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Candidatos a rectoría de la U. de Santiago: foco en calidad de docencia

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Este viernes, la Universidad de Santiago -que cuenta con más de 21 mil alumnos y está acreditada por seis años- elegirá a quien estará al mando de la institución hasta 2022. Uno de los competidores es el actual rector, Juan Manuel Zolezzi, quien lleva tres períodos al mando de la institución estatal y quiere volver a asumir esta responsabilidad. De obtener una victoria, aseguró a «El Mercurio» que trabajará en la construcción del nuevo sistema de educación superior ahora que la reforma y la ley de universidades estatales están promulgadas.

El ingeniero no corre solo: hay otros tres postulantes que aseguran tener capacidad para hacerse cargo del plantel.

Marcelo Mella es uno de los aspirantes a la rectoría. Hoy es decano de Humanidades y cuenta que la idea de ser candidato nació «de un grupo de profesores de la universidad». Con ellos planea avanzar en «calidad y excelencia de la institución, y al mismo tiempo, construir una universidad mucho más fuerte, robusta en materia de convivencia».

Otro interesado en la rectoría es Víctor Parada, profesor titular del Departamento de Ingeniería Informática, quien al igual que sus contendores asume la propuesta por «el planteamiento de un grupo de académicos, a los que después les pedí formar un equipo».

El tercer postulante es Rodrigo Vidal, investigador de la Facultad de Arquitectura y ex vicerrector académico. Acota que la «responsabilidad fundamental que tenemos como universidad estatal es mirar directamente a la sociedad y atender todos los requerimientos en materia de conocimiento, tecnología y transformación cultural».

PROPUESTAS

Sobre las ideas que tienen para su eventual rectoría, Marcelo Mella plantea tres puntos principales: «Un nuevo estatuto orgánico para el plantel, mejorar los estándares de docencia y la investigación y fortalecimiento en la universidad, y por último, tener una mejor infraestructura del campus, lo que permitiría mejorar la calidad de vida y tener mecanismos flexibles para la resolución de problemas interpersonales».

Víctor Parada pone el foco en «recuperar la excelencia académica con un sentido humano respetuoso y con un modelo de gestión cooperativo, junto con esto, su segunda iniciativa es fortalecer las actividades de posgrado y, por último, integrar a la comunidad universitaria».

En tanto, la primera propuesta de Rodrigo Vidal es mejorar la «estabilidad laboral de los trabajadores, lo que implica que puedan estar en ambientes estimulantes y se puedan proyectar. Además, dice que quiere un campus de calidad urbana, arquitectónico y tecnológico para dar la función de unidad. Y que la universidad tenga una misión respecto del medio externo, lo que significa generar y transferir conocimiento a la sociedad».

FEMINISMO

Un tema que se ha tomado la agenda de los universitarios -con movilizaciones de por medio- son las demandas de equidad de género. Sobre esto, Mella sostiene que el feminismo le parece «una expresión muy nítida de reivindicaciones que se debe hacer en la comunidad educativa», pero también añade, sobre la forma en que se ha abordado, que «la violencia no puede ser combatida con más violencia, por eso tenemos que apuntar a la construcción de un modo de convivencia con denuncias eficaces».

El tema es, en tanto, uno de los puntos «fundamentales» para Vidal, quien es crítico y afirma: «Las universidades hemos cometido la gran falta de no liderar un modelo de transformación sin tener que esperar paros o movilizaciones. Me parece lamentable que hoy día mucha gente se muestre favorable al tema, pero antes no se hizo nada».

En tanto, Parada aclara que ahora «se está poniendo la luz en un problema que venía desde hace mucho tiempo y que no se había abordado con la debida celeridad para erradicar todas estas situaciones de la universidad».

EL FACTOR ZOLEZZI

Los tres candidatos son críticos de la administración de Zolezzi. Mella es de los más severos y asegura que la idea de continuar en la rectoría «representa claramente una expresión de decadencia, porque supone anteponer razones de tipo personal a las institucionales. Creemos que lo que ya no pudo hacer, no lo hará en un cuarto período».

Rodrigo Vidal es más cauto al evaluar la gestión del actual rector. «El primer período no fue malo, porque se lograron cosas importantes. En la segunda parte ya fueron cosas menores, y este último período no ha sido bueno».

Víctor Parada es el más tajante con la repostulación de la máxima autoridad, y lo cataloga como «un abuso democrático» y agrega que «en los últimos cuatro años simplemente hay muy pocos logros, poca actividad y se ve cansancio en el equipo». (El Mercurio)

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