En el libro «Del dicho al derecho», que el Hogar de Cristo presentará este miércoles, la directora de la Fundación Súmate, Liliana Cortés, asegura que «la educación ha estado en el centro del debate público, millones de jóvenes y sus familias han marchado para exigir una educación de calidad y gratuita».
Pero Cortés enfatiza en que ni la opinión pública ni las políticas que se han implementado «han considerado seriamente las necesidades de los niños y jóvenes más excluidos».
Prueba de esa «invisibilización» serían los resultados del estudio que realizaron con Unicef, la U. de Chile y la UC, que reveló que hay 358.946 personas de entre 6 y 21 años fuera del sistema educativo. El análisis se basó en datos del Mineduc. La cifra dista de los 138.572 que detectó la Casen 2017.
MOTIVOS
Según la subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia, están «analizando algunos temas específicos respecto a las consideraciones técnicas y metodológicas del estudio, como si es que en los resultados se consideran como excluidos a niños que han fallecido, que viven fuera del país, o bien si están realizando estudios en educación de adultos, o por medio de exámenes libres, o los hayan finalizado en alguna de estas modalidades».
Agrega que los equipos de esa subsecretaría están en contacto con el Mineduc para analizar en detalle el informe.
Y precisa que cuando el Ministerio de Desarrollo Social presenta los resultados de la Casen «realiza un análisis comparativo con otras fuentes, como el Censo y registros administrativos. De acuerdo a esto, podemos afirmar que los datos que arrojó la encuesta tienen un comportamiento coherente con otras fuentes».
Patricio Rodríguez, experto del Centro de Investigación Avanzada de la U. de Chile, y que trabajó en el informe del Hogar de Cristo, comenta que para llegar a la cifra se le hizo seguimiento a la trayectoria escolar de los jóvenes -basado en la información del Mineduc- y que no estaban disponibles datos sobre quiénes fallecieron o hicieron los exámenes libres. «Pero la tasa de mortalidad no es tan alta como para decir que una explicación de la diferencia de cifras sea porque los niños se hayan muerto (…). De todas formas, haciendo esos descuentos, nosotros encontramos una importante discrepancia con los datos de la encuesta Casen».
SISTEMA DE ALERTA TEMPRANA
Más allá de la diferencia entre las dos cifras, la subsecretaria Candia asegura que «en conjunto con el Mineduc estamos trabajando, entre otras cosas, en la creación de un instrumento de focalización preventivo que nos permita detectar el riesgo de que niños, niñas y adolescentes puedan caer en deserción».
El subsecretario de Educación, Raúl Figueroa, detalla que la medida es parte del plan Todos Aprenden, cuya primera parte es evitar que los niños dejen de asistir a clases.
«Eso pasa fundamentalmente por una política de prevención de la deserción, que incluye una fase de alerta temprana que permita identificar los casos de mayor riesgo, y un apoyo focalizado respecto de los niños que están en serio riesgo de abandonar el sistema, para evitar que eso ocurra», dice.
El plan además considera una etapa para quienes están fuera del sistema. Se está diseñando una modalidad de reingreso, con cursos de básica y media, y será distinta a las actuales escuelas para adultos, pues se adecuará el currículum a las realidades de los jóvenes.
Previamente, la ministra Marcela Cubillos había señalado que «la inasistencia escolar es la primera alerta que recibimos para detectar un posible abandono. Si entendemos qué sucede con ese niño, podemos brindarle el apoyo que necesita y prevenir que deserte de la educación».
«Celebro que el Mineduc esté continuando una tarea que se inició el 2015, que es crear una modalidad (para ese grupo), porque la discusión de fondo tiene que ver con medidas y políticas orientadas a prevenir la deserción, y por otro lado, enfrentar esto con un conjunto de políticas que abran una oferta lo suficientemente flexible para que cualquier joven excluido del sistema vuelva a incluirse», asegura Gonzalo Muñoz, experto de la U. Diego Portales.
EXPLICACIONES Y PRIORIDADES
A pesar de este plan, ayer los parlamentarios se mostraron preocupados por las cifras del estudio y la diferencia que hay con la Casen.
«Hay un fracaso del sistema escolar tradicional, que no es capaz de retener a un conjunto de niños y jóvenes, dados los problemas de pobreza y exclusión social de los cuales vienen», dice Juan Ignacio Latorre (RD), quien asumirá este mes la presidencia de la comisión de Educación del Senado.
Añade que esto se explicaría por el grupo que componen los excluidos y «también porque implica más recursos».
Asimismo, la diputada Camila Rojas (Comunes), integrante de la comisión de Educación, sostiene que «evidentemente requiere una explicación, porque muchas de las políticas que se impulsan toman como base la Casen, y si la encuesta no está entregando información certera, no solamente hay que pedir explicaciones, sino que hay que cambiar esa situación».
En tanto, el diputado Jaime Bellolio (UDI) señala: «Me gustaría que esto fuera parte de nuestra prioridad. Muchas veces hay discusiones que van en torno a la educación superior que suelen llevarse la atención, pero los más excluidos son los que deben llevar siempre nuestra prioridad».
A juicio de Bellolio, «es desafío del Mineduc y del Gobierno poder encontrar a todos esos niños y niñas excluidos del sistema, conocer las causas, caracterizarlos y encontrar una buena solución a sus distintas problemáticas, que de seguro no son solo de educación».
Su par Hugo Rey (RN), además de pedir «un catastro más específico» respecto de estos niños, enfatiza: «Tenemos que llegar a todos estos jóvenes y, a través del Ministerio de Desarrollo Social y el Mineduc». Mientras que Diego Schalper, del mismo partido, agrega que » la educación pública requiere reformas profundas para estar a la altura de lo que Chile necesita, tanto en calidad como en cobertura e inclusión». (El Mercurio)
