Chile cayó por segundo año consecutivo en el tradicional Informe de Competitividad Global del IMD de Suiza y que en Chile se realiza en conjunto con la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la U. de Chile.
Este año, el país se posicionó en el puesto 45 de lista, descendiendo un peldaño con respecto al año pasado. Así, anotó su peor posición histórica y quedó muy lejos de su mejor desempeño, cuando en 2005 se ubicó en el lugar 19 del listado que considera a 63 países.
Eso sí, Chile sigue siendo el líder de América Latina. Le siguieron Perú (54), México (55), Colombia (57) y Brasil (59). En tanto, Argentina y Venezuela se ubicaron en los puestos 62 y 63, respectivamente.
A nivel global, la lista es liderada por Dinamarca, en segundo lugar Suiza y tercero Singapur. En el último lugar se posicionó Venezuela, manteniéndose como la nación con el peor nivel de competitvidad global, según dicho informe.
La nueva baja de Chile se explicó por el empeoramiento en dos de los cuatro pilares del ranking. La caída más pronunciada la anotó Eficiencia del Gobierno, pasando de la posición 20 a la 30, mientras que Infraestructura retrocedió desde el 45 al 47. Por otra parte, Eficiencia en los Negocios subió levemente desde el 40 al 41, mientras que Desempeño Económico avanzó tres puestos, quedando en el lugar 50.
DESAFIOS
El informe delineó una serie de desafíos para Chile con el fin de mejorar su competitividad. Entre ellos, nombró la importancia de asegurar que la política fiscal y monetaria contribuyan a reducir la inflación hacia el rango objetivo. Ello, además de «disminuir la incertidumbre institucional, mejorar la seguridad pública y asegurar el estado de derecho«.
También apuntó a la necesidad de reformar el sistema de seguridad social para «asegurar mejores pensiones, basado en esfuerzos individuales y colectivos y con amplio acuerdo social».
Al mismo tiempo, destacó la relevancia de implementar una reforma tributaria que incremente la recaudación, mejore la provisión de bienes públicos y fomente la competitividad.
Por último, se instó a Chile a «incrementar la inversión en I&D e innovación promoviendo proyectos en conjunto entre las universidades y el sector público y privado». (Emol)
