El equilibrio de fuerzas partidistas tras el cambio de Gabinete

El equilibrio de fuerzas partidistas tras el cambio de Gabinete

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“Rotundamente falso”, señaló este domingo la ministra del Interior, Carolina Tohá, cuando en Estado Nacional se le consultó por la fallida nominación de la socióloga Marta Maurás (PPD) en la Cancillería. Un nombramiento que confirmó La Tercera a primera hora del viernes.

Como sea, La Moneda terminó de afinar el diseño final del cambio de gabinete esa misma mañana, pero Maurás -según trascendió- ya tenía noción de su nombramiento la noche del jueves. Incluso, ella misma transmitió a unos pocos cercanos del mundo político sobre su designación y, a raíz de ello, durante esa misma jornada ya rondaba en los círculos diplomáticos que el reemplazo de Urrejola en la Cancillería sería una mujer e integrante del Foro de Política Exterior.

🔄Cambio de gabinete | ⏱ Marta Maurás será la nueva canciller. En la trayectoria de Maurás figura el cargo de representante Permanente de Chile ante Naciones Unidas, y otros Organismos Internacionales https://t.co/CsrfJuH7vd pic.twitter.com/44643qjfTc

— La Tercera (@latercera) March 10, 2023

Incluso, el viernes temprano la misma Maurás tomó contacto con su partido -a través de la timonel Natalia Piergentili- y les comunicó sobre su aterrizaje en Teatinos 180, aseguran fuentes de la colectividad.

Sin embargo, su designación comenzó a tambalear y pasado el mediodía la misma socióloga -cercana a Tohá- daba a entender a su círculo, de forma escueta, que “habría cambios” respecto de la información confirmada horas antes. Entre supuestas acusaciones de malos tratos en su período en Naciones Unidas, tweets a favor de la migración irregular, también pesó la disconformidad del partido en un nombre que, pese a su historia militante, no consideraban como propio.

El reciente ajuste ministerial tomó a algunos nombres sugeridos por los partidos y dejó fuera del camino a otros. Cada tienda tiene su propio balance.

En el caso de la Cancillería -la mejor posición ganada por el PPD- el nombre de Maurás no estaba en la lista entregada por la colectividad a La Moneda. Y es que particularmente con el mundo del excanciller Heraldo Muñoz, se había generado una distancia insalvable cuando Maurás respaldó a Paula Narváez en la carrera presidencial de la extinta Unidad Constituyente y no a Muñoz.

El nombre, según diversas fuentes de Palacio, habría llegado desde el lado de la ministra del Interior, pero también tras una conversación que el propio Boric sostuvo con el exembajador Luis Maira la noche del martes. Este, según recabó La Tercera Domingo, le sugirió que mirara al Foro Permanente de Política Exterior, donde Maurás es directora.

Ante la oposición del PPD, fue entonces que la tienda acudió a un nombre de consenso que, sin embargo, no había estado en las listas entregadas a Palacio: el de Alberto Van Klaveren, quien hoy se desempeña como canciller.

Fuentes de ese partido aseguran que no presentaron una nómina específica para el caso en que el gobierno requiriera de nuevos ministros. La lista que se envió para subsecretarios se empinó en cerca de 20 posibles perfiles para carteras específicas: en ellas figuraba Carlos Estévez para la Subsecretaría de Obras Públicas; Pedro Huichalaf para Telecomunicaciones, entre otros. En ese sentido, recalcan que tanto Sebastián Vergara (Bienes Nacionales) como Víctor Barrueto (Defensa) contaban con el respaldo partidario.

BALANCE DEL SOCIALISMO DEMOCRÁTICO

En la directiva socialista aseguran que no tenían definidos nombres para posicionar como ministros, sino que la nómina que elaboraron -con nombres “priorizados” por lote interno- estaba pensada particularmente para las subsecretarías que querían disputar. De hecho, según plantean algunos de los dirigentes, la actual ministra de Obras Públicas, Jessica López (PS), habría sido una carta de Mario Marcel y no del partido propiamente tal.

Asimismo, también reconocen que algunos de los nombres que consiguieron una subsecretaría tampoco estaban considerados en sus nóminas. Ese es el caso, según cuentan, del independiente pro PS Xavier Altamirano en la Subsecretaría de Derechos Humanos. En su caso, justifican desde la mesa del partido, su cercanía a la expresidenta Michelle Bachelet y a la timonel, Paulina Vodanovic fue el factor determinante de su llegada al gobierno. Y es que hasta asumir, el doctor en ciencia política se desempeñaba como director ejecutivo de la fundación de la exmandataria, Horizonte Ciudadano.

Entre los nombres priorizados por los socialistas, si bien ingresó Jorge Daza como subsecretario de Transportes (ligado a “Grandes Alamedas”) y Nicole Cardoch (representante de la “Nueva Izquierda”, ligada a Camilo Escalona) en la Subsecretaría General de Gobierno, en el Tercerismo -sector preponderante al que pertenece incluso la timonel PS- resintieron quedar fuera de ese espacio.

Caso aparte es el del Partido Radical (PR). Si bien la tienda no entregó una nómina en esta ocasión -lo hizo en septiembre del año pasado-, su timonel, Leonardo Cubillos, sí enfatizó en reiteradas oportunidades al jefe de gabinete del Presidente Boric, Carlos Durán, que esperaban tener una mayor representación en el gobierno y que contaban con militantes disponibles para asumir diferentes cargos.

Como ningún radical fue reclutado -ni siquiera les solicitaron nombres, aseguran los dirigentes-, desde el partido afirman estar molestos. Tanto, que suspendieron su asistencia al comité político de La Moneda de este lunes y también decidieron restarse de la mesa técnica de pensiones que organizó la ministra Jeannette Jara (Trabajo). “No tenemos ni al portero de La Moneda”, ironiza uno de los dirigentes del PR.

En el Partido Liberal (PL) la salida del ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García, ha revestido de una crisis al partido. Para la interna partidaria, las dos nuevas subsecretarías en manos de los liberales -el extimonel del partido, Luis Felipe Ramos (Energía) y la excandidata a la alcaldía por Providencia, Verónica Pardo (Turismo)– no equivalen al ministerio perdido. Sin embargo, los nombres posicionados sí fueron parte de la nómina entregada a La Moneda, aunque -tras conocerse la salida de García- evaluaron asumirlos, como muestra del enojo con el gobierno. (La Tercera)