Debate: candidatos evitan confrontarse en debate marcado por la mesura

Debate: candidatos evitan confrontarse en debate marcado por la mesura

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A solo tres domingos de la elección presidencial, los ocho candidatos se enfrentaron en un nuevo debate televisivo marcado por un ambiente de relativa calma y la irrupción de Johannes Kaiser en la «mesa grande» de las preferencias, luego de superar a Evelyn Matthei en la última encuesta Cadem. El formato, que buscaba agilidad con preguntas directas, derivó en una contienda con escasos emplazamientos y donde primó la estrategia de destacar propuestas sin molestar a los contendores.

La antesala del debate estuvo dominada por la especulación de un posible triple empate en la derecha, impulsado por el aumento de Kaiser. Sin embargo, el desarrollo del programa mostró que la mayoría de los candidatos optó por un perfil bajo. La candidata oficialista, Jeannette Jara, que lució un traje blanco, apeló a la tranquilidad, defendió la reforma previsional y se alineó con el discurso imperante: Seguridad, seguridad, seguridad.

En ese mismo tono, José Antonio Kast (corbata roja) insistió en que el país vive una «emergencia» causada por la mala gestión y llamó a votar por los candidatos de su pacto, una novedad. Evelyn Matthei, con un look también en blanco, buscó destacar su experiencia en «la calle combatiendo la delincuencia», subrayando que «una mujer puede hacerse cargo». Por su parte, Kaiser sorprendió enfocando su minuto inicial en la crisis demográfica, asegurando que buscará que Chile sea «el mejor país para ser mamá» a través de un sistema de doble PGU para madres con tres hijos.

En el bloque de Seguridad, Jara defendió el proyecto del Gobierno de usar militares en la frontera y apostó por el levantamiento del secreto bancario. Kast fue más allá y abogó por recuperar el control de las cárceles, citando los modelos de Italia y El Salvador, y planteó la creación de un registro de vándalos en una de las pocas refriegas dirigidas a Eduardo Artés.

Matthei abordó la migración, enfatizando que la prioridad en beneficios la tendrán los chilenos, pero buscando instalar una idea fuerza: la importancia de dar oportunidades a los jóvenes para frenar el delito. Por su parte, Kaiser llamó a despolitizar el Poder Judicial, argumentando que los políticos no deberían nombrar a los jueces para que estos no les deban favores, y criticó los «treinta años» de sistema garantista.

En el segmento de Economía, a Kast se le recordó su propuesta de recorte de US$ $6.000$ millones, la cual defendió explicando que se lograrán a través de ajustes en la eficiencia, austeridad y combate a los abusos. Matthei, que propone un recorte de US$ $8.000$ millones en cuatro años, utilizó su minuto de libre disposición para hablar del «rostro de mujer» de la pobreza en Chile.

Kaiser, en el mismo bloque, detalló su propuesta de PGU ampliada a las madres para abordar la crisis demográfica, y apostó por que Chile «vuelva ser el jaguar de Sudamérica». Jara, por su parte, se enfocó en una propuesta para las cuentas de luz que busca establecer un consumo básico vital de $85$ kilowatts para todos los hogares.

Finalmente, en el bloque de Política y Contingencia, la tensión cedió por completo. Matthei fue consultada sobre si apoyaría a Kast en una segunda vuelta, a lo que respondió que no apoyaría a nadie porque ella pasará, e insistió en que la disputa con el republicano había terminado: «Yo ya perdoné». Asimismo, Kast y Kaiser evitaron la reyerta que se olfateaba por la irrupción del libertario, con el republicano afirmando que nunca ha cambiado sus valores, aunque prioriza la emergencia de la crisis. Jara, en tanto, marcó distancia de la idea de indultar al frentista Mauricio Hernández Norabuena.

LOS CRUCES

El último debate televisivo entre los ocho candidatos a la Presidencia, organizado por Canal 13, elevó su temperatura en el bloque de preguntas cruzadas, donde los aspirantes dejaron de lado las estrategias timoratas para protagonizar directos intercambios sobre temas valóricos, política internacional y seguridad.

Uno de los momentos más tensos fue el cruce entre Marco Enríquez-Ominami (MEO) y el republicano José Antonio Kast. MEO interpeló a Kast recordando su historial como exdiputado, acusándolo de haber sido «muy cruel con las mujeres de Chile» por su posición pasada contra la anticoncepción en los Cesfam y la píldora del día después.

Kast, visiblemente incómodo, respondió pidiendo a MEO palabras sobre los abusos que han afectado a funcionarias de este gobierno. Sobre el tema valórico, el republicano cerró su intervención afirmando: «Yo jamás me metería en la cama de alguien. Sí puedo sugerir que los padres puedan saber si su hija va a tomar una pastilla del día después. Viva la libertad, no te voy a prohibir usar preservativo».

Otro foco de discusión se generó con la pregunta de Johannes Kaiser al exdirigente deportivo Harold Mayne Nicholls, consultándole si apoyaría una intervención militar de Estados Unidos en Venezuela. Mayne Nicholls rayó la cancha, rechazando categóricamente: «Yo no estoy de acuerdo que Estados Unidos sea el sheriff del continente», aunque aclaró no ser afín al régimen de Nicolás Maduro.

En un tema sensible para la candidata oficialista, Jeannette Jara fue requerida sobre si apoyaría el indulto solicitado por su colectividad para el exfrentista Mauricio Hernández Norambuena, condenado por el crimen de Jaime Guzmán. La exministra se distanció de la petición, señalando que, aunque es un tema de opiniones en su coalición, ella lo ve «bastante difícil». Además, Jara defendió al oficialismo de las críticas, asegurando que su papel en el próximo gobierno será de aporte.

Por su parte, Evelyn Matthei nuevamente fue consultada sobre si entregaría su respaldo a Kast en una eventual segunda vuelta, a lo que respondió tajantemente: «Yo no voy a darle el apoyo a nadie porque voy a pasar ya la segunda vuelta», convencida de que Chile necesita dejar atrás la polarización.

Finalmente, el debate terminó con un tenso enojo de Kast provocado por una pregunta de Mayne Nicholls, quien le consultó si, de ser presidente de una eléctrica con cobros erróneos, devolvería el dinero o se «haría el larry», lo que detonó la visible molestia del abanderado republicano. Por su parte, Eduardo Artés criticó al oficialismo, calificándolo de «izquierda indefinida, hidropónica sin propuestas de izquierda» por no hablar de socialismo y ser antiimperialista. (NP-Gemini-Emol-T13-La Tercera)