El Informe Semestral que el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) presentó esta semana ante la Comisión Mixta de Presupuestos generó preocupación entre los economistas. Es que en el documento se dio cuenta de un «punto de inflexión», debido a la persistencia por varios años de déficits estructurales que han acercado la deuda bruta a su nivel prudente de 45% del PIB, limitando el espacio de gasto público actual y futuro.
«El CFA reitera su recomendación al Poder Ejecutivo y al Legislativo de diseñar y consensuar una agenda concreta, no solo para cumplir con las metas fiscales de 2025 y 2026, sino que también para fortalecer la sostenibilidad fiscal a largo plazo«, dijo en la instancia el presidente de la entidad, Jorge Rodríguez.
«Reflejo de que el estrés fiscal se ha vuelto permanente es que para 2025 y 2026 se avizora un nuevo incumplimiento de las actuales metas de balance estructural«, reprochó la institución. Agregó una crítica a Hacienda, al señalar que repite una «práctica que ha dificultado la consolidación de las finanzas públicas, al trasladar parte de los esfuerzos de consolidación a las futuras administraciones».
Es que Hacienda se había propuesto converger a un déficit estructural de 1,1% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2025, meta de la cual luego se alejó, proyectando un déficit para este año de 1,6% del PIB y dejando el cumplimiento de la meta para el próximo Gobierno.
Además, se advirtió por la incertidumbre de las medidas legislativas que Hacienda pretende sacar adelante para lograr el balance estructural condicional de -1,6% del PIB este año.
CRÍTICAS DE ECONOMISTAS
Matías Acevedo, exdirector de Presupuestos y académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de los Andes, señala que el hilo conductor más importante del informe del CFA es lo relativo a la sobreestimación de los ingresos. Indica que en ese contexto la pregunta que hay que hacerse es por qué las advertencias que se han hecho no se han acogido.
«Ahí es dónde viene la recomendación del CFA de decir ‘bueno aquí también el Ministerio de Hacienda tiene que pronunciarse del por qué no cumple o sigue las recomendaciones del CFA en su momento'», señala.
«Por ejemplo -complementa- por qué no revisó las estimaciones de ingreso en la discusión presupuestaria cuando se les advirtió que no iban a cumplir las estimaciones de ingreso el año 2024, por qué no corrigió eso. Ese argumento no fue explicado en su momento, o al menos de manera escrita o formal por parte del Ministerio de Hacienda».
El exsubsecretario de Hacienda y decano de la facultad de Economía y Negocios de la USS, Alejandro Weber, también pone un énfasis en las advertencias que Hacienda no ha tomado en cuenta.
«La situación fiscal para este año y el mediano plazo es delicada. El año 2025 se viene difícil. Los ingresos al primer trimestre crecen menos de lo esperado y el ajuste correctivo comprometido por Hacienda está muy lejos de lo que solicitó el CFA«, dice.
Añade, en esa línea, que «el desafío de ajuste para al Ministerio de Hacienda es mayor: usando las propias cifras del Ejecutivo, que proyecta un déficit estructural de -2% del PIB para 2025, debe ajustar el gasto en 0,9 puntos del PIB adicionales para poder cumplir la meta de -1,1% del PIB fijada para el año. Esto, lamentablemente, sabemos que no ocurrirá. Sin embargo, no es aceptable simplemente mover la meta a una más deficitaria por el hecho de anticipar que seremos incapaces de cumplir».
«Esta es la última oportunidad que tiene el Ministerio de Hacienda para respaldar la confianza en la regla fiscal. Pero, como el Gobierno ya anunció que no se apretará el cinturón, sino que moverá la meta a una más deficitaria, parte del trabajo durante este año debiera ser, como mínimo, sincerar las cifras, de forma que tengamos claridad del complejo escenario que deberá enfrentar no solo el próximo Gobierno, sino los que vendrán», asegura también.
Para Juan Ortiz, economista del OCEC UDP, «el informe del CFA es contundente, al informar del deterioro fiscal que presente Chile, desde hace varios años. En la practica enfretamos un persistente deficit fiscal efectivo y ciclicamente ajustado en la mayor parte desde hace mas de 10 años».
Esto -dice- «se refleja en la tendencia al alza de la deuda publica. Pero incluso dado este escenario, lo realmente preocupante son las perspectivas de mediano plazo, donde para cumplir con el escenario base del IFP, el crecimiento real del gasto publico deber ser mínimo, en comparación con el crecimiento promedio efectivo en la ultima década». «Asimismo, para 2026 la holgura fiscal es negativa, es decir que el nivel de gasto comprometido supera el nivel de gasto estimado para cumplir la meta del Balance cíclicamente ajustado«, asegura.
«El Gobierno -concluye- debe considerar en su amplio alcance las recomendaciones del CFA, dadas en el informe. La necesidad de tomar medidas concretas para mejorar la gestión fiscal es imperativo. Toda acción que se pueda avanzar en la presente administración, implicara un menor costo en el corto plazo».
En tanto, Carlos Smith, docente investigador del CIES-UDD dice que la deuda de hoy -que no sería muy riesgosa- puede comenzar a serlo. En esa línea, asegura que esto implicaría empezar a destinar muchos más recursos en, por ejemplo, pagar intereses y menos recursos para políticas públicas para la población. (Emol)