Con Evelyn Matthei, volvamos a rechazar

Con Evelyn Matthei, volvamos a rechazar

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Este 4 de septiembre se cumplen tres años desde que los chilenos rechazamos con un contundente 62% el proyecto refundacional de la Convención Constitucional. No fue solo el rechazo a un texto mal hecho. Fue, sobre todo, la defensa de nuestra democracia, de la separación de poderes, de la unidad territorial y de los derechos de las personas.

Fue también el triunfo de la sensatez sobre la polarización. Ese día, como lo señaló con claridad el expresidente Eduardo Frei, el país evitó entrar en una “dictadura constitucional” que ponía en riesgo la esencia misma de los valores de nuestra República.

Lo que ocurrió entonces fue histórico: personas que por décadas habían votado distinto se unieron por una causa mayor. Exministros de Michelle Bachelet, como René Cortázar y Ximena Rincón, hasta quienes desde Chile Vamos llevábamos años defendiendo la libertad y el progreso de Chile, fuimos capaces de construir un esfuerzo común. Esa amplitud y esa generosidad nos permitieron derrotar un proyecto que pretendía aniquilar la historia institucional de Chile.

Hoy, guardando las proporciones, enfrentamos una coyuntura muy parecida. Hay quienes no han renunciado a su afán de refundación y que podrían peligrosamente ocupar un escaño en el Congreso.

Además, la candidata de la continuidad del gobierno de Gabriel Boric, la exministra Jeannette Jara, no solamente es militante de un partido que no ha renunciado una coma a su ánimo radical, sino además ella misma tuvo una activa participación en los hechos que circundaron la violencia de la época. ¿Acaso pretenden que se nos olviden sus efusivos discursos, retratados en videos de redes sociales, mientras posaba con la polera del perro “mata-pacos”?

Por eso el país necesita volver a rechazar. Rechazar un segundo gobierno de la izquierda radical. Rechazar a quienes promueven divisiones y maximalismos. Rechazar a los que no entienden que Chile necesita estabilidad, crecimiento y acuerdos, no aventuras ideológicas ni polarización.

La única alternativa capaz de reeditar esa fuerza amplia y transversal, ese 62% de chilenos que se expresó en el 2022, es la candidatura de Evelyn Matthei. Porque al igual que en el plebiscito, su proyecto político representa la convergencia de mundos distintos que coinciden en un diagnóstico común y en soluciones viables para el país. En ella confluye una alianza que sabe construir sobre acuerdos, que tiene un compromiso intransable con la democracia y el progreso, y que, en definitiva, ofrece gobernabilidad.

Por eso, así como en 2022 Chile supo rechazar un camino equivocado, este noviembre debemos rechazar la opción de seguir atrapados en la radicalidad.

La candidatura del Partido Comunista debe ser rechazada por una mejor. Por una que permita recuperar la estabilidad, la confianza y la capacidad de crecer, con acuerdos amplios y con voluntades que se suman, además de la fuerza y la convicción (necesaria, pero no suficiente). Y ese espacio lo brinda Evelyn Matthei.