El equivocado giro a la izquierda de Matthei

El equivocado giro a la izquierda de Matthei

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En su intento por mejorar su posición en las encuestas, la candidata de los partidos tradicionales de derecha, Evelyn Matthei, está cometiendo un grave error estratégico. En vez de afirmar su inequívoca identidad derechista, está intentando convertirse en la candidata de ese centro y centroizquierda insatisfechos con la opción que representa Jeannette Jara, la militante comunista. Pero al salir exitosamente a buscar a los votantes moderados, ha dejado abandonado el voto de derecha. El único beneficiado con esa estrategia es el candidato del Partido Republicano, José Antonio Kast.

Si Matthei quiere llegar a La Moneda, primero tendrá que conquistar a los votantes de derecha. La peregrina idea de que ella podrá llegar a la presidencia porque los votantes de izquierda la preferirán por sobre Kast -algo así como lo que llevó a Boric a la presidencia en 2021- no va a volar. En primera vuelta, Matthei no tendrá más votos de la izquierda de lo que consiga Jeannette Jara. Si quiere ser la próxima Presidenta de Chile, deberá primero ser competitiva con Kast entre los votantes de derecha.

La elección presidencial de 2025 se está convirtiendo en una contienda en la que algunos candidatos han cometido más errores que aciertos. Si bien, para muchas personas, las elecciones siempre obligan a escoger el mal menor, para otros votantes, la elección es una oportunidad para reafirmar sus valores y principios. Por eso, en primera vuelta, mucha gente vota por un candidato que, aunque no pase a segunda vuelta o tenga pocas opciones que ganar, defiende las ideas que más cercana les resultan. En 2021, casi el 50% del electorado votó en primera vuelta por candidatos que no pasaron a segunda vuelta incluso cuando ya quedaba claro en todas las encuestas que la contienda sería entre Kast y Boric.

En 2025, las encuestas parecen indicar que la segunda vuelta será entre Kast, nuevamente, y la candidata comunista Jeannette Jara, que representa a una coalición multipartidista de centroizquierda, como le gusta repetir a ella para así desdramatizar su militancia en un partido que busca abolir el capitalismo.

Desplazada a un distante tercer lugar, la candidata de los partidos tradicionales de derecha, Evelyn Matthei, parece haberse decidido cambiar su estrategia de campaña. En vez de salir a buscar los votos de derecha que ahora se reparten entre las candidaturas de Kast, Johannes Kaiser e incluso Franco Parisi, Matthei y su equipo de campaña parecen convencidos de que el mejor camino para recuperar terreno es salir a buscar el voto de los centristas e izquierdistas que creen que Jara es demasiado radical o que temen que, por ser radical, Jara no tiene chances de derrotar en Kast en segunda vuelta. Por eso, la campaña de Matthei empieza a buscar el voto útil de izquierda al presentarse como la única candidata que puede derrotar a Kast en segunda vuelta. El mensaje parece ser simple y claro: si quieren evitar que Kast sea el próximo Presidente, voten por Matthei en primera vuelta.

Aunque la estrategia parece osada e innovadora, es improbable que dé resultado. Matthei siempre ha sido una mujer de derecha. Al presentarse como una moderada centrista, Matthei parece convencida de que ahí está el bolsón de votos que necesita para pasar a segunda vuelta. Pero la candidata olvida que los electores necesitan creer y confiar en los candidatos. Cuando un candidato se disfraza con ropajes que no le son propios, los electores se llenan de dudas y cuestionamientos. Es cierto que una victoria de Kast aparece como una opción especialmente mala para la izquierda chilena, pero los votantes que dieron mayoría a Jara en las primarias ya sabían que, al votar por la candidata comunista, le estaban haciendo la vida más fácil a Kast.

Probablemente Matthei está pensando en los electores que no se molestaron en ir a votar a las primarias o en los millones que tendrán que votar por primera vez en noviembre (aunque no haya multa de por medio, el voto seguirá siendo obligatorio). Pero esos electores menos interesados en la política no están asustados con una posible victoria de Kast. Esos electores valoran que Kast se muestra tal como es. La gente quiere autenticidad y honestidad en sus candidatos, no tomas de posición estratégicas que busquen presentarse como algo que el candidato en realidad no es.

Matthei siempre fue una política pragmática y dialogante. Pero su domicilio ideológico siempre estuvo en la derecha. Su identidad de derecha y sus posiciones de derecha son inseparables de su trayectoria política. Para llegar a segunda vuelta en noviembre, Matthei deberá construir a partir de su identidad de derecha. Si busca convertirse en la candidata de la vieja Concertación (coalición centroizquierdista de la que ella nunca formó parte), Matthei no convencerá ni a la que debiera ser su base natural de apoyo ni a esos votantes moderados o incluso de centroizquierda que sienten que Jara es demasiado radical, continuista y anticapitalista. (El Líbero)

Patricio Navia