Viernes negro para las bolsas al rededor del mundo luego que se confirmara el inicio de una guerra comercial entre Estados Unidos y China, tras la decisión de Trump de aplicar aranceles por hasta US$60.000 millones a los productos importados desde la segunda economía del mundo.
El desplome de los mercados venía precedido de la caída más fuerte en seis semanas en Wall Street, que ayer vio retroceder al Dow Jones un 2,93%.
Con esa referencia, Asia acusó un fuerte impacto en sus cotizaciones, con el Nikkei japonés cayendo un 4,51% hasta los 20.617,86 puntos. El desempeño del parqué nipón arrastró también a sus pares de Honk Kong y Shanghai, con el Hang Seng y el Csi 300 cediendo 2,45% y 2,87% respectivamente.
Más tarde, la ola de ventas se trasladó al Viejo Continente donde el Dax alemán siente el impacto más fuerte a esta hora, cayendo un 1,68%, desempeño similar al que exhiben el resto de sus pares europeos, donde el índice general Euro Stoxx cede 1,57%.
En tanto, el Cac francés retrocede 1,55%, el Ibex español cae 1,37% y el Ftse Mib lo hace en un 1,32%. Sólo el Ftse 100 de Londres modera las caídas, con retrocesos de 0,64%.
UNIÓN EUROPEA RECLAMA EXENCIÓN PERMANENTE
Los jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea han reclamado hoy al presidente de EEUU, Donald Trump, una exención permanente del arancel al acero y al aluminio extranjeros que ha entrado en vigor esta madrugada. El mensaje llega seis horas después de que, in extremis, la Administración estadounidense otorgara ese alivio temporal a la UE.
«El Consejo Europeo lamenta la decisión de EEUU de imponer aranceles al acero y al aluminio. Estas medidas no están justificadas por cuestiones de seguridad nacional y una protección sectorial en EEUU es un remedio inapropiado para los problemas reales de sobrecapacidad», afirman los líderes de la UE en un comunicado.
Y continúan: «Tomamos nota de que los envíos de acero y aluminio desde la UE han sido quedado temporalmente exentos de estas medidas y hace un llamamiento para que esa exención sea permanente».
A ello añaden que cualquier respuesta de la UE será «apropiada» y «proporcionada» y aunque dice apoyar el trabajo de la Comisión Europea a la hora de preparar represalias comerciales, no hace ninguna mención explícita a aplicarlas ya.
De momento, la Administración Trump ha asegurado que la exclusión de la UE, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, México y Corea del Sur, se aplicará sólo hasta el 1 de mayo. Hasta entonces habrá que negociar una «solución a largo plazo».
Los 28 líderes de la UE tenían previsto abordar este asunto ayer, en el primer día de la cumbre europea que se celebra ayer y hoy en Bruselas. Pero la decisión de Trump no se formalizó hasta las cuatro de la madrugada en Europa, así que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, decidió posponer el debate a esta mañana.
Bruselas tenía ya preparada una respuesta formal en el caso de que el presidente de EEUU no hubiese aplicado la exención al acero y al aluminio europeo: aranceles a una lista de exportaciones estadounidenses a Europa por valor de casi 3.000 millones de euros, aranceles al acero y aluminio extranjeros para evitar que las exportaciones inicialmente destinadas a EEUU acaben inundando el mercado de la UE y una demanda formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Ahora se abrirá una negociación entre Washington y Bruselas para ver cómo poceder a partir del 1 de mayo.
El problema es que no está muy claro todavía en qué consiste esa solución a largo plazo que reclama Trump y qué es lo que la Administración estadounidense pedirá a cambio. Charles Michel, primer ministro belga, resumía ayer esta posición: «Hay que saber si ésta estará sujeta a alguna condicionalidad (…) Una vez sepamos si existe o no esta condicionalidad podremos discutir el asunto más abiertamente», afirmó a su llegada a la cumbre europea.
CHINA DICE NO TEMER GUERRA COMERCIAL
China concretó este viernes sus primeras amenazas comerciales contra Estados Unidos, advirtiendo que impondrá aranceles a más de un centenar de productos estadounidenses, horas después de que Donald Trump anunciara su ofensiva comercial contra Beijing.
El espectro de una guerra comercial entre ambos gigantes del Pacífico hizo tambalearse las bolsas de todo el mundo, con Wall Street cerrando con pérdidas de 3% el jueves, mientras que Hong Kong, Shanghai terminaron con la mayor caída en seis semanas.
“China no teme en absoluto una guerra comercial”, advirtió el ministro chino de Comercio. “Si se inicia una guerra comercial, China luchará hasta el fin para defender sus intereses legítimos con todas las medidas necesarias”, había apuntado el jueves la embajada china en Washington.
La escalada de la tensión entre ambas potencias económicas se vio reflejado en los mercados chinos, con un aumento agudo de la percepción de riesgo país. Los Credit Default Swaps (CDS) soberanos del gigante asiático, utilizados para medir el riesgo que incorpora el mercado, saltaban un 5,12% hasta los 67,52 puntos base a las 11.00 horas, su nivel más alto desde mediados de agosto del año pasado. En dos días de avance, acumulan una escalada de 6,34%.
Las principales bolsas de China también sintieron el efecto de la preocupación. Al cierre de las operaciones, el Hang Seng, benchmark de la rueda de Hong Kong, marcó una baja de 2,45%, mientras que el selectivo CSI 300 –que agrupa acciones que cotizan en Shanghai y Shenzhen– registró una caída de 2,87%.
El renminbi, en cambio, se mantuvo estable, tanto ayer como hoy. Después de registrar una caída de 0,18% en la sesión pasada, antes de mediodía operaba con un avance contenido de 0,31% frente al dólar.
EFECTOS MARGINALES EN CHILE
A pesar de que el Banco Central reconoció abiertamente en su Informe de Política Monetaria (Ipom) recientemente publicado, que “las consecuencias que puedan provocar las medidas proteccionistas en materia de política comercial impulsadas por la administración de EE.UU. (…) podrían tener consecuencias negativas para el comercio mundial y el crecimiento tendencial a nivel global, especialmente en economías pequeñas y abiertas como la chilena”, a juicio de los expertos, las medidas sancionatorias anunciadas ayer por el presidente Trump a China, todavía no serían de la magnitud relevante como para frustrar el impulso positivo que se espera del sector externo para la actividad chilena este año.
Según Alejandro Fernández, economista de Gemines, “el efecto en el corto plazo de esto sobre la actividad económica es marginal. Evidentemente es un escenario que tiene un potencial mayor, de mayor riesgo, pero incluso en el peor escenario es muy difícil ver un impacto importante al menos en un par de años”.
Por ello, enfatizó que “de todas maneras seguirá siendo un impulso positivo el que reciba la economía chilena desde el exterior durante este año. Hay otros riesgos, asociados a temas más financieros, por ejemplo con el alza de la tasa Libor, pero esto no”.
Comparte Joseph Ramos, economista de la U. de Chile: “A menos que este hecho dé lugar a otras situaciones similares, y eso a otras, solo afectará a EE.UU. y China en torno a una o dos décimas, con lo que el efecto para Chile sería mucho menor. Esto efectivamente genera un ruido a nivel global y, obviamente, habrá sectores más afectados, pero no impacta la reactivación”. (DF-Expansión-Pulso)


