Chile en cuenta regresiva: gran caja de sorpresas-Iris Boeninger

Chile en cuenta regresiva: gran caja de sorpresas-Iris Boeninger

Compartir

Faltan apenas 49 días para la primera vuelta presidencial. El clima electoral se acelera, los candidatos endurecen su discurso y cada dato económico o político pesa más que nunca. Los temas que dominan la agenda electoral son los que más importan a las personas: empleo, economía y seguridad. Y estos no son los únicos. La migración descontrolada, las fronteras abiertas y las aduanas laxas por donde entra y sale droga permiten el avance del narcotráfico.

Se necesita orden fiscal y crecimiento económico, el cual es clave para llevar a cabo todas las reformas que se requieren. Entre ellas, bajar el gasto estatal, sumándole eficiencia para contar con un mejor Estado.

La candidata Evelyn Matthei señaló que el gobierno está “jugando con las finanzas públicas de una manera absoluta y totalmente inaceptable”, apuntando a que estarían postergando pagos en áreas clave como vivienda, obras públicas y salud para el año 2026, comprometiendo así la capacidad de acción de la próxima administración. No solo eso, Matthei emplaza al gobierno en relación a que no existen los recursos para cumplir con los compromisos en viviendas sociales. “Esto es gravísimo y debe ser investigado a fondo. No se puede jugar con el sueño de la casa propia de las familias más humildes; es inaceptable. El gobierno debe responder con la verdad”.

La economía irrumpe en la campaña electoral. En buena hora. Es la base para avanzar en la solución de lo que necesitan los ciudadanos. Es momento de exigirle al gobierno transparencia y claridad. Es momento de preguntarle si colaborarán como oposición y no habrá nuevos estallidos, ni nuevos procesos constituyentes.

Transparencia en lo que dejan y rendición de cuentas mucho más allá de las fiscales.

La vocera Camila Vallejos utiliza en forma recurrente la frase “recibimos una situación totalmente crítica al comenzar el gobierno”.

No hubo terremotos, no hubo estallido, no rescataron mineros, no tuvieron pandemia y lo hicieron pésimo con los incendios.  También con la situación fiscal del país.

Sí hubo corrupción en los casos de Fundaciones, licencias médicas falsas, mayor desempleo para las mujeres y un subsecretario del Interior que permaneció en el cargo unos días sabiendo que estaba siendo investigado por violación a una subalterna.

Hoy buscan desesperadamente dejar legados. Nada fácil. Cuando el Banco Central dejó claro el impacto negativo en el empleo de las cuarenta horas y el aumento del salario mínimo, el Presidente Boric manifestó tener “diferencias” con el Banco Central. Deja el legado de miles de millones de inversiones paradas esperando los permisos: han fortalecido la permisología.

Se requiere un presupuesto serio; no seguir jugando con el sistema político por conveniencia electoral; colaborar con desmantelar la permisología y el rol del Consejo de Monumentos.

En los primeros días de gobierno se requiere firmeza en decisiones importantes como son el cierre de fronteras, decirles a los ciudadanos que se debe cumplir la ley, indicar que habrá tolerancia cero a la corrupción. En esto coinciden Matthei y Kast.

Con respecto a la economía, las promesas electorales se tiñen de emociones. Debe revestirse de factores emocionales con capacidad para movilizar a los votantes; dirigirse a los jóvenes mediante redes; a las mujeres. Debe permitir marcar diferencias ideológicas y que demuestren la posibilidad de llevarlas a cabo. Es un diálogo necesario frente al gobierno y frente al adversario, como bien alerta Matthei.

En esa especie de mercado persa ante las cámaras, en el que se convierten los actos de campaña, los políticos se están comprometiendo a tomar infinidad de medidas en el plano económico. Aunque ya se sabe: lo malo de las promesas es que luego hay que cumplirlas. Lo ciudadanos no aguantan más deterioro y promesas incumplidas. Deben explicar cómo lo harán y con qué recursos.

Chile tiene una gran institucionalidad: un Banco Central serio, el Consejo Fiscal Autónomo, y la Contralora General de la nación: la gran Dorothy Pérez. Desde que asumió como contralora, ha impulsado una modernización institucional orientada al fortalecimiento del control preventivo y una mayor fiscalización en sectores como salud, educación y gobiernos locales. Lideró la investigación conocida como el “Caso licencias médicas”, mediante la cual se detectaron más de 25.000 funcionarios que habrían salido del país mientras estaban con licencia médica. Como consecuencia, se abrieron 6.600 sumarios administrativos y hubo unas 1.100 renuncias. Introdujo el uso de cruces de datos (por ejemplo, entre registros de salidas del país y licencias médicas) dentro de la Contraloría para detectar irregularidades de forma más eficiente. Ha denunciado y priorizado revisar la entrega de beneficios sociales para asegurar que los recursos estatales lleguen efectivamente a quienes los necesitan, detectando casos de beneficios sociales entregados a personas con buena condición económica.

No fue la Inteligencia Artificial, fue la de Dorothy Pérez. Se merece un agradecimiento nacional dado que su actuar fortalecerá las instituciones al detectar estos focos de corrupción ciudadana. Podrá, además, ayudar a destapar esta caja de sorpresas que será conocer el verdadero estado en que entrega el país el actual gobierno.

Cuántos empleados públicos ingresaron y cómo los contrataron. ¿Les pedirán la renuncia, que es lo que corresponde cuando se designa a un partidario o amigo en un cargo? Quiénes conforman el Ministerio de Seguridad. ¿Son especialistas con experiencia real? Qué hay detrás del Consejo de Monumentos que frena las inversiones. Cómo queda la CORFO. Qué organismos quedan desfinanciados.

El verdadero legado de este gobierno esta por conocerse: una caja de sorpresas que recién comienza a abrirse. (El Líbero)

Iris Boeninger