BC alerta sobre mayor deuda fiscal pero ve menores riesgos para estabilidad...

BC alerta sobre mayor deuda