Congraciarse con Parisi

Congraciarse con Parisi

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El peor error que podría cometer el candidato de la derecha chilena, José Antonio Kast, es tratar de congraciarse con Franco Parisi para atraer a las personas que votaron por el candidato del Partido de la Gente en primera vuelta. Si bien es comprensible que Kast quiera buscar el apoyo de esos votantes, el mejor camino para llegar a esos electores no es buscando la venia de Parisi. Al contrario, en la medida que Kast equivocadamente busque congraciarse con Parisi, más distancia marcará el abanderado de la derecha chilena con esos votantes que desconfían de la élite y rechazan las negociaciones entre miembros de la élite que dejan fuera a los chilenos de a pie.

Para muchos, el 19,7% de los votos que recibió Parisi en primera vuelta fueron una sorpresa. Pero desde hace varios años, las encuestas vienen mostrando sistemáticamente que un porcentaje creciente de los chilenos desconfía de las élites y aprovecha de castigarlas cada vez que tiene la oportunidad. Si bien el eje ideológico izquierda-derecha sigue definiendo de buena forma cómo se ordenan los chilenos, hay también un clivaje que divide a los chilenos entre los que confían y los que desconfían de la élite. Los votos de Parisi en primera vuelta reflejan la creciente fuerza electoral de esos chilenos que están descontentos y molestos con la élite.

Pero precisamente porque esas personas rechazan a la élite, cualquier señal que pudiera dar Parisi llamando a votar ya sea por Kast o por la candidata del oficialismo, la comunista Jeannette Jara produciría una reacción de rechazo en muchos de esos votantes. Si Parisi actúa como si él fuera el dueño de esos votos, muchos de esos votantes decidirán castigar al locuaz economista y a la candidatura que apoye Parisi. Por eso, Parisi, que conoce a sus votantes, prefiere insistir en que la mayoría de esos votos optará por anular en segunda vuelta. Con eso, Parisi puede criticar por igual a la candidatura de Kast y a la de Jara, fomentando así su mensaje de que él no es ni facho, ni comunacho.

De ahí que tiene poco sentido que Kast, o que la propia Jara, busquen el apoyo de Parisi. Ni Parisi puede influir en sus votantes de primera vuelta ni los candidatos en segunda vuelta necesitan pasar por Parisi para convencer a esos votantes.

Los votantes de Parisi creen en el modelo económico y quieren ser beneficiaros del sistema de libre mercado. Pero ese electorado también cree que el gobierno del Presidente Boric ha hecho las cosas mal y dudan de las propuestas a favor de fortalecer el Estado que abundan en el programa de Jeannette Jara. Los votantes de Parisi pueden querer más subsidios y mejores pensiones, pero no quieren más empleados públicos ni más poder para los partidos. Esos votantes no se compran el mensaje izquierdista a favor de más Estado. Por cierto, tampoco miran con buenos ojos que la candidata de la izquierda milite en un partido que llama a eliminar la propiedad privada y combatir el capitalismo.

Por otro lado, los votantes de Parisi también dudan de la derecha tradicional y del gran empresariado. Aunque gustan del modelo económico, desconfían de la élite capitalista nacional. En la medida que el empresariado se alinee detrás de Kast -después de haber apoyado a Matthei en primera vuelta- el votante de Parisi tendrá más razones para dudar de la conveniencia de votar por Kast. Si Kast busca acercarse a Parisi, el candidato de derecha confirmará ante los ojos de los votantes de Parisi la sospecha de que el líder del Partido Republicano es parte del problema de ese empresariado elitista y discriminador que protege a los abusadores y normaliza la colusión.

Para atraer a los electores de Parisi, Kast deberá demostrar que él defiende el modelo y no a aquellos miembros de la élite que históricamente se han beneficiado de éste. Para ganarse el voto de los que apoyaron a Parisi en primera vuelta, Kast deberá convencer a esos votantes que él viene a democratizar el modelo y crear puentes para que todos los chilenos -especialmente aquellos de la clase media emergente- puedan entrar a la tierra prometida.

Es posible que Kast no necesite a los votos de Parisi para ganar la elección. El débil desempeño de Jara en primera vuelta tiene a Kast a un paso de ganar la votación de segunda vuelta. Pero para poder ser un presidente exitoso que goce del apoyo mayoritario de los chilenos, Kast deberá liderar un gobierno que cumpla con los sueños y las expectativas de los votantes de Parisi. Para ser un presidente transformador, Kast deberá ampliar el alcance del modelo para que beneficie principalmente a esa clase media emergente. Si lo logra, asegurará apoyo popular y logrará también debilitar el apoyo que logró Parisi en primera vuelta. Precisamente porque los votantes de Parisi no son leales, sino que buscan su propio beneficio, Kast debe hablarles directamente y convencerlos de que el camino para la tierra prometida del consumo y del capitalismo pasa por que la derecha vuelva al poder. (El Líbero)

Patricio Navia