Gbno. valora revisión de causas archivadas de DD.HH. anunciada por Abbott

Gbno. valora revisión de causas archivadas de DD.HH. anunciada por Abbott

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El ministro de Justicia, Hernán Larraín, se refirió al anuncio realizado ayer por el fiscal nacional, Jorge Abbott, quien ordenó revisar causas archivadas de Derechos Humanos en el marco del estallido social, y sostuvo que valora que el Ministerio Público y la Fiscalía “estén procurando ver cómo ser más eficientes”.

Según consignó La Tercera, este tema ya había sido adelantado por Abbott la semana pasada en su cuenta pública anual. Allí aseguró que “uno de los aspectos más graves y dolorosos de la crisis social han sido las denuncias por violaciones a los derechos humanos (…). Muchos de estos hechos se produjeron en contexto de manifestaciones muy masivas, lo que ha dificultado la identificación de los autores individuales”.

Y ayer, en una reunión que sostuvo con 11 fiscales regionales, el persecutor profundizó en sus anuncios en esta materia y analizó lo planteado: habló sobre la creación de un equipo especializado para ver la reapertura de estos casos y sobre un documento que actualizará los criterios de actuación por estos ilícitos.

De hecho, en los próximos días se dará a conocer por parte de la Fiscalía Nacional este escrito, el cual incluirá la persecución de la responsabilidad del mando de las instituciones involucradas en delitos de lesa humanidad.

Consultado sobre este anuncio en una actividad en la que participó esta mañana, Larraín sostuvo que “nosotros como Ministerio, a través de la Comisión Coordinadora de la Justicia Penal, hemos advertido que el sistema no ha funcionado con la velocidad y con la respuesta eficaz que uno quisiera en temas como los producidos en el estallido social y en otras materias”.

En este sentido, por ejemplo, ejemplificó que “hay casos de abusos cometidos en residencia de menores que se denuncian pero que no tienen respuesta eficaz”.

Respecto a la revisión de causas archivadas de DD.HH, el ministro respondió: “Yo me alegro que el Ministerio Público y el Fiscal Nacional estén procurando ver cómo ser más eficientes porque aquí cuando se archivan la mitad de las causas, quiere decir que en esas no hay investigaciones, y por lo tanto, se pierde el objetivo que es poder llevar a personas que han cometido delitos a la justicia”.

“Valoramos los pasos que se den para avanzar en este sentido”, agregó la autoridad.

Por su parte, el vocero de gobierno, Jaime Bellolio calificó como “buena noticia” la reapertura de causas archivadas.

“Hoy el ministro Hernán Larraín ya hizo un comentario al respecto en que, él ha dicho que hemos advertido que el sistema no ha funcionado con la velocidad que se requiere, porque qué es lo que nos pasa a nosotros, somos los principales interesados en que todas las causas de eventuales violaciones a los DD.HH. sean investigadas por la Fiscalía, sean tratadas por la Justicia y nunca jamás queden en la impunidad. Eso es lo que nos interesa”, dijo el vocero.

“Por tanto, esta noticia de que se van a reabrir algunas causas es una buena noticia, porque queremos que se investiguen todas esas causas y ninguna de ellas queden en la impunidad”, cerró.

EL LLAMADO DE ABBOTT

Lo que sucedió ayer en la habitual reunión que el fiscal nacional, Jorge Abbott, sostiene todos los lunes con los fiscales regionales dejó distintas interpretaciones entre los presentes. Para unos, fue la ratificación de lo que el líder del Ministerio Público planteó en su cuenta pública del 28 de abril pasado. Para otros, ceder ante las presiones por apurar las investigaciones que involucran a víctimas por delitos vinculados al atropello de derechos humanos entre 2019 y 2020, durante la crisis social.

En su discurso del miércoles de la semana pasada, Abbott sostuvo que “uno de los aspectos más graves y dolorosos de la crisis social han sido las denuncias por violaciones a los derechos humanos (…). Muchos de estos hechos se produjeron en contexto de manifestaciones muy masivas, lo que ha dificultado la identificación de los autores individuales”.

