Una semana después de que el mandatario Sebastián Piñera se reuniera con los presidentes de partidos de oposición, y en la antesala de la votación de la reforma tributaria en la comisión de Hacienda de la Cámara, las directivas DC y PS se reunieron ayer para, según se explicó en la convocatoria de prensa, «retomar las conversaciones».
El llamado no fue casual: la última reunión bilateral de julio pasado culminó con claras diferencias entre los presidentes Fuad Chahin y Álvaro Elizalde, debido a la decisión democratacristiana de ejercer su rol opositor en forma autónoma. Pero ayer, ambas mesas resaltaron la necesidad de retomar el diálogo en el plano legislativo y político, y también para las elecciones municipales.
En la cita coincidieron en la necesidad de que la oposición se rearme a partir de un entendimiento fluido entre ambos partidos. «Tenemos que retomar las conversaciones. Pasó un año, que fue el del perfilamiento DC. Vamos a intensificar nuestro diálogo con los partidos con que hemos caminado tantos años juntos», manifestó Chahin, haciendo un gesto al PS: «Me cuesta imaginar una política de alianzas o pactos electorales de la DC que no considere como uno de sus socios más relevantes al PS».
En la misma línea, Elizalde agregó: «Nos interesa afianzar esta coordinación de dos partidos que han tenido entendimientos sustantivos y positivos para el país, estableciendo las necesarias coordinaciones para un trabajo adecuado opositor».
Así, la recomposición del entendimiento histórico entre ambos partidos vino a introducir complejidad al avance de la agenda del Gobierno. En la cita, por ejemplo, se coincidió en que las propuestas del Ejecutivo no han sido suficientes para que se apruebe mañana la idea de legislar en la comisión de Hacienda, en línea con el mensaje que dio el presidente de la instancia, el DC Pablo Lorenzini (ver B 2).
En ese escenario, ambos dirigentes concordaron dialogar con sus parlamentarios, para que la oposición vote en bloque. Y manifestaron, a la salida, que pese a las reuniones con Piñera, el Gobierno ha continuado no acogiendo sus planteamientos.
«Estamos decepcionados. Esperábamos que ese diálogo concluyera en una actitud distinta», dijo Chahin, alegando que el Ejecutivo aún no compensa en su propuesta, de forma suficiente y progresiva, la baja de la recaudación por la integración. «Esa compensación no la puede pagar la clase media. La DC no se va a mover ni un milímetro», dijo, secundado por Elizalde.
DEBATE OFICIALISTA
La discusión por la reforma tributaria también se apoderó de buena parte del comité político ampliado de ayer en La Moneda. Ya temprano, de hecho, presidentes de Chile Vamos manifestaban que la tramitación se dilataba más de la cuenta y que no se podía «perder más tiempo».
Así, desde el Ejecutivo transmitieron a los representantes oficialistas, en el encuentro, que se ha realizado «todo lo posible» para avanzar en este proyecto, relevándose las gestiones del Presidente Piñera ante los líderes de la oposición, que se repitieron ayer en una reunión con la mesa de la Cámara.
En el diálogo, además, se habría admitido que uno de los aspectos clave será el poder obtener el apoyo de miembros de la DC. Incluso, en la instancia se habría analizado que si ese partido rechaza la idea de legislar, tendría un «alto costo» para este, considerando que con ello entraría en la categoría de los «partidos obstruccionistas».
«Espero que se apruebe la idea de legislar y que la oposición no esconda sus argumentos. Ya se ha avanzado con algunos personeros de la oposición para que eso se concrete, en especial con la DC y algunos independientes, y se logren acuerdos por ahí», aseguró el presidente de RN, Mario Desbordes, al término de la cita. Su par de Evópoli, Hernán Larraín Matte, agregó que esperan que «la moderación prime en un debate muy importante para el crecimiento de la economía chilena».
El senador Andrés Allamand (RN), por su parte, fue más allá y sentenció que «lo que ha habido durante las últimas semanas es simplemente un juego de piernas para ganar posiciones para que, en definitiva, la oposición rechace. Tampoco creo que la DC vaya a tener la autonomía y el vigor político para aprobar la idea de legislar en forma autónoma a la oposición».
En la instancia, el Ejecutivo entregó además una minuta, en la que se señala que el Gobierno mantendrá «firme la decisión de entregar el tiempo y espacios de diálogo para llegar a consensos». En el documento se añade que «se mantendrá el sentido de urgencia y de hacer valer los objetivos prioritarios de la modernización tributaria», describiendo ventajas, como beneficios a pymes y a la clase media, y recalcando que «el apoyo a esta propuesta es transversal e incluye a exautoridades de la Concertación -como el exministro Alejandro Foxley (DC), 13 gremios mipyme, la OCDE y el FMI».
Sobre este debate, desde el Gobierno, el ministro Gonzalo Blumel (Segpres), expresó: «La oposición tiene que decir si está disponible o no para debatir. Si no quiere, tendrá que dar las razones». (El Mercurio)


