El ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, instruyó la separación inmediata de sus funciones de los cónsules de Chile en Córdoba y Dublín, Frank Sinclair y Gustavo Cantuarias, respectivamente. Ambos funcionarios son objeto de investigación en un sumario instruido la semana pasada por la cartera, luego de que el Ministerio Público informara que ambos funcionarios serán formalizados próximamente por presunto tráfico ilegal de inmigrantes.
En este contexto, la cancillería dispuso además la adscripción de Sinclair y Cantuarias, lo que significa su regreso a Chile, cesando sus cargos en el exterior. «Esta medida no prejuzga los resultados del proceso judicial, ni del sumario administrativo iniciado la semana pasada», explicaron desde el ministerio. Asimismo, reafirmaron «su total rechazo a cualquier situación o conducta irregular, en especial en el caso de nuestros consulados en el exterior, entre cuyas tareas primordiales está asistir a los ciudadanos chilenos».
Cabe recordar que los dos diplomáticos están siendo investigados por la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente, de Santiago, por el ingreso irregular de 228 ciudadanos de la India y Nepal entre 2015 y 2017, delito por el cual podrían recibir una pena de hasta cinco años de prisión. El caso ha sido investigado durante dos años por el fiscal Carlos Ramírez, quien ha constatado que al menos 160 de ellos aún viven en Chile, mientras un número no determinado después de llegar a Chile siguieron viaje a Estados Unidos. Según la indagatoria, los diplomáticos y demás implicados podrían haberse embolsado unos 900 millones de pesos (1,33 millones de dólares al cambio actual), ya que cada inmigrante les pagaba entre 6.000 y 8.000 dólares.
Emol/Agencias