Según publicó Ciper en marzo pasado, el Ministerio Público -hasta el 28 de enero de 2021- cerró sin formalizados el 46% de las causas por violaciones de derechos humanos (DD.HH.) ocurridas durante la crisis social. Y de acuerdo a las últimas cifras registradas por la fiscalía, a la fecha han formalizado 57 causas por violaciones a los derechos humanos, las que involucran a 118 imputados pertenecientes a Carabineros (113), el Ejército (4) y la Armada (1).

En ese contexto, Abbott señaló en la cuenta pública que ordenó a la Unidad Especializada en Derechos Humanos realizar un plan de contingencia para examinar los criterios de actuación en la persecución de los ilícitos por violaciones a los derechos humanos, aplicados en causas archivadas, y ver la opción de reabrir casos si hay razones para hacerlo.

Pero el tema no quedó solo en el discurso. Ayer, en la reunión realizada vía Zoom entre las 9.30 y las 11.00 con 11 fiscales regionales -se ausentó el fiscal regional del Maule-, Abbott profundizó en sus anuncios en esta materia y analizó lo planteado: habló sobre la creación de un equipo especializado para ver la reapertura de estos casos y sobre un documento que actualizará los criterios de actuación por estos ilícitos. De hecho, en los próximos días se dará a conocer por parte de la Fiscalía Nacional este escrito, el cual incluirá la persecución de la responsabilidad del mando de las instituciones involucradas en delitos de lesa humanidad.

Sin embargo, algo que apenas se mencionó a la pasada -según algunos presentes-, pero que caló hondo en algunos fiscales, fue que se hablara sobre la posibilidad de que la persecución de estos ilícitos se transformara en una meta de gestión institucional.

La sola opción de evaluar algo así prendió las alarmas de algunos persecutores. Sobre todo, porque comentan que podrían cambiar la meta que tenían hasta ahora, la cual está girando en torno a los delitos en contra de la salud pública y la aplicación del Artículo 318 del Código Penal.

A raíz de esta posibilidad, algunos fiscales cuestionaron la política institucional al evaluarse la opción de modificar los ejes priorizados en la persecución penal. Sobre todo, dicen, considerando que en la cuenta pública, Abbott hizo una alerta en torno al alza de un 20% de los delitos de homicidios durante 2020. Así, señalan que no se entiende que ahora tengan que abocarse a un ilícito que es marginal en número, como las causas por violaciones a los derechos humanos.

Otros fiscales, en cambio, vieron lo indicado ayer por Abbott como un mensaje que los llama a seguir adelante en su trabajo y agotar las investigaciones por delitos de lesa humanidad, pero en ningún caso entendieron que de esta materia se podía llegar a establecer una meta institucional.

DELITOS SANITARIOS

Además de las modificaciones de criterio de actuación en los ilícitos de DD.HH., la fiscalía se encontraba trabajando en un cambio en los criterios de delitos contra la salud pública. Esto, a raíz de los últimos fallos de la Corte Suprema en que despenalizó esta infracción a la restricción nocturna, en el entendido de que cuando las personas no andan en grupos o no se dirigen a fiestas no habría riesgo de afectar la salud pública.

Así, ayer el fiscal Abbott informó mediante correo electrónico a los funcionarios cuáles serían los cambios. En relación al Artículo 318 inciso primero del Código Penal, señaló que “los fiscales deberán tener presentes los criterios casuísticos asentados por la Corte Suprema para casos de infracción de aislamiento nocturno, debiendo iniciar investigación penal solo en aquellos casos donde se constate el riesgo hipotético requerido” por el máximo tribunal.

Como segundo punto, Abbott dijo que en los casos en que no se den los presupuestos del riesgo hipotético, al no tratarse de un asunto penal, “los fiscales deberán informar a los funcionarios policiales encargados del procedimiento que el organismo facultado para imponer sanciones, ante la infracción sanitaria, corresponde a la Seremi de Salud”. Y que en estas situaciones, “los fiscales deberán sugerir a los funcionarios policiales la remisión de los antecedentes a la autoridad sanitaria”. (La Tercera)

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