El fin de una ilusión-Sebastián Claro

El fin de una ilusión-Sebastián Claro

Compartir

Todo apunta a que la Reserva Federal en Estados Unidos ha calibrado mal su política monetaria. Mientras la inflación es la más alta en las últimas cuatro décadas, el desempleo roza los mínimos históricos y la tasa de política monetaria es de las más bajas de que se tenga registro. Con una economía boyante y la inflación arriba, la Fed sigue bombeando. El problema es que no estamos hablando de un error de décimas en la tasa de interés, o de un atraso de pocos meses en decidirse a actuar, sino que la evidencia sugiere que podemos estar en un embrollo. La inflación se está escapando y la política monetaria está recién despertando.

Como no estamos hablando de cualquier banco central, sino del único productor de dólares en el mundo, el problema puede ser grande. De esos que se ven cada una generación. Después de todo, fue a fines de los 1970s cuando la espiral inflacionaria en el país del norte tuvo que ser detenida con fuertes alzas de tasas de interés que generaron un remezón de aquellos. No en vano los 80s se conocen como la década perdida en América Latina.

La política monetaria súper expansiva durante la crisis financiera fue muy necesaria, así como también lo fue durante la crisis del covid. Es que cuando la incertidumbre se apodera de los mercados y la demanda por dólares sube como la espuma, su oferta debe responder para evitar una crisis mayor. Pero lo que hemos visto desde 2009 es mucho más que eso. Mirado en perspectiva, es muy difícil justificar que el balance de la Reserva Federal —una aproximación de la cantidad de dinero en la economía— haya crecido 900% desde 2008, mientras la economía de Estados Unidos sea solo un 25% más grande.

Este descuadre no puede sino tener consecuencias. Por diferentes razones, el dinero fácil por más de una década no tuvo en un comienzo efecto en la inflación de bienes, aunque sí impulsó fuertemente los precios de los bonos y de los bienes raíces. Los efectos inflacionarios de esta estrategia solo se han manifestado cuando el desequilibrio se ha acumulado.

¿Cómo salimos de aquí? Los mercados están nerviosos y no parecen convencidos de que con un paracetamol se podrá controlar la fiebre alta. Por eso, varios apuestan a que los aumentos de tasas deberán ser bastante más agresivos. Otros simplemente sugieren que la Reserva Federal deberá ponerse colorada y desinflar muy lentamente para no espantar a los inversionistas. Finalmente, están quienes, más tranquilos, apuestan a que la recesión llegará antes y solucionará el embrollo.

Menudas soluciones. Es que no hay salida fácil cuando la ilusión se desvanece. (El Mercurio)

Sebastián Claro

Dejar una respuesta