La Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) de China informó este lunes (15.07.2019) que el producto interno bruto (PIB) de la principal potencia económica asiática aumentó un 6,2 por ciento en el segundo trimestre de 2019, en línea con lo que auguraban los analistas. En el primer trimestre, la economía china había crecido un 6,4 por ciento.
Si bien cualquier país del mundo querría tener estas cifras, la verdad es que para los estándares chinos se trata de números escuálidos que constatan una vez más que el país más poblado del orbe se halla en un proceso de desaceleración económica. La cifra dada a conocer es la más baja en casi 30 años, a pesar de los esfuerzos de las autoridades en plena guerra comercial con Estados Unidos.
«Las condiciones económicas siguen siendo difíciles, tanto en China como en el extranjero. El crecimiento mundial se desacelera y las inestabilidades e incertidumbres externas aumentan”, declaró el portavoz de la ONE, Mao Shengyong. Los niveles de crecimiento económico se enmarcan, en todo caso, dentro de los objetivos de Pekín, que estableció una horquilla de crecimiento entre el 6 y el 6,5 por ciento.
CIFRAS MÁS ALENTADORAS
Para apoyar su economía, Pekín se comprometió en marzo a rebajar en casi 2 billones de yuanes (265.000 millones de euros) la presión fiscal y social de las empresas. Además, animó a los bancos a aumentar sus préstamos a las pequeñas empresas. Estas medidas llegaron justo cuando las autoridades tratan de luchar contra el sobreendeudamiento que amenaza su sistema financiero.
La ONE dio a conocer otras estadísticas. Por ejemplo, las ventas minoristas aumentaron un 8,4 por ciento, mientras que la producción industrial se incrementó un 6 por ciento. En tanto, la inversión en activos fijos creció un 5,8 por ciento, y la inversión inmobiliaria subió un 10,9 por ciento interanual. EE.UU. y China mantienen una guerra comercial que se ha traducido en aranceles mutuos por más de 360.000 millones de dólares. (DW, EFE, AFP)