La Comisión para el Mercado Financiero (CMF) rechazó el recurso de reposición interpuesto por la Bolsa de Valparaíso en contra de la resolución del organismo que le revocó la autorización de existencia, con lo que ratificó el cierre del centro bursátil tras 126 años de historia.
El 5 de octubre la CMF le revocó el permiso a la sociedad Bolsa de Corredores-Bolsa de Valores, más conocida como la Bolsa de Valparaíso, como consecuencia del incumplimiento de algunos requisitos establecidos en la Ley de Mercado de Valores, como el de contar con un número mínimo de 10 corredores y por considerar que no contaba con estándares mínimos de operación que garantizaran su adecuado funcionamiento y la protección de los inversionistas.
En el recurso la sociedad había solicitado se dejara sin efecto la revocación de la autorización de existencia y que se accediera a la solicitud de prórroga por dos años, o por el plazo que la CMF determinara, para poder llevar a cabo su proyecto de renovación.
Entre otros argumentos la Bolsa señaló en su recurso que no se consideró que de los 10 corredores que tenía a diciembre de 2017, de manera imprevista perdió 4 de ellos, antes de cumplirse el primer semestre del año 2018, y que las causas en que coinciden serían la disminución de sus ingresos y el aumento de exigencias normativas para operar.
Agrega que no se consideró que “la Bolsa no registra multas en toda su existencia, y que los casos recientes de ilícitos son hechos que se cometieron fuera del ámbito bursátil y empleando uno de ellos empresas no sujetas a la fiscalización y control de las Bolsas”.
Asimismo en sus conclusiones la Bolsa indicó que antes de caer abruptamente en el déficit de corredores estaba impulsando una serie de medidas y acciones para concretar su proyecto de reconversión y especialización, con un nuevo plan de negocios, por estar agotado el actual. Añadió que dentro del plan de trabajo se consideraba la ejecución de varias medidas además de la incorporación de socios estratégicos, tanto nacionales como extranjeros, iniciando conversaciones y logrando materializar un acuerdo de cooperación con uno de ellos.
La CMF señaló que resolvió rechazar el recurso de reposición dado que “no observó antecedentes que justificaran otorgar dicha autorización, no habiendo aportado esa bolsa, en su reposición, ningún nuevo antecedente a los que ya se tuvieron a la vista en esa ocasión. En efecto, los elementos presentados en su reposición son idénticos a aquellos presentados en su solicitud original de fecha 19 de julio de 2018 y sus complementos de fechas 28 de agosto y 28 de septiembre, ambos de 2018”.
La plaza bursátil más antigua del país venía arrastrando una profunda crisis desde hace varios años. Una situación que grafica esto es que estaba transando entre $5 millones y $50 millones diarios, mientras que la Bolsa de Comercio de Santiago mueve cerca de $1 billón por día. A esto se sumó en el último tiempo casos de fraude y estafas que son investigados en la justicia.
Si bien entre los actores que aún quedaban en la Bovalpo había esperanzas de obtener una respuesta positiva de la CMF, en paralelo habían preparado el camino para una eventual liquidación. En la junta extraordinaria de accionistas celebrada el 24 de abril pasado, se acordó modificar el piso mínimo para enajenar bienes. Así, pasó del 75% de las acciones a un piso de 66%.
Ahora el único camino sería presentar un reclamo de ilegalidad ante la Corte de Apelaciones de Santiago, para lo cual la Bolsa tiene un plazo de 10 días hábiles. (Pulso)



