El Frente Amplio (FA) atraviesa una dura crisis interna marcada por la disputa de cupos parlamentarios y el control político del partido fundado por Gabriel Boric. La fractura quedó en evidencia en el comité central del 8 de agosto, cuando se rechazó la precandidatura de Gustavo Gatica en el distrito 8, decisión que desató acusaciones de manipulación y dejó debilitado al sector liderado por la presidenta del FA, Constanza Martínez, y el propio Mandatario.
La pugna enfrenta al lote “Desbordar lo Posible” —integrado por Boric, Martínez y Gonzalo Winter, entre otros— contra exdirigentes de Revolución Democrática (RD), encabezados por el alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic. Mientras el grupo de Boric busca fortalecer una identidad política e ideológica, los ex RD impulsan un partido enfocado en gestión local y trabajo territorial, con miras a proyectar nuevos liderazgos, incluido el propio Vodanovic.
El conflicto se arrastra desde las primarias de julio, donde Winter obtuvo un mal resultado, y se agudizó por la falta de transparencia en encuestas internas sobre candidaturas. La decisión de vetar a Gatica, símbolo del estallido social, generó molestia en la militancia y permitió que el Partido Comunista lo acogiera como candidato en el mismo distrito.
El quiebre también refleja el debilitamiento de los ex RD tras su salida del gobierno, golpeados por el caso Convenios y la renuncia de figuras como Giorgio Jackson y Miguel Crispi. Sin embargo, lograron articular alianzas que les dieron ventaja en las votaciones internas.
Ahora, el FA enfrenta su primer congreso ideológico, que podría extenderse seis meses y definir su rumbo: si se acerca más al PC o al Socialismo Democrático. La disputa, advierten dirigentes, marcará no solo la lista parlamentaria de noviembre, sino también el futuro liderazgo de la izquierda chilena. (Red NP-La Tercera)



