Comando de Narváez proyecta puentes con FA y se distancia del bacheletismo

Comando de Narváez proyecta puentes con FA y se distancia del bacheletismo

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Este martes 23 de febrero en la tarde, la candidata presidencial del Partido Socialista, Paula Narváez, y su recién nombrado equipo de campaña tuvieron oficialmente su primera reunión de trabajo. Una cita en la que se coordinaron los pasos de su nuevo comando, ya con nombres y cargos determinados.

La primera tarea de la abanderada PS es trasladarse a Santiago para comenzar el trabajo en terreno y mejorar su posicionamiento en las preferencias. Por ahora, y hasta que no sepa bien el futuro de la preprimaria con el PPD, la sede del Partido Socialista servirá como centro de operaciones. Ahí se instalará el trabajo grueso de la exministra de Bienes Nacionales, Nivia Palma (61, en la foto principal), quien asumió como la jefa de campaña de Narváez.

Si bien tiene una larga trayectoria política de más de 40 años, con un pasado ligado a la Izquierda Cristiana que la ha llevado a ir y volver del PS, en el partido de calle Paris no son pocos los que califican su nuevo rol como «una apuesta» de la candidata.

Su designación causó sorpresa en algunos socialistas tanto por su perfil y por cómo se dio la salida de la que hasta el lunes fue la coordinadora política del equipo, Paulina Vodanovic. Aunque no ostentaba la etiqueta de generalísima, la presidenta del directorio de la Fundación Horizonte Ciudadano -ligado a la expresidenta Michelle Bachelet- duró solo un mes en su cargo. Y si bien hoy seguirá apoyando la campaña en segunda o tercera línea, lo cierto es que por el momento no tiene un rol definido.

Las razones de la salida de Vodanovic tiene varios componentes, dicen en el PS. Con las dudas del PPD sobre una consulta ciudadana para llevar un solo candidato de la «izquierda democrática», los plazos y énfasis iniciales cambiaron. Ante la posibilidad de que el Consejo General del PPD deseche el acuerdo de las directivas de Heraldo Muñoz y Álvaro Elizalde, ya no solo se mira a una primera etapa hasta la segunda quincena abril, fecha para la eventual preprimaria, sino que se planifica más a la largo plazo: para el escenario del 4 de julio.

Lo otro que habría pesado fueron los roces que tuvo con el petit comité de Narváez, el equipo de instalación que aconseja desde diciembre a la candidata socialista. Ahí, la poca experiencia en campañas de Vodanovic y el estilo del núcleo duro de Narváez pasaron la cuenta, detallan las mismas fuentes. También, se sumó un factor extra: su eventual postulación a la Corte Suprema en uno de los cupos para abogados externos, que en caso de resultar sería incompatible con la campaña. 

La decisión de Vodanovic se zanjó la semana pasada. Antes de salir del equipo ayudó a Narváez a visar el aterrizaje de Palma. Incluso, se intentó coordinar una bilateral más formal para hacer el traspaso, pero por motivos de fuerza mayor -hasta el cierre de esta edición- esa cita no se concretaba y solo a través del teléfono o Whatsapp han mantenido contacto.

«Una campaña requiere un equipo y la candidata tiene que ponderar, evaluar y eso ha ocurrido. Estamos en un periodo muy breve. Y no veo que eso implique ningún trauma. Esto parte de los procesos naturales de la organización de una campaña política», dijo a PAUTA el diputado Manuel Monsalve, quien debutó el lunes 22 de febrero como el nuevo coordinador político del comando de Narváez.

¿SALE UNA PARTE DEL BACHELETISMO?

En el equipo de la exvocera definen a Nivia Palma como una mujer ligada al mundo de la cultura con lazos transversales en la centroizquierda y también en los lotes internos del PS. Por ejemplo, desde su juventud tiene buena relación con el senador Elizalde, el exsubsecretario del Interior Mahmud Aleuy, y el exdiputado PPD y hoy jefe territorial de la campaña de Heraldo Muñoz, Marco Antonio Núñez. En algún momento fue reconocida su cercanía con Camilo Escalona y la Nueva Izquierda -facción del PS a la que también pertenece Narváez- y que dejó al renunciar junto con su marido, el exdiputado Sergio Aguiló, a las filas socialistas el 2011. Ambos volvieron el 2018, tras la disolución de su partido, la Izquierda Ciudadana. 

En el núcleo duro de la candidata, su lazo más directo es el que tiene con el exjefe de gabinete de  Narváez, Leopoldo Pineda. En ese mismo grupo es donde describen a Palma como una política histórica, evangélica, un «rostro no tan expuesto» en la primera línea y también, como una «bacheletista» más. 

Este punto no es menor, porque con la salida de Vodanovic, esa etiqueta más clara del bacheletismo y su rol en la campaña queda expuesto. En especial, cuando los primeros metros de la carrera presidencial de Narváez estuvieron marcados por el apoyo público de la exmandataria. Con su firma Bachelet ungió a su exjefa de gabinete como su carta presidencial.

«Querer instalar el debate respecto de qué tan bacheletista o no bacheletista es un determinado candidato presidencial, es mirar hacia atrás y no mirar hacia adelante y creo que ese es un error», señaló Monsalve.

LOS OTROS GUIÑOS y ¿NUEVO FAIR PLAY?

Junto a Palma y el diputado Monsalve, también llegaron el economista Daniel Hojman, quien estará a cargo del programa y el sociólogo Gonzalo Tapia, quien estará a cargo de la estrategia.

En el caso de Hojman, su designación, dicen en el entorno de Narváez, corresponde a un guiño que traspasa las barreras de la Unidad Constituyente. Doctor en Economía de la Universidad de Harvard y profesor de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile es independiente ligado a la centroizquierda, pero tiene buena llegada en algunos sectores del Frente Amplio. Por ejemplo, en los inicios de RD fue escuchado en los encuentros de formación y ha escrito algunos estudios académicos con personeros de las filas frenteamplistas.

Las propuestas que se levanten en este grupo pueden ser clave en la diferenciación de la carta PS del resto de bloque, más cuando el Frente Amplio vive por estos días su propio análisis presidencial, con el diputado Gabriel Boric a la cabeza de las preferencias.

Pero el ajuste interno de la campaña PS, también fue visto con atención en los comandos vecinos. Hace apenas 10 días Vodanovic se había reunido con la generalísima de Heraldo Muñoz, la exsubsecretaria de Economía, Natalia Piergentili, para acordar un fair play entre los comandos a la espera de la confirmación o no de la preprimaria. Lo que ahora, con los nuevos actores, queda un poco en foja cero.

Si bien Piergentili y Palma se conocen -ambas trabajaron mano a mano el 2016 en entrega de la administración del Parque Nacional Rapa Nui a la comunidad Mau Henua-, su relación actual es menos directa de la que tenía la jefa de campaña del PPD con la exsubsecretaria de Fuerzas Armadas.

«Nosotros no necesitamos una primaria, ya fuimos. Estamos tratando de reconstruir el partido porque quedó muy fracturado, pero Narváez sí necesita valerse de una primaria. Incluso, más que el PPD», dice un importante dirigente de este último partido.

De hecho, entre los abanderados surgió la primera diferenciación pública en un tema muy sensible para Heraldo Muñoz: política internacional. Este martes en la presentación de su equipo programático, que tendrá al exministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena como coordinador, Muñoz no solo hizo hincapié en que «son muchos los bacheletistas» que están en su comando, sino que también se refirió a la propuesta que 24 horas antes realizó Narváez. La presidenciable del PS aseguró que si era electa, firmaría el Acuerdo de Escazú y la declaración de apoyo al Pacto Migratorio de la ONU, conocido como el acuerdo de Marrakech. 

Primero, fue Mena en su presentación quien recordó que estos también eran compromisos de la campaña PPD. Luego fue el propio candidato y excanciller quien respondió a su contendora y excompañera de gabinete: «De las primeras cosas que voy a hacer si soy Presidente va a ser firmar Escazú. Yo, por lo menos, dije hace harto tiempo atrás que iba a firmar Escazú. No lo dije ayer ni antes de ayer, lo dije hace meses atrás». (Pauta)

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