Con los votos favorables de Chile Vamos, diez diputados DC, cuatro PPD y tres diputados independientes, el Gobierno logró ayer aprobar la idea de legislar del proyecto que crea un estatuto laboral para jóvenes que se encuentren estudiando en la educación superior.
La iniciativa es considerada como uno de los proyectos emblemáticos de la gestión del ministro Nicolás Monckeberg (ver B2), quien había contado previamente, en la comisión de Trabajo, con el respaldo al texto de parte de los diputados PS y el Frente Amplio.
Sin embargo, el miércoles, al iniciarse la discusión en Sala, organizaciones sociales como la CUT, ANEF y Confech acudieron a la Cámara e hicieron gestiones con los comités PS, FA y PC, quienes luego tomaron distancia del acuerdo alcanzado en la comisión, y señalaron que la propuesta del ministro Monckeberg «precariza el empleo» para los trabajadores más antiguos.
Ello desató la reacción DC, cuyo apoyo terminó inclinando la balanza a favor del Ejecutivo, salvo en un artículo que rechazaron. «Hay una vuelta de carnero (del PS y el FA) inentendible para la ciudadanía, al aprobar todo el proyecto en particular en la comisión, mejorándolo sustancialmente, y después rechazar la idea de legislar en Sala. Nosotros no estamos pensando en quién gana el gallito con el Gobierno, sino en cómo ayudar a los jóvenes», reclamó el jefe de bancada DC, Matías Walker. El diputado de la comisión de Trabajo Raúl Soto añadió que «fue evidente» que el FA y el PS no cumplieron con lo acordado.
En la DC lamentaron ayer la actitud de las otras fuerzas de centroizquierda, dado que, según afirmaban, se repetiría el «patrón de conducta» que ya se evidenció en el Senado la semana pasada en el episodio de Ángela Vivanco en la Corte Suprema, en que el PS se desmarcó del acuerdo.
Los reparos al PS y FA surgieron también desde el Ejecutivo. El subsecretario Segpres, Claudio Alvarado, valoró el apoyo al proyecto, pero lamentó «que parlamentarios que entregaron su apoyo en las comisiones de Hacienda y Trabajo hayan cambiado de opinión sin que hayan existido cambios al articulado del proyecto».
RESPUESTA OPOSITORA
Desde el FA, la diputada Gael Yeomans (IL) respondió a las críticas. «Aquí nadie se comprometió a que la votación iba a ser igual en la comisión que en Sala. Este proyecto presenta retrocesos para los derechos de los trabajadores», dijo, reconociendo que «en voz de las organizaciones sindicales, este proyecto es peor de lo que tenemos hoy».
En tanto, el presidente de la comisión, Gastón Saavedra (PS), sostuvo que la crítica DC es «legítima», y explicó su cambio de postura. «Había en mi partido una teoría maximalista de tratar de resolver todo con el proyecto, pero tendríamos que tener los votos para ello. Logramos incluir algunas indicaciones bastante sustantivas, que transformaron el proyecto. Necesitamos más acuerdos». (El Mercurio)

