La derecha chilena se encuentra en un momento de definiciones y alta tensión de cara a las próximas elecciones, marcada por la necesidad de forjar alianzas que permitan alcanzar una mayoría efectiva en el Congreso.
Las declaraciones del presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, quien afirmó que «ni Chile Vamos, Republicanos ni el PNL son mayoría solos», han puesto el foco en la colaboración como la «única alternativa viable» para el sector.
ALIANZAS Y CORRELACIÓN DE FUERZAS: FACTORES CLAVE
Analistas coinciden en que la relación entre Chile Vamos y Republicanos es el eje central del futuro político de la centroderecha. El propio Ramírez, en Radio Agricultura, destacó que la derecha históricamente ha tenido mayoría en ambas Cámaras y tiene la responsabilidad de lograrla nuevamente.
El escenario se complica ante la posibilidad de que, si el candidato de Republicanos, José Antonio Kast, pasa a segunda vuelta, una parte del sector más liberal de Chile Vamos podría optar por no ser oficialista. Expertos subrayan que la diversidad de opiniones es una fortaleza, pero la tarea de unificar al sector no será fácil debido a las diferencias internas y la fragilidad histórica de sus alianzas.
La correlación de fuerzas en el próximo Congreso, especialmente entre los partidarios de Kast y los de la abanderada de Chile Vamos, Demócratas y Amarillos, Evelyn Matthei, será crucial.
OLA CONSERVADORA O RESISTENCIA DE CENTRODERECHA
El decano de la Escuela de Gobierno de la UDD, Eugenio Guzmán, instó a observar los resultados electorales para determinar si Chile Vamos logró «resistir esta ola emergente» hacia una derecha más conservadora. El analista plantea que la composición de la Cámara de Diputados será determinante, ya que un cambio similar al crecimiento del Frente Amplio en 2017 podría marcar una nueva hegemonía.
Por su parte, el experto Ernesto Ottone analiza el escenario de Matthei. Si la candidata no avanza a segunda vuelta, anticipa un alineamiento de la centroderecha en torno a otro candidato de derecha, aunque con «distinto entusiasmo». Ottone advierte que un fuerte crecimiento de la extrema derecha reducirá el rol de la centroderecha tradicional, la cual debe «salvaguardar un estilo distinto, menos extremo» para evitar «terminar jibarizados», comparando la situación con fenómenos europeos.
EXPERIENCIA Y UNIDAD
Tanto Ottone como la decana de la Escuela de Gobierno de la UAI, María José Naudon, resaltan la necesidad de la centroderecha de no perder su identidad ni su experiencia.
Naudon enfatiza que la centroderecha debe manejar una «tensión» clave: lograr la unidad necesaria para evitar el triunfo de la izquierda, sin que su propia identidad se diluya. La politóloga valora la capacidad articuladora de Chile Vamos, señalando que representa una forma de entender el país que entrega mayor gobernabilidad al poder aunar grupos diferentes.
En la misma línea, analistas cercanos a Matthei advierten que un eventual Gobierno de Kast enfrentaría una grave falta de cuadros técnicos y la experiencia necesaria para el control real del Estado. Estiman que se requieren cerca de 3.500 técnicos y que los Republicanos no cuentan con la base suficiente, obligándolos a depender de la centroderecha con experiencia. Esta falta de expertise haría que un Gobierno de Kast se asemejara a la inexperiencia inicial del Frente Amplio. (NP-Gemini-Antonia Ortíz, Carlos Saldivia, El Mostrador)



