En el marco de la 156ª sesión del Consejo Ejecutivo de la OMS, la ministra de Salud, Ximena Aguilera, reiteró el compromiso de Chile con la «colaboración internacional y la implementación de políticas sanitarias a nivel global, resaltando la importancia de garantizar la salud y el bienestar en todos los rincones del mundo«.
La secretaria de Estado señaló que «nuestro gobierno respalda el trabajo de la Organización Mundial de la Salud como el guardián de la salud global y destacamos la importancia de la cooperación internacional, fundamental para el bienestar y el desarrollo de las personas».
Por otro lado, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, desestimó las críticas del presidente estadounidense Donald Trump luego de que este anunció la retirada de EE.UU. de la organización cuando asumió la presidencia.
El mandatario norteamericano culpó a la OMS de una supuesta mala gestión y falta de independencia. Ante esto, Tedros aseguró que «durante los últimos siete años se han implementado las reformas más profundas y amplias en la historia de la organización», con 85 cambios adoptados de un total de 97 propuestas formuladas por los propios Estados miembros.
También respondió a la acusación de que EE.UU. ha tenido que asumir una carga financiera desproporcionada dentro de la OMS, argumentando que la dependencia de unos pocos donantes tradicionales ya había sido identificada como un riesgo y que, por ello, se propuso aumentar las contribuciones obligatorias de los Estados.
Para ello, pidió al Comité Ejecutivo que respalde la propuesta de aumentar las contribuciones obligatorias de los Estados al presupuesto de la OMS, que para el bienio 2024-2025 se eleva a unos 6.800 millones de dólares, de los que la mayor parte son contribuciones voluntarias.
En esa línea, Aguilera sostuvo durante su intervención que «como Estado Miembro (Chile), reconocemos la necesidad de adaptar la gobernanza de la Organización Mundial de la Salud a los desafíos actuales y, valoramos el ejercicio reflexivo de la Organización y la transparencia en el debate sobre las reformas necesarias«.
Frente a la incertidumbre que provoca la salida de su mayor financista—cuyo aporte superó los 700 millones de dólares en el bienio 2024-2025, representando más del 10 % de su presupuesto total—, la OMS analiza estrategias de ajuste, incluyendo la suspensión de nuevas contrataciones y la optimización de sus gastos operativos.
Dentro de estas medidas se analiza la reducción de su presupuesto para 2026-2027 en más de 400 millones de dólares, dejando el total en 7.050 millones. A pesar de este ajuste, el monto seguiría siendo un 3 % mayor que el del periodo anterior.
Además, se propuso que los países e instituciones que apoyan a la organización aumenten sus aportes en un 20 % para compensar la salida de EE.UU.
RESPALDO Y PREOCUPACIÓN INTERNACIONAL
Diversas naciones expresaron su respaldo a la agencia y su preocupación por el impacto financiero que tendrá la salida de Estados Unidos. España manifestó la necesidad de mantener los compromisos de la comunidad internacional con la OMS, y aseguró que la labor sanitaria «no debe quedar comprometida por intereses políticos o económicos».
Por su parte, la delegación de Finlandia reconoció que la salida de EE.UU., que podría formalizarse a principios de 2026, «dejará una gran laguna en la financiación y también se perderán muchos expertos importantes», ante lo cual deben redoblarse los esfuerzos por mantener las estructuras y actividades críticas de la agencia sanitaria global.
Bolivia consideró «lamentables» las acciones que buscan en la OMS y otras instancias «debilitar el multilateralismo», y pidió no politizar la labor de la agencia, algo en lo que también insistió el representante de Rusia.
Fueron varios países, entre ellos Singapur, los que se manifestaron a favor de la propuesta de aumentar un 20% las contribuciones de los socios de la OMS con el fin de paliar en la medida de lo posible la pérdida del apoyo estadounidense.
Tedros insistió este lunes en el discurso de apertura del Consejo Ejecutivo que lamenta la decisión tomada por Estados Unidos pero sigue esperando que la «reconsidere» a través de diálogo constructivo «para preservar y fortalecer la relación histórica entre EEUU y la OMS». (Emol)



