría a reducir, al menos parcialmente, las presiones sobre los precios«, agregó.

Sobre el tipo de cambio, el grupo expuso que «ha mantenido una elevada volatilidad en los últimos meses», y añadió que «la depreciación del peso ha generado nuevas presiones sobre la inflación al afectar el precio de los bienes y servicios importados».

Por otra parte, el GPM destacó que las ayudas fiscales que ha ido anunciado el Gobierno en el último tiempo orientadas a compensar la pérdida del poder adquisitivo de las familias se han mantenido «dentro de los recursos presupuestarios» aprobados por el Congreso para 2022, e indicó que «resulta clave que los potenciales nuevos apoyos continúen realizándose dentro de los recursos acordados en el presupuesto y que el Gobierno mantenga su compromiso con la consolidación fiscal».

Por último, y como consecuencia de este escenario económico, el grupo expuso que «las expectativas de inflación continúan estando desancladas con respecto al objetivo del 3% a dos años del Banco Central, con una variación del IPC esperada en torno al 4,3% a dos años (y de 6,9% a un año)», pronósticos explicados por factores como nuevas disrupciones en las cadenas de suministros e incrementos en los precios de la energía y materias primas por la Guerra en Ucrania, un eventual endurecimiento de la tasa de interés por parte de la Fed en Estados Unidos y efectos inflacionarios de segunda ola que podrían intensificarse.  (Emol)

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