A través de un comunicado, la Fiscalía Regional de Coquimbo informó este sábado que iniciará una investigación de oficio por la filtración de chats entre la diputada Karol Cariola y la exalcaldesa de Santiago, Irací Hassler.
«Ante diversas informaciones difundidas en medios de comunicación, en los cuales se ha dado cuenta de información contenida en una carpeta investigativa vigente y amparada bajo la reserva establecida en el artículo 182 del Código Procesal Penal -la reserva o secreto de estos antecedentes, salvo para aquellas personas que tengan la calidad de intervinientes- la Fiscalía Regional de Coquimbo ha dispuesto el inicio de una investigación de oficio para determinar una eventual vulneración de dicha norma», dice la misiva.
Agrega que «dicha indagación busca esclarecer si ha existido la filtración de antecedentes reservados de la investigación y, en su caso, establecer responsabilidades conforme a lo dispuesto en el artículo 246 del Código Penal, que sanciona la violación de secreto».
Mediante la misma, el Ministerio Público reiteró «su compromiso con el debido proceso y la protección de la reserva de las investigaciones, elementos esenciales para el correcto desarrollo de las diligencias y la garantía de los derechos de todas las partes involucradas».
Y, finalmente, hizo un llamado «a la responsabilidad en el manejo de información sujeta a reserva legal, recordando que su divulgación indebida puede afectar la dignidad de las personas, el éxito de las investigaciones y la administración de justicia».
Durante las últimas semanas se han conocido diversas conversaciones entre las dos figuras comunistas. Mientras algunas apuntan a un presunto tráfico de influencias, otras a críticas a la actual administración y al mismo presidente Gabriel Boric. De hecho, respecto a esto último, el Gobierno se manifestó recientemente asegurando que solo debiera hacerse público «aquello que es relevante penalmente» y que el resto solo «afecta la intimidad de dos personas».
Desde el PC, en tanto, apuntaron a la Fiscalía Nacional y acusaron una «operación política». «Hay una obsesión por dañar la imagen pública de Karol e Irací. La Fiscalía se desprestigia con esta burda operación política», dijo el senador Daniel Núñez, mientras que la diputada Carmen Hertz advirtió que «la operación política desencadenada contra la diputada Karol Cariola es nauseabunda».
El diputado Luis Cuello (PC), fue más allá y presentó una denuncia ante el Fiscal Nacional por el delito de violación de secreto. «Es evidente que la filtración de conversaciones privadas (…) es parte de una operación política que busca su desprestigio», indicó al respecto y agregó que «ante este hecho de extrema gravedad, he presentado una denuncia ante el Fiscal Nacional por el delito de violación de secreto, para que se esclarezca cómo se ha filtrado una pieza de una investigación que estaba bajo custodia y reserva del Ministerio Público».
El exalcalde de Recoleta, Daniel Jadue (PC), también se manifestó consultando: «¿Qué pretende la Fiscalía Nacional y los medios al filtrar conversaciones privadas y someterlas al escarnio público? Las filtraciones de conversaciones privadas entre Karol e Irací muestran lo bajo que se puede llegar para llevar a cabo una operación política, con la cooperación y agencia de las instituciones. Toda mi solidaridad con las compañeras ante este burdo #lawfare en su contra».
El diputado Gonzalo Winter (FA) expresó: «Son las 7:40 y Ángel Valencia aún no anuncia una investigación en donde se explique al país cómo fue que una conversación privada, que estaba bajo custodia del Ministerio Público y las policías, de nulo interés para investigación penal alguna, llegó a ser pública. Chilenos, esto es muy pero muy peligroso».
La diputada Camila Musante, jefa de bancada del PPD, sostuvo que «filtración interna o malintencionada la divulgación de los chats entre la diputada Cariola y la exalcaldesa Hassler, nos plantea interrogantes sobre la integridad de este proceso, porque no existe ningún querellante externo que conozca la carpeta investigativa más que la Fiscalía o la Policía de Investigaciones».
«Esta vulneración a la reserva solo debilita el proceso y el hecho de que viéramos un titular rimbombante incluyendo la eventual comisión de delitos, cuando lo cierto es que más nos enteramos de un chisme, de una conversación, de evaluaciones sobre personas importantes del Gobierno entre dos figuras políticas, no habla más que de un manejo comunicacional que, la verdad, es bastante peligroso para resguardar la seriedad de una investigación, sobre todo, de delitos que están asociados a la corrupción, como lo ha anunciado la Fiscalía», añadió.
El congresista Jaime Sáez, jefe de bancada del Frente Amplio (FA), se sumó y aseveró que «lo que hace la Fiscalía y algunos medios de comunicación de manera cómplice, es de la mayor gravedad».
«Es una práctica que pone en grave peligro la institucionalidad de la justicia en Chile, que pone en entredicho la credibilidad del Ministerio Público y, en ese sentido, creo que las denuncias como la que presentó, por ejemplo, el diputado Luis Cuello, es lo que corresponde, porque finalmente la Fiscalía está cometiendo delitos y lo hace de manera reiterada en este y en otros casos, con un claro afán político, y eso es algo que atenta de forma grave contra la democracia y contra el Estado de Derecho en Chile», puntualizó.
La jefa de bancada de RN, diputada Ximena Ossandón, abordó otra arista: «La renuncia de Cariola a la mesa NO tiene que ver con chats personales en los que critica al Presidente Boric, sino más bien con antecedentes serios que la tienen dando explicaciones en la justicia por actos que revestirían carácter de delito«, dijo.
Asimismo, advirtió que «sus conversaciones privadas debiesen mantenerse así, privadas, y nada tienen que ver con hechos graves que creemos justifican pedir su salida. Nadie que ha sido legítimamente elegido en un cargo debe dejarlo antes de tiempo, pero en su caso, por poco que sea el tiempo que le resta, se debe dar una señal atendida la magnitud de las acusaciones y la dignidad del cargo».
El diputado Cristián Araya, jefe de bancada del Partido Republicano, expresó en tanto, que «al igual que Karol Cariola, considero que este Gobierno ha sido lo peor que nos ha pasado a los chilenos, pero no nos corresponde meternos en la vida privada o conversaciones íntimas de otras autoridades».
El parlamentario de la UDI, Jorge Alessandri, también marcó una diferencia: «Una cosa son los chats que se están investigando sobre tráfico de influencia, favores en patentes, saltarse la Ley del Lobby o aportes electorales. Ahí la Fiscalía tiene que investigar y llegar al fondo. Y lo otro ya es parte de la teleserie«.
«Si te cae mal o bien alguien de tu coalición, si criticas o no al Presidente de la República o al jefe de gabinete, eso no es algo en que debiera entrar la Fiscalía, no es algo en que debiéramos perder tiempo comentando tampoco los actores políticos y debiera quedar, quizás, para el chisme privado de cada uno que le quiera dedicar tiempo a aquello. Yo diría concentrémonos en lo que es posiblemente un delito, una falta a la ley y quedémonos en el debate serio al menos ahí», expresó.
Por otra parte, el diputado Roberto Arroyo (PSC) se refirió al contenido de las conversaciones. «El Partido Comunista ha dejado claro, una vez más, que su lealtad al Gobierno de Gabriel Boric está en cuestión. Las recientes filtraciones de mensajes privados entre Karol Cariola e Irací Hassler, en los cuales Cariola no duda en calificar al Presidente como ‘lo peor que nos ha pasado’, son una muestra palpable de las tensiones que existen dentro de la coalición de Gobierno», aseguró.
Además, acotó que «no es novedad que el PC se haya distanciado de las decisiones de Boric, pero esta actitud crítica demuestra una desconexión alarmante con los intereses del país y una falta de compromiso con la estabilidad política que requiere Chile. Mientras el Presidente intenta avanzar con su agenda, el PC parece más preocupado en jugar a la oposición desde dentro del mismo Gobierno, con comentarios despectivos y gestiones paralelas».
Una apreciación similar mostró la diputada Karen Medina (IND-DC), quien advirtió que «a pesar de ser aliadas cercanas al presidente Gabriel Boric, han dejado claro que no han sido escuchadas por este Gobierno».
«A lo largo de los últimos meses, han expresado su frustración por cómo sus propuestas y demandas no han encontrado eco en el Ejecutivo. Lo que parece una profunda desconexión entre las expectativas del PC y las decisiones del Presidente, pone en evidencia una falta de diálogo dentro de la coalición, lo que está generando tensiones internas peligrosas. Estas lideresas, que en su momento jugaron un papel clave en el apoyo a Boric, hoy se sienten ignoradas, lo que pone en riesgo la estabilidad política y la cohesión que necesita el país en este momento», afirmó.
El senador Iván Moreira (UDI) indicó, en tanto, que «los whatsapp son potenciales armas mortales y cuando se revelan, destruyen despiadadamente las confianzas, porque muestran la peor cara de las personas; una reflexión aún más relevante en el mundo político donde la lealtad está a prueba todos los días. Hay que siempre actuar con lealtad, nunca pecar de incondicionalidad».
Otras figuras políticas también se sumaron al debate. Marco Enríquez-Ominami, por ejemplo, utilizó su red social de X para expresar que «a la Fiscalía se le filtra todo, hasta pelambres que en nada contribuyen a la investigación. Pero de Andrés Chadwick, nada».
El alcalde de Ñuñoa, en tanto, Sebastián Sichel, comentó que «es irónico que hace un año la filtración de una conversación de dos personas hablando de mi -con quienes no tenía relación- hizo que el mundo del FA/PC me acusara de todo en campaña. Tuve que presentar tres querellas y ganarlas para que pararan las injurias. ¿Hoy le molestan filtraciones en que ellos hablan sobre tráfico de influencias? Notable. Las filtraciones son malas. La hipocresía peor».
En medio del Comité Central del FA, su presidenta, Constanza Martínez, también fue consultada al respecto y advirtió que «frente a cualquier caso que se requiera investigar por parte de la justicia, estamos de acuerdo con que las instituciones funcionen. Sin embargo, lo que vimos ayer traspasó un límite».
«Es realmente incomprensible que un chat que es totalmente privado y que, además, no tiene nada que ver con la investigación, se filtre de una manera que ya, a nuestro juicio, se está transformando en una práctica habitual y que reside en muchísima impunidad», destacó y agregó que «por eso, a mi juicio, vale la pena preguntarse si hay acá una motivación distinta a la investigación con fines políticos, cuando se expresan conversaciones privadas que nada tienen que ver con la investigación«. (Emol)



