Cónclave presidencial: resolución de «diferencias ideológicas profundas»

Cónclave presidencial: resolución de «diferencias ideológicas profundas»

Compartir

“De nada sirven las polémicas y diferencias por la prensa. Necesitamos trabajar unidos y unidas para avanzar en las urgencias ciudadanas, ese es el principal sentido de realidad que tenemos que tener hoy”, salió a decir la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, el pasado lunes 24 de octubre.

Las palabras de la titular de la Secretaría General de Gobierno (Segegob) marcaban el clima al interior del oficialismo, a días del cónclave que convocó el Presidente Gabriel Boric para este domingo 6 de noviembre, a partir de las 14:00 horas, en cerro Castillo, Viña del Mar. Los asistentes aseguran que es probable que haya ajustes de cuentas por situaciones ocurridas las últimas semanas.

El objetivo de esta reunión, que la ministra Vallejo describió el señalado lunes como el “encuentro político más grueso del Gobierno”, es mejorar la relación en el oficialismo de los dos grupos que lo componen, Apruebo Dignidad –FA, PC y FRVS– y Socialismo Democrático –PS, PPD, PL, PR–.

Se buscará reflexionar sobre lo que han sido los primeros meses del Gobierno, y redefinir las urgencias, así como los relatos y focos que tendrá la coalición de aquí en delante, específicamente en vista de la debacle electoral del 4 de septiembre, cuando perdió la opción apoyada por La Moneda, el Apruebo.

A la reunión en cerro Castillo fueron invitados los presidentes de los partidos y los parlamentarios de las respectivas bancadas que son parte de las coaliciones base del Gobierno, incluyendo a los independientes, los cuales no habían sido incluidos previamente a reuniones por partido que convocó el Mandatario antes del plebiscito.

El encuentro se da en un momento en que ha bajado la aprobación del Mandatario en 13 puntos, y se espera zanjar la disyuntiva entre moderar las reformas o mantener la impronta inicial del programa gubernamental. Además, la reforma tributaria ya está en el Congreso y se anunció que esta semana se ingresará la de pensiones.

«DIFERENCIAS IDEOLÓGICAS PROFUNDAS»

El lunes pasado, Vallejo se refería a los dichos del senador Juan Ignacio Latorre, presidente de Revolución Democrática (RD), uno de los tres partidos que conforman el Frente Amplio –la coalición que alberga al partido del Presidente Gabriel Boric–.

En entrevista con El Mercurio, el 23 de octubre, dijo sobre quienes forman parte de Socialismo Democrático, o la ex Concertación, que «tal vez ellos tienen una historia de falta de lealtad política con sus liderazgos, pues ni a (Michelle) Bachelet ni a (Ricardo) Lagos los trataron muy bien. Entonces, que no vengan a decirnos cómo gestionar una coalición, porque en su momento también tuvieron crisis”.

Las reacciones del grupo interpelado no demoraron en salir. El senador socialista Fidel Espinoza aseguró que los dichos del timonel de RD constituían “un claro ejemplo de la soberbia que tienen muchos dentro del Gobierno, que no han entendido nada. Que después del fracaso del 4 de septiembre todas las cosas siguen igual”.

El diputado Juan Santana (PS) interpeló a Latorre a través de Twitter. “Uno de los principios básicos de cualquier gobernante es construir mayorías. Solo le recuerdo nuestra realidad al interior del Congreso Nacional, lugar donde el programa de nuestro Gobierno debe hacerse carne”. Algunos, en privado, dicen que la actitud del presidente de RD fue imprudente. Estiman que él «debería tomar un rol de puente” por ser el único senador del Frente Amplio –de Apruebo Dignidad hay un total de cinco senadores, uno del FA (Latorre), dos del PC y dos de la FRVS–.

Ese lunes, tras el revuelo que causaron sus palabras, Latorre señaló que «desde antes que asumiera el Gobierno, desde sectores de la ex Concertación, no ha pasado una semana en que no han criticado públicamente al Frente Amplio, a Apruebo Dignidad, al Gobiernoy no me quejo, es parte de la política (…), tenemos que hacer todos un esfuerzo de síntesis intergeneracional y de buscar nuevas recetas».

En el comité político ampliado de ese día –al que asisten los ministros del consejo político, más los presidentes de partidos del oficialismo–, asistentes aseguraron que Paulina Vodanovic, presidenta del PS, y Natalia Piergentili, del PPD, le manifestaron personalmente a Latorre la molestia que provocaron sus dichos. Algunos que estuvieron allí afirman que “no lo notaron con autocrítica, lo justificó”, y relatan que explicó que su militancia se ha visto insultada por gente de Socialismo Democrático.

Precisamente dentro de Socialismo Democrático las palabras del senador Latorre, previo al cónclave oficialista, denotan algo más profundo que solo una polémica por la prensa. Sostienen que las diferencias entre ambas coaliciones se hacen cada vez más profundas, más allá de los cargos o la conformación del Gobierno: «Tenemos una mirada del Estado, seguridad, recuperación económica, comercio internacional, diferente. Tenemos diferencias ideológicas profundas”.

Describen, en privado, que “el acto de gobernar ha hecho que se develen con mayor profundidad las diferencias”. Expresiones que recuerdan a lo que, el 3 de agosto en un programa vía Twitch, señaló el ahora ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, mientras ocupaba el cargo de enlace con el Congreso: “Nuestra escala de valores y principios en torno a la política no solo dista del Gobierno anterior, sino de una generación que nos antecedió», dijo en la ocasión Jackson. Palabras que en ese momento también causaron molestia en Socialismo Democrático y por las cuales el secretario de Estado se disculpó.

Los manifestado por Latorre hizo eco esta semana. Natalia Piergentili, presidenta del PPD, dijo –en entrevista con El Mercurio este martes 1 de noviembre– que “me parecieron innecesariamente rudas las declaraciones de Latorre, porque nosotros no andamos dando cátedra ni de moral ni de comportamiento, ni de cómo se hacen las cosas”.

SUSPENDIDA REUNIÓN DE PROCESO CONSTITUYENTE

El miércoles pasado, 26 de octubre, se vio al presidente de Convergencia Social, Diego Ibáñez, y al diputado Guillermo Ramírez (UDI) discutiendo en una escalera del Congreso. Ambos diputados forman parte del llamado Grupo de los 8, que tras la derrota del Apruebo el 4 de septiembre se sentaron a negociar un acuerdo en torno al nuevo proceso constituyente.

Discutían por la suspensión del encuentro fijado para ese día a las 14:00 horas en el Congreso. Ya habían llegado hasta Valparaíso la presidenta del PPD, que se encontró con la sorpresa de que se había cancelado el almuerzo.  “No sé si el PC o el Frente Amplio no quieren llegar a acuerdo”, aseguró la timonel del PPD, consultada por Ex-Ante.

«El punto es que quieren llegar a acuerdos con sus posiciones. Y resulta que aquí somos dos coaliciones donde ha habido matices de cómo enfrentar la negociación de este segundo tiempo sobre el mecanismo. Y allí es donde se han generado ciertas asperezas y donde nosotros, en este caso yo, como partido, hemos hecho valer también nuestras legítimas posiciones. Entonces, efectivamente, al haber un pseudodesorden en el lado oficialista, hay que retrasar un poco la negociación para ponernos de acuerdo”, agregó.

Parlamentarios de Socialismo Democrático recalcaron que no fue una señal positiva, y cercanos a las presidencias de los partidos de este grupo aseguran que evaluaron que dichas prácticas son las que provocan que la gente se vaya desentendiendo del proceso constituyente, ya que lo atrasan. En tal sentido, puntualizaron que hacían ver «débil» al oficialismo.

La situación produjo además que las cabezas de Socialismo Democrático considerasen que no toda la coalición «entiende las consecuencias de perder el 4 de septiembre de la forma en que perdimos. Creen que solo fue por convencionales irresponsables. Esto tiene consecuencias para adelante”, subrayan. Y añaden que se debe estar dispuesto a ceder en algunos puntos de las conversaciones, ya que hoy la derecha tendría «la sartén por el mango”.

LA MOLESTIA PC POR DECISIÓN DE CANCILLERÍA SOBRE EL TPP11 

“La experiencia que llevamos como coaliciones que apoyamos al Gobierno del Presidente Boric es que, cuando existen diferencias como fue el TPP11, estas se puedan procesar. Previamente concertar una estrategia y un curso en común”, explica el diputado Luis Cuello (PC) a El Mostrador.

Guillermo Teillier, presidente del Partido Comunista, en entrevista con El Siglo, calificó la diferencia que originó el TPP11 al interior del oficialismo como «la más complicada». «Quien puso en el tapete esta discusión sabía que se producirían fisuras que, si bien es cierto no ha significado rompimientos, ha causado daño al Gobierno ante la opinión pública de izquierda y sectores progresistas”, dijo el 22 de octubre.

Nueve días después de la aprobación del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP) –o más conocido como TPP11– en el Congreso el 11 de octubre, la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola (cercana al Partido Socialista), estableció un período de “hasta fin de año” para que el Presidente ratifique el pacto comercial. Fijando así un plazo para negociar con los países integrantes.

Dicho anuncio marcó un cambio en la estrategia del Ejecutivo, que hasta ese momento era la de esperar los resultados de las negociaciones a través de las side letters (cartas bilaterales) con los otros 10 países miembros del tratado, para mantenerse fuera de los mecanismos de solución de controversias entre un inversionista y un Estado, uno de los aspectos que inquieta a La Moneda.

“Si había cambio de opinión, se debió haber procesado antes con las distintas coaliciones. En todo el proceso en que revivió el TPP11 no hubo un diálogo con las bancadas del Partido Comunista”, indica un parlamentario del PC.

«La actuación del Gobierno en todo lo que ha sido el TPP11 ha sido confusa, y creo que justamente ese es uno de los temas que vamos a analizar en el famoso cónclave que está convocando el Gobierno”, aseguró el senador Daniel Núñez (PC), en Radio Pauta, el 26 de octubre.

“Esto de no saber muy bien qué se opina, terminar diciendo una cosa, contradecirse, dar una palabra pública, después al otro día decir otra que va en otra línea, confunde mucho a la ciudadanía y también genera desazón en aquella gente que se ha mantenido firme, a pesar de las dificultades, apoyando al Gobierno”, agregó.

Al interior de la colectividad señalan que es claro que el tratado no estaba en el programa gubernamental, y que las fuerzas que componen Apruebo Dignidad –PC, FRVS y FA– siempre han tenido una posición crítica ante el mismo. La alteración de rumbo no se interpretó como “la mejor forma de procesar las diferencias”.

LA PUGNA DE FONDO: PROGRAMA «EN PIEDRA» O RECALCULAR MEDIDAS

“El programa es una carta de navegación, pero no está escrito en piedra”, asegura el presidente del Partido Liberal, parte de Socialismo Democrático, Patricio Morales. “La seguridad y la recuperación económica producto del contexto internacional nos obligan a readecuar nuestro programa y tener prioridades”, agrega. Y explica que junto al Gobierno se debe ser capaz de “darle una jerarquía, prioridades y realismo”.

Por su parte, Paulina Vodanovic, cabeza del Partido Socialista, dice que se deben “evaluar prioridades legislativas y el impulso a esas tareas”.

Las declaraciones van en línea con lo que presidentes y parlamentarios de Socialismo Democrático plantean en privado. Esperan que en el cónclave el Gobierno actúe con pragmatismo y establezca de manera clara que recalculará las reformas estructurales, «que irá paso a paso», y que sea claro con los integrantes del oficialismo y la ciudadanía sobre qué reformas podrá hacer. Subrayan la reforma tributaria, que ya está en el Congreso, y avances en materias de seguridad, como los mínimos.

Enfatizan que este cambio en los tiempos y una pausa en algunas transformaciones son necesarios por la contingencia: la debacle electoral para el Gobierno el 4 de septiembre, el aumento en el costo de la vida y la percepción de inseguridad en la ciudadanía.

“Los que quieran decir que hay que hacer la totalidad del programa creo que están equivocados de lo que significa ser Gobierno”, dispara Patricio Morales, refiriéndose al otro enfoque que se empujará en el cónclave de este domingo. La presidenta del PPD dijo, en su entrevista con El Mercurio de este martes 1 de noviembre, que “hay algunos más enamorados de la ruta que del punto de llegada».

“No son los códigos ni las palabras de la Concertación las que nos guían”, precisó el senador comunista Daniel Núñez en Radio Pauta el 26 de octubre. El diputado Luis Cuello, por su parte, sostiene que en el cónclave oficialista se debe notificar a ambas coaliciones «el sello profundamente transformador de este programa de Gobierno. Es un mandato que se expresó en las urnas con mucha fuerza, impulsar la reforma tributaria, la previsional y la de salud”.

Al interior del PC aseguran que están en conocimiento de que “salen voces por el lado diciendo que se debe poner pausa a las transformaciones”, pero apuntan a que el encuentro servirá para sincerar posiciones e identificar la voluntad de las distintas fuerzas y que el objetivo debe ser “consolidar el programa transformador de Gobierno”.

Explican también que tienen en cuenta que el oficialismo no cuenta con mayoría en el Senado ni en la Cámara Baja y que eso pone la ejecución del programa gubernamental «cuesta arriba». Sin embargo, apuntan que, a pesar de la contingencia, el mandato popular está radicado en la votación que obtuvo el Presidente Boric en segunda vuelta y las fuerzas parlamentarias que fueron elegidas con un programa. Así, son enfáticos en señalar que no se puede renunciar a hacer todos los esfuerzos posibles por cumplir con el programa.

El senador Daniel Núñez, en la señalada entrevista en Radio Pauta, dijo que independientemente de que se debe recuperar y ganar al segmento que votó Rechazo, no se puede descuidar al 38% del Apruebo.

Describen que para impulsar las grandes transformaciones se deben hacer esfuerzos para que la ciudadanía las empuje, ya que establecen que es fundamental “el juicio de la población» para que las reformas tomen impulso en el Congreso.

Teillier lo puntualizaba en entrevista con El Siglo, cuando dijo que “hay reformas o medidas del Gobierno que difícilmente puedan avanzar si no se hacen carne en el sentimiento popular, por ejemplo, la tributaria o la de pensiones. Y el partido se dispone a fortalecer esa relación con las organizaciones sociales (…)”.

“Esperamos propuestas para construir mayorías en el Parlamento, pero también para construir mayorías sociales fuera de los márgenes de la política nacional, donde la sociedad civil y los movimientos sociales siguen levantando demandas que no han sido recogidas”, manifiesta Diego Ibáñez, presidente de Convergencia Social, el partido del Presidente y uno de los tres que componen el Frente Amplio.

ACUERDOS PREVIOS: R. TRIBUTARIA, PREVISIÓN Y AFINAR GOBERNANZA

“La mejor manera de conectar con la ciudadanía es trabajando en cosas concretas y eso es lo que les queremos transmitir a todos, es una responsabilidad país”, dijo el pasado lunes 24 de octubre la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo.

Los dirigentes de distintos partidos de las coaliciones base del oficialismo aseguran que, superada la instalación de Gobierno, ahora hay que empezar a mostrar resultados, la implementación de las reformas. Casi todos concuerdan en que es clave que en el cónclave se ponga como foco impulsar las reformas tributaria y de pensiones.

“Hay que asegurar un contexto de seguridad en Chile, enfrentar la recuperación económica, implementar la reforma tributaria, para poder realizar una gran reforma estructural. Me parece que un Gobierno con esos cuatro componentes es uno sumamente exitoso”, subraya Patricio Morales (PL).

“Hay que mejorar la forma de hacer las cosas y establecer una agenda más clara y robusta a la población, que la sienta suya y no se contraponga al cumplimiento del programa, que vaya dando respuestas concretas a demandas que son acuciantes frente a situaciones como las alzas de precios, la delincuencia, la salud, la vivienda, el empleo. Más aún cuando, al parecer, se acercan momentos más difíciles para nuestra economía”, aseguró Teillier (PC) en entrevista con El Siglo.

En reserva, integrantes del oficialismo muestran reparos con lo que ha sido la gestión gubernamental: “Lentitud en algunas materias, ha faltado mostrar los avances, con un escenario comunicacional desventajoso”, recalcan.

El diputado comunista Luis Cuello apunta a que se debe “afinar la gestión del Gobierno, que lleguen a la gente las políticas en torno a la seguridad y materia económica”.

Agregan que se deben reforzar los ministerios más allá de los que conforman el comité político –Interior, comandado por Carolina Tohá (PPD); Hacienda, por Mario Marcel, cercano al PS; Trabajo, por Jeannette Jara (PC); Secretaría General de Gobierno, por Camila Vallejo; y Secretaría General de la Presidencia, con Ana Lya Uriarte (PS) a la cabeza–, a fin de mostrar más avances en las diferentes tiendas, como para que no todos los dardos de la contingencia le lleguen al Presidente y así conferirle un mayor blindaje. (por María Arriagada, El Mostrador)