Firma biotecnológica chilena crea el primer “probiótico” para salmones

Firma biotecnológica chilena crea el primer “probiótico” para salmones

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Se estima que anualmente la industria salmonera en Chile pierde cerca de US$ 750 millones debido a la bacteria piscirickettsia salmonis (SRS) para la cual, hasta ahora, no existía un tratamiento o productos que apuntaran a su prevención.

La startup de biotecnología chilena IctioBiotic creó un probiótico oral que, mezclado con el alimento, previene la enfermedad al estimular el sistema inmune de los peces y mejora el porcentaje de sobrevivencia entre un 30% y 80%, «es como un chamito» explica el CEO y cofundador de la empresa, Francisco Ascui.

Este año la firma se unirá a una multinacional de alimentos de peces –de la cual aún no se puede revelar el nombre, pero que en Chile factura cerca de US$ 400.000 millones al año-, lo que permitirá que el probiótico sea administrado a nivel nacional.

«Nuestro producto se mezclará con el alimento, lo que permitirá que se pueda probar en aguas saladas, con peces más grandes. Estamos avanzando con las pruebas en las instalaciones de la empresa para comenzar la venta a fines de 2019, en un inicio vamos a atacar el mercado chileno porque la enfermedad causa estragos acá», dice el ingeniero agrónomo Ascui.

Además de la distribución del probiótico, la multinacional invertirá en lastartup local, siendo este el segundo levantamiento de capital en menos de un año que realiza IctioBiotic.

A fines de 2018 fueron seleccionados por la aceleradora de negocios con foco en acuicultura Hatch -de socios alemanes e irlandades- para participar del programa de acelaración. Hatch invirtió 80.000 euros en la firma chilena, convirtiéndose en uno de sus partner.

«Nos invitaron a participar de este nuevo programa, fuimos el segundo grupo de empresas que convocaron, éramos seis firmas a nivel mundial y los únicos chilenos. Estuvimos tres meses capacitándonos en Noruega, Irlanda e Indonesia», cuenta Ascui.

PROYECCIONES

IctioBiotic se gestó como un spin off al alero de un consorcio impulsado por Corfo y en el que participan la Universidad de Santiago y empresas de la industria salmonera. En 2018 se independizó, levantó capital, sumó a nuevos socios y comenzó a producir el probiótico a escala industrial en España.

«En Chile se puede producir, pero no a escala industrial. Tenemos un contrato con una firma española que realiza la manufactura y, tenemos patentada la innovación», señala Ascui.

El ejecutivo añade que en el país el mercado de aditivos bioterapéuticos factura alrededor de US$ 30 millones al año. «Creemos que podríamos tener una participación del 5% al 10% en un plazo razonable», dice. Con respecto a la expansión internacional, Ascui cuenta que en 2020 comenzarán a desarrollar nuevos productos diseñados para especies como Tilapia y Camarones, con los que esperan llegar a India y Asia. (DF)

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