Tras la fallida compra de la exclínica Sierra Bella por parte de la Municipalidad de Santiago, la inmobiliaria dueña del inmueble anunció que pedirán la materialización forzosa de la venta.
Fue a través de una declaración pública que la inmobiliaria San Valentino explica primero el contexto en que ellos compraron la exclínica, aludiendo a que fue en medio de un “apuro económico”, sumado a “la discusión que se llevaba a cabo en el proceso constituyente, que tenía como uno de los puntos más polémicos el fin del lucro en la salud”. Esto generó un “contexto específico que nos permitió adquirir la propiedad bajo condiciones de precio y valoración excepcionales”.
Y que después de una larga negociación, en que los antiguos dueños tuvieron otros intentos de venta frustrados con otros interesados, y ante la urgencia de liquidez de parte de los antiguos dueños pudieron “llegar a un acuerdo por el edificio sólo como inmueble, a un precio muy bajo, que es el conocido y expuesto por todos. Entendemos que comprar a un valor bajo, dentro de los márgenes establecidos por la ley, se encuentra permitido”.
De esa manera, desde San Valentino señalan que tras el rechazo a la propuesta de nueva Constitución y ya siendo dueños del inmueble, “las posibilidades de explotación del activo de salud (edificio médico e intangibles) volvieron a tener la expectativa de ser explotado para el uso específico que tiene, esto es como un centro de salud”. Y que el objetivo de la compra era “explotar directamente la clínica para un proyecto de salud propio, propósito para el cual estuvimos trabajando durante gran parte del año 2022 (con arquitectos, búsqueda de potenciales gerentes, etc)”.
Bajo ese contexto es que la Municipalidad de Santiago manifestó su interés en adquirir la propiedad.
Por ese interés, desde la inmobiliaria encargaron una valorización de activos fijos para obtener un parámetro del valor correspondientes a un recinto hospitalaria y de consultas médicas, es decir, “como un centro de salud (tanto el edificio médico como sus intangibles), ambos como un todo, por un experto en este tipo de valoraciones de manera de tener una noción que nos sirviera como referencia si es que la municipalidad avanzaba en su interés por adquirir el establecimiento de salud u otros fines similares, por cuanto esta alternativa significaba renunciar a nuestro proyecto”, explican.
Por ello es que critican a la alcaldesa de Santiago, pues fue la Municipalidad la que inició los contactos para la compra de Sierra Bella y que “miente al país al negar que el abogado Pablo Casanueva tenía mandato por parte de la municipalidad”. Además, aseguran que fue ella quien dirigió personalmente las negociaciones, “en la única instancia de negoción directa, quien cuenta con una preparación profesional altamente calificada”.
“Nos sentimos decepcionados y perjudicados por una serie de incumplimientos, irresponsabilidades, y falta de claridad mínima de la máxima autoridad municipal y sus equipos, la que a estas alturas raya en la total inexperiencia, y por qué no decir en la mala fe de la compradora, pues pretende desconocer sus obligaciones contraídas en un contrato válidamente suscrito y de buena fe por nuestra parte”, dicen.
Y apelan a que no sólo ellos se han visto perjudicados, sino que también, otros propietarios, a quienes la municipalidad les había entregado expectativas de compra.
Por todo aquello es que desde San Valentino anunciaron “acciones judiciales destinadas a perseguir el cumplimiento forzado de la compraventa, protegiendo nuestros legítimos intereses como vendedores”.
“Los negocios comprometen de manera seria y de buena fe a las partes, debiendo respetarse los actos suscritos, la palabra empeñada y las obligaciones correlativas contraídas. Es lo mínimo que se podría esperar especialmente por tratarse de un acto en el que se involucra una institución pública”, argumentan. (La Tercera)



