Para variar, en Occidente los líderes están sacando cálculos de los efectos en los mercados que tendrán las nuevas tensiones en el Medio Oriente. Es algo muy importante, por cierto, pero insuficiente, falta la visión geopolítica: si Irán queda debilitado —más allá de lo bueno que sería terminar con su capacidad nuclear y con los ayatolás y sus extremos—, el análisis más largo es: ¿quién se hará fuerte en esa zona que desde siempre ha sido estratégica? ¿Crecerá la influencia rusa o china? ¿Europa tiene algún plan geopolítico o seguirá deliberando sin conducción? ¿Y EE.UU., tiene un plan? ¿Y la OTAN?
No se vislumbra una gran visión estratégica de Occidente cuando la geopolítica vuelve a dominar con fuerza el sistema internacional. Muy preocupante. (El Mercurio Cartas)
Karin Ebensperger Ahrens