Es una visita histórica y que se produce apenas siete meses después que las sanciones internacionales contra el régimen de Teherán fueran levantadas. El canciller de Irán, Mohamed Javad Zarif, llega este jueves a Chile por una horas al frente de una comitiva que incluye funcionarios de gobierno, representantes de otros ministerios, del Banco Central y empresarios. Su paso por Chile, el primero de un canciller iraní a este país sudamericano, se enmarca en una gira regional que se inició en Cuba y que pasará por Nicaragua, Ecuador, Bolivia y Venezuela. A diferencia de Chile, todos esos países son miembros del bloque izquierdista Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), del que Irán es nación observadora.
La visita de Zarif, quien ejerce como canciller desde 2013 tras la llegada a la Presidencia del moderado Hassan Rohani y que fue el jefe negociador iraní con las potencias por la controversia en torno al programa nuclear de Teherán, tiene componentes políticos, económicos y comerciales. De hecho, forma parte de un renovado interés del régimen de los ayatolas por esta zona del mundo, en su afán por buscar nuevos socios y aliados. El propio ministro iraní publicó en español en su cuenta de Twitter, el jueves, que “el domingo iniciaré una gira por seis países de América Latina junto a un grupo de empresarios para fortalecer lazos políticos y económicos”.
Además, el viceministro iraní de Relaciones Exteriores iraní, Mayid Tajte Ravanchi, dijo que esta gira del canciller “es el comienzo de una nueva etapa en los lazos entre Irán y Latinoamérica”, y aseguró que no sólo ayudará a fortalecer los lazos bilaterales en el aspecto político, sino también en materia económica. El vocero de la cancillería iraní, Bahram Qasemi, destacó la importancia que tienen los países latinoamericanos para la República Islámica y sostuvo que “Irán está en una situación que le permite elegir a sus amigos políticos y socios comerciales, y no está obligado a colaborar con algún país en particular”.
La apuesta principal de Irán en su estrechamiento de relaciones con Chile estaría en el sector energético. Eso, considerando que Irán es uno de los principales productores de petróleo y gas natural y dispone de la cuarta reserva de petróleo y la segunda de gas más importante del mundo. Otras áreas de interés común apuntan a la minería, industria, agricultura y pesca.
La Tercera le consultó al canciller Heraldo Muñoz sobre cómo se explica la visita del ministro iraní a Chile, considerando que es el único país de los que incluye su gira por la región que no es miembro del Alba. El jefe de la diplomacia chilena sostuvo que “Chile mantiene relaciones diplomáticas con Irán desde hace décadas y el recibirlo (…) no tiene ningún otro significado que explorar pragmáticamente relaciones económicas con un país de 80 millones de personas y que es clave en la política internacional, particularmente después del acuerdo nuclear concluido con EE.UU. y las otras cinco potencias mundiales. En política exterior predominan los intereses nacionales y, por cierto, recibir a cualquier canciller extranjero no supone estar necesariamente de acuerdo con sus políticas”.
Precisamente las relaciones entre Santiago y Teherán se establecieron en 1942. Desde 1974 y hasta el triunfo de la Revolución Islámica, Chile tuvo embajada residente en Teherán. Entre 1980 y 1991 las relaciones estuvieron rotas, y próximamente Chile inaugurará su nueva embajada en la capital iraní.
REACCIÓN DE COMUNIDAD JUDÍA CHILENA
En el marco de la próxima visita de la delegación iraní a Chile, encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Javed Zarif, la comunidad judía manifestó su descontento frente a una posible reunión de la Presidente Michelle Bachelet con el jefe de cartera de Irán, estimada para este jueves.
Pese a que el encuentro aún no está confirmado, el director ejecutivo de la comunidad judía, Yonathan Nowogrodski criticó la “nefasta política en cuanto a DD.HH de Irán”.
En entrevista con La Segunda, Nowogrodski comentó que “la misma Presidenta fue víctima de violación a los derechos humanos. Nos parece sumamente inconsecuente que el Gobierno, que tiene una visión de liberales civiles, se esté relacionando con un régimen que en forma permanente los viola. Nosotros como comunidad no lo podemos prohibir -un posible encuentro entre Bachelet y el ministro iraní- pero sí advertir”.
Y agregó que “nos preocupa que el hecho de normalizar relaciones con este país se pueda convertir en un trampolín que permita actos terrorista en nuestro país. Ese es el llamado que queremos hacer a la Presidenta y a las autoridades. Esto puede ser mal utilizado, porque Irán ha alimentado el terrorismo”.
En tanto, mediante su cuenta de Twitter, la comunidad judía ha expresado su malestar frente a la visita de la delegación iraní, aludiendo al atentado que afectó a la AMIA -Asociación Mutual Israelita Argentina- y que dejó 85 muertos, el cual fue atribuido a Irán. (La Tercera-La Segunda-Agricultura)


