Central Europeo mantiene liquidez de emergencia para bancos griegos

Central Europeo mantiene liquidez de emergencia para bancos griegos

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El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo hoy la cantidad máxima de liquidez de emergencia que los bancos griegos pueden pedir al Banco de Grecia en 89.000 millones de euros, dijo a EFE una fuente conocedora de la situación.

La decisión del consejo de gobierno del BCE, que se reunió a primera hora de la tarde por teleconferencia, respondió a una petición de aumento de la provisión urgente de liquidez que hizo ayer el Banco de Grecia, añadió la fuente.

Los bancos griegos permanecerán cerrados hasta el jueves después de diez días de corralito, que han creado en Grecia muchos problemas en el funcionamiento de la industria y del comercio que tienen una fuerte dependencia de las importaciones.

El BCE informó el lunes de que va a aplicar mayores recortes de valor a los activos que presenten al Banco de Grecia los bancos helenos como garantía para recibir los préstamos.

El BCE sigue ayudando a los bancos griegos para que no quiebren pero, de este modo, incrementó la presión al Gobierno griego para que llegue a un acuerdo con sus socios europeos.

La entidad monetaria no ha dado información más específica de los recortes de valor.

El Gobierno del primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha presentado una nueva solicitud formal de ayuda de tres años al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).

La solicitud al MEDE ha llegado firmada por el nuevo ministro de Finanzas heleno, Euclidis Tsakalotos, y en ella promete aplicar reformas «a partir de la próxima semana», además de afirmar que Atenas presentará mañana, a más tardar, una amplia lista de reformas para ser implementadas en las áreas de «sostenibilidad fiscal, estabilidad financiera y crecimiento económico a largo plazo».

El gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, advertía hoy a Grecia en una entrevista de que el BCE no puede conceder financiación a los bancos griegos durante mucho más tiempo si Atenas no alcanza un acuerdo con sus acreedores internacionales.

Noyer, que es también miembro del consejo de gobierno del BCE, dijo a la cadena de radio francesa Europe 1 que «el BCE no puede asumir riesgos indefinidamente para apoyar a los bancos griegos».

El domingo es la fecha límite para que Grecia alcance un nuevo acuerdo de financiación, que de no lograrse llevaría al colapso de la economía griega.

El BCE quiere que Grecia permanezca en la zona del euro pero exige al Gobierno heleno reformas económicas.

GOBIERNO EXTIENDE CORRALITO

El gobierno griego decretó hoy la segunda prórroga del corralito impuesto hace diez días hasta el próximo domingo, después de que el Banco Central Europeo (BCE)decidiera mantener sin cambios la cantidad máxima de liquidez de emergencia que los bancos griegos pueden pedir al Banco de Grecia.

El decreto ley comienza a regir a partir de la medianoche cuando expira la prórroga fijada hace dos días y estipula las mismas restricciones ya establecidas.

Por otro lado, Grecia pidió hoy un nuevo plan de rescate financiero a la zona euro, lo que es considerado como un primer paso dentro de un ajustado calendario calificado como la «última oportunidad» que le fijaron sus socios para evitar el peor de los  escenarios: el colapso del país y una salida del euro.

«Es realmente el momento decisivo tanto para Grecia como para nosotros», dijo en un debate ante el pleno de la Eurocámara  el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. «Sin unidad, nos despertaremos dentro de cuatro días en una Europa  diferente, es nuestra última oportunidad», agregó Tusk al final de su  intervención y luego de que el primer ministro griego, Alexis Tsipras, que también participaba en el debate, se mostró confiado.

Tsipras aseguró ante los diputados que lograrían «responder a las  exigencias de la situación, por el bien de Grecia, de la zona euro y del  interés económico y geopolítico de Europa».

Mientras que el primer ministro participaba en este intercambio en Estrasburgo, este de Francia, su gobierno envió el pedido formal para un tercer  rescate financiero, un «préstamo» por tres años a cambio de un «paquete  completo de reformas y medidas en las áreas fiscal, estabilidad financiera y de  medidas a favor del crecimiento», según la carta enviada al fondo de rescate de  la zona euro.

El pedido de Grecia de un tercer plan de rescate luego de seis años de  recesión es el primer paso en un ajustado calendario decidido el martes por la noche por los socios de Atenas reunidos en cumbre extraordinaria en Bruselas.

Según este calendario, el gobierno griego debe ahora presentar un paquete  de reformas detallado, lo que Tsipras confirmó que harían el jueves.

Las propuestas serán analizadas por las «instituciones» acreedoras de  Atenas, Unión Europea, Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario  Internacional (FMI) el viernes y pasarán luego a los ministros de Finanzas de  la zona euro que se reunirán nuevamente de manera extraordinaria el sábado en  Bruselas.

Los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea, los 28 y ya no  únicamente los 19 de la Eurozona, decidirán en cumbre el domingo si se rescata  a Grecia o si se confirma el «Grexit».

Los cinco meses de negociaciones entre Atenas y sus acreedores, con apenas  en las últimas dos semanas seis reuniones de ministros de Finanzas y tres  cumbres extraordinarias, llevó la exasperación de numerosos socios de Grecia al paroxismo.

El hastío con Grecia, que ya benefició de dos planes de rescate desde 2010  por un monto de 240.000 millones de euros, lleva a numerosos de sus socios a  rechazar una nueva ayuda, entre ellos Alemania, cuya canciller Angela Merkel  debe conciliar con una opinión pública reacia a financiar otra vez a Atenas.

«Hay exasperación. Este fin de semana hay que concluir», dijo el martes el  primer ministro holandés, Mark Rutte.

«Hay dos escenarios, o sucede un milagro y los griegos llegan en 24 horas  con un paquete de reformas creíbles o bien los griegos no lo hacen y  concluimos que no podemos negociar», agregó.

Pero otros de los socios de Atenas quieren creer en un acuerdo in extremis.  Francia y España adoptaron una línea más flexible dadas las señales «positivas»  en el pedido presentado el miércoles por Atenas.

La urgencia de la situación fue subrayada también por el gobernador del  Banco de Francia, Christian Noyer, que estimó que el domingo es la fecha límite  para evitar el «caos» en Grecia.

Grecia se encuentra en un limbo financiero. En default con el FMI desde el  30 de junio debe hacer frente a importantes vencimientos este mes, con  acreedores privados así como con el BCE.

Sus bancos se mantienen a flote únicamente por el control de capitales  impuesto en urgencia -desde que cayó en default con el FMI y extendido tras el rotundo rechazo a las exigencias de sus acreedores en el referendo del domingo- y el salvavidas que el BCE otorga al sistema financiero griego.

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