El optimismo de los empresarios volvió a debilitarse durante abril. Así lo refleja el Índice Mensual de Confianza Empresarial (IMCE), reporte preparado en conjunto por Icare y la Universidad Adolfo Ibáñez, a través de una encuesta aplicada a un panel de ejecutivos y dueños de negocios de distintos sectores económicos, sobre sus expectativas para la economía y sus organizaciones.
El IMCE correspondiente al mes de abril alcanzó un valor de 52,08 puntos, lo que refleja una caída de 1,93 puntos. Se trata del segundo retroceso consecutivo, luego de la caída del 0,16 punto de marzo. Además, es 2,33 puntos menos de lo que mostraba en abril del año pasado. No obstante, el indicador se mantiene en el área optimista por sobre los 50 puntos, nivel en que las expectativas negativas se equiparan con las positivas.
“El IMCE se mantiene en zona levemente optimista, pero la trayectoria que ha mostrado en los meses recientes ejemplifica una atenuación paulatina en expectativas favorables por parte de los empresarios”, dice Juan Pablo Medina, académico de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez. “Así, a pesar de que el año pasado se observó un crecimiento muy bueno en el PIB y buenas perspectivas empresariales en la primera parte del 2018, esta dinámica no se ha mantenido en lo que va de este año”, complementa.
Las razones para este cambio de tendencia es atribuido al ambiente legislativo de los últimos meses y a la sensación de incertidumbre sobre reformas económicas que, hasta hace un tiempo, se daban por seguras. “La leve baja registrada da cuenta de la necesidad de que el Congreso despeje a la brevedad las reformas pendientes, porque mientras ello no ocurra, no podremos contar con reglas claras y estables en áreas relevantes para la confianza empresarial, como son la normativa tributaria, laboral y de pensiones”, dice Álvaro Merino, Gerente de Estudios de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami).
CONFIANZA POR SECTORES
El análisis sectorial muestra que tres de los cuatro sectores analizados mostraron retrocesos en sus niveles de optimismo, aunque en distintas magnitudes. Solo el sector comercio registró un alza en el mes, aunque fue solo leve: pasó de 55,47 a 55,85 puntos. No obstante, se mantiene muy por debajo de los 61 puntos que mostraba hace un año y cuando era el sector con los mayores niveles de optimismo hacia el futuro.
Por su parte, el sector de minería cayó en 1,91 punto, pese a lo cual se mantiene con un indicador de 62,02, el más alto de todos. El sector construcción cayó 2,34 puntos, hasta los 52,24, lo cual lo mantiene en zona optimista.
“Cabe destacar las positivas expectativas empresariales de los sectores minería, construcción y comercio, los que en conjunto generan el 26% del PIB”, dice Merino, de Sonami.
Distinta es la tendencia que ha seguido el sector industrial, el que retrocedió en 3,3 puntos, la mayor declinación de todas y que lo hunde hasta los 44,44 puntos, muy adentro en zona pesimista, y con siete meses sin tocar terreno optimista.
De acuerdo al reporte, los hombres de negocios que respondieron señalaron que en abril, las presiones de salarios disminuyeron levemente con respecto al mes anterior, mientras que las presiones sobre empleo no variaron. Las inversiones planeadas subieron en el mes (2,1 puntos superior), mientras que el uso de la capacidad instalada disminuyó en 0,6 puntos con respeto al mes anterior.
La demanda actual se ve restrictiva (menor que el mes anterior), los inventarios sobre el nivel deseado (menor al mes anterior), las presiones de costos disminuyeron, la situación general del negocio se encuentra en niveles optimistas (58,9), menor al mes pasado, y la apreciación general sobre la economía chilena se ubica en niveles optimistas, con 64,4 puntos. (El Mercurio-Minería Chilena)