Dice que cuando estaba escuchando el veredicto absolutorio leído por la jueza Patricia Bründl su mente estaba en blanco. Escuchando, pero como si estuviera bloqueado. Habían transcurrido cuatro años del juicio en su contra, donde la Fiscalía Centro Norte lo acusaba de “impulsar” a un manifestante, en ese entonces menor de edad, por sobre la baranda del río Mapocho, en el Puente Pío Nono, y deseaba que todo terminara pronto. “No entendía, estaba súper nervioso. La jueza leyó diferentes puntos donde iba descartando la tesis del Ministerio Público y los querellantes. Y en el punto número 15 o 16 recién yo me di cuenta de que íbamos a ganar”, recuerda el excabo de Carabineros Sebastián Zamora (26).
Han transcurrido 16 días desde que el 4° Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago comunicó el fallo de uno de los juicios más emblemáticos del estallido social, asestando un duro golpe a la fiscal Ximena Chong, quien no consiguió probar su tesis de que Zamora había actuado con dolo y había cometido un homicidio en calidad de frustrado.
Ese día, cuando la magistrada pronunció las palabras “se absuelve a Sebastián Nicolás Zamora Soto”, el exuniformado rompió en llanto. Fue contenido por sus abogados, los exfiscales Alejandro Peña, Vinko Fodich y José Antonio Villalobos, y luego por su padre, Michel Zamora, quien esperó que se abriera la puerta de vidrio de la sala de audiencias para darle un apretado abrazo entre lágrimas. En ese momento, ante una sala repleta, hubo incluso quienes se aventuraron a entonar el Himno de Carabineros.
Más allá de declaraciones al pasar en su diario camino al Centro de Justicia, Sebastián Zamora no había concedido entrevistas durante el desarrollo del juicio. Tampoco lo hizo al terminar. “No quiere dar entrevistas, porque quiere volver a Carabineros”, respondían desde su equipo de abogados.
Eso, hasta ahora, que accede a dar su primera entrevista tras el veredicto. El excarabinero, quien reside junto a su pareja en Valparaíso, responde el llamado telefónico de La Tercera para dialogar sobre cómo fue la jornada previa a la comunicación del fallo, cómo han sido los días posteriores y qué espera para su futuro.
¿Qué fue lo primero que usted pensó cuando escuchó que el tribunal lo absolvía de los cargos que le imputaba la Fiscalía? ¿Qué se le vino a la cabeza en ese minuto?
La verdad es que no podía creer que la pesadilla había terminado, por así decirlo. Fueron años en que esperamos que este caso concluyera. Es más, aún así no asimilo todavía que todo esto terminó. Con los días voy tomándole un poquito el peso a todo lo que ocurrió. Pero, por otro lado, siempre mantuve la convicción de que soy inocente. Y eso jamás va a cambiar.
¿En algún minuto pensó que lo podían declarar culpable?
Siempre he dicho que soy inocente de los cargos que se me imputaron. Desde un inicio siempre colaboramos con la investigación, entregué objetos personales, realizamos diligencias y creo que la verdad siempre prevalece. Obviamente, por supuesto, tenía el temor de que me condenaran por un delito que no cometí. Pero siempre confiamos en que los jueces resolverían de la manera más imparcial.
El día de la lectura del fallo, de camino al Centro de Justicia, usted dijo que estaba nervioso.
Sí, yo estaba muy nervioso. Por eso, estaba nervioso y tenía temor. Tenía esos sentimientos, porque la verdad tenía miedo de que me condenaran por un delito que jamás había cometido.
¿Y cómo fue la noche anterior al fallo? ¿Cómo se sentía usted en las horas previas?
La verdad, dormí súper tranquilo, pero ya en la mañana como que… Lo que pasa es que yo cuando estoy medio nervioso siempre me vienen dolores en el estómago. Comienzo con un poquito de náuseas. Pero sí, en la mañana camino al tribunal, porque nosotros somos de Valparaíso y viajábamos constantemente, sí, estaba muy nervioso. Obviamente con temor, intentando no demostrárselo a mi familia, tratando de estar tranquilo, pero ya después me relajé.
¿Cómo han sido los días posteriores a la absolución? ¿Ha podido retomar sus actividades?
Han sido bastante agotadores. Uno diría ‘se relajó y está más tranquilo’. Obvio que sí, pero han sido bastante agotadores. Estamos muy contentos con el resultado. Fue un juicio bastante agotador mental y físicamente. Teníamos que viajar constantemente, fue un sacrificio como familia, no tan solo personal. Estos días he estado descansando también, pensando en mi futuro en Carabineros. Quiero poder reintegrarme a las funciones policiales también para poder aportar a esta crisis de seguridad que está viviendo el país. Y también a mis colegas. Soy uno entre 63.000 carabineros, pero quizás puedo darle algún descanso a algún otro colega.
¿En qué sentido dice que han sido agotadores?
Porque no estoy acostumbrado a estar en los medios. Los que me conocen saben que soy una persona súper bajo perfil. Me han llamado constantemente por teléfono todo el día. Obviamente, estoy súper agradecido de la gente que me apoyó. Creo que eso nunca, jamás se lo voy a devolver. No estoy acostumbrado. Entonces, por eso han sido súper agotadores los días. He podido descansar un poquito más. De hecho, hace poco estuve súper enfermo. Porque yo creo que mi cuerpo se relajó.
¿Tiene algún plan ahora para relajarse?
La verdad es que no (risas). Estoy descansando nomás aquí en mi casa, con mi familia, con mi pareja. Y solamente eso, la verdad es que no. Soy súper sencillo.
EL SUEÑO DE SER CARABINERO
Zamora tenía 22 años el 2 de octubre de 2020, día en que ocurrió el hecho por el cual posteriormente fue detenido y juzgado. Para ese entonces habían pasado casi dos años del momento en que postuló a la institución, como era su sueño. Anhelo que hoy espera poder retomar. El mismo día del veredicto, aún sin conocer la sentencia, manifestó que su intención era poder reintegrarse a las filas de la policía uniformada. Sin embargo, aún sigue en curso un sumario administrativo en su contra, específicamente por no haber informado que el día del incidente portaba una cámara personal. Según dice, quiere volver al mismo equipo que integraba en aquel entonces.
Según fuentes policiales, consultadas por este medio, el sumario sigue activo, con diligencias administrativas pendientes. Eso sí, dicen las mismas fuentes, no se cierran las puertas para su retorno mientras no haya impedimentos legales.
¿Por qué le gustaría volver a Carabineros?
Mira, esa es una respuesta súper de niño. Yo desde pequeño siempre soñé con ser carabinero. Y yo creo que lo que me pasó me arrebató ese sueño que estaba cumpliendo. Y quiero volver a seguir viviendo mi sueño de ser carabinero, ayudar a la gente. Siempre me ha gustado mucho ayudar a la gente. Mi familia me conoce como soy. De hecho, mi familia siempre me dice ‘no vuelvas’.
¿Eso le dicen?
Sí, todos me dicen que no vuelva. Pucha, obviamente, lo entiendo. El miedo constante a que quizás me vuelva a pasar lo mismo. Pero creo que lo que me ocurrió a mí también fue en un contexto social distinto. Ahora tengo el apoyo de la ciudadanía y creo que eso es súper importante. O sea, los carabineros se sienten un poco más respaldados. Con mi caso están todos los carabineros súper contentos. Bueno, yo trabajo en el Congreso, entonces tengo constante contacto con muchos carabineros que están a las afueras del Congreso. Y todos me saludan. Se sienten un poco representados quizás en mi persona y en lo que ellos están viviendo día a día.
Usted dice que el contexto social ha cambiado. En 2020 había una fuerte crítica a Carabineros y hoy no.
Exacto. Fue una crítica de la gente. Nosotros, como carabineros, siempre trabajamos sin discriminar a nadie. Bueno, trabajamos día y noche sin descansar. Pero fue un trabajo bastante agotador de los carabineros. Yo creo que ellos merecen todo el reconocimiento de la ciudadanía.
¿No sintió rencor con Carabineros por el hecho de que lo sacaran de sus filas antes de ser juzgado?
La verdad es que no. No mantengo ningún rencor con nadie.
¿Carabineros se ha contactado con usted desde que fue absuelto?
La verdad es que no he tenido ningún contacto personal con nadie. Los sumarios están en proceso, y yo pretendo respetar el proceso como cualquier funcionario de la institución.
Pero ¿usted tiene fe en que puede volver?
Sí, o sea el proceso está abierto. Pero yo creo que debería poder reintegrarme y queda en manos del mando, más que nada, que resuelva el sumario administrativo.
Y si se reintegrara a Carabineros, ¿le gustaría tener el mismo puesto que tenía o le gustaría tener otra función?
Yo nunca quise ser de Fuerza Especiales. Justo entré en un momento bien crítico para Carabineros, donde las Fuerzas Especiales eran como la forma represiva hacia la ciudadanía. Pero Fuerzas Especiales después se convirtió en mi casa cuando entré en la especialidad. Los funcionarios que están ahí, que la componen, tienen una gallardía y un temple inigualables. Tienen una camaradería que yo creo que es inexplicable. Pero, por otro lado, si es que me llegasen a reintegrar, juré dar mi vida en cualquier lugar de nuestro territorio. El mando decidirá dónde tengo que cumplir mis próximas funciones. Y la verdad es que quedo a completa disposición de aquello.
Si no resulta su meta de volver a Carabineros, ¿Qué piensa hacer?
La verdad es que seguiría buscando trabajo. Quizás si se me da la oportunidad de seguir trabajando en el equipo parlamentario, no tengo ningún problema, siempre y cuando me pueda desarrollar profesionalmente en mi área. Seguir estudiando también.
Hablando de su trabajo parlamentario con la diputada republicana Chiara Barchiesi, ¿Cómo ha sido trabajar en el Congreso? Específicamente, ¿Cuál es su labor ahí?
Mi función es generalmente con el equipo de gestión administrativa. Yo soy administrador público de profesión. Actualmente me encuentro estudiando la carrera profesional. Y estoy súper agradecido de que la diputada Barchiesi me haya dado la oportunidad de desempeñarme profesionalmente en su equipo. Son todos excelentes personas. No tengo nada malo que decir de ninguno de ellos.
LA ACUSACIÓN
El pasado jueves, el 4° Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago comunicó la sentencia tras el veredicto absolutorio en favor de Zamora. Ahí se dio a conocer que el Ministerio Público deberá pagar las costas del juicio.
A contar de ese día, el Ministerio Público o los querellantes tienen 10 días para recurrir de nulidad. En caso contrario, la sentencia queda ejecutoriada. Y en caso de que se interponga un recurso y la corte lo rechace, la sentencia queda ejecutoriada de igual modo.
¿Le parece que fue injusta la acusación de la Fiscalía en su caso?
Ahí el Ministerio Público hizo su trabajo. Yo ahí no tengo mucho que decir, la verdad. Y nosotros, en base a lo que está en la investigación y obviamente a mi testimonio y a lo que ocurrió, tomamos la batalla. Y los jueces fueron los que tomaron la decisión final.
¿Se siente afortunado al haber sido representado por los abogados que tuvo? Abogados que son exfiscales, con vasta experiencia.
Sí, son tremendos. Son excelentes profesionales, personas. Desde Vinco, José, Alejandro, hasta la última gestión administrativa del estudio PFV. Fui bastantes veces a la oficina y siempre me atendieron muy bien. Tuvieron una preocupación muy constante por llevar el caso adelante. (La Tercera)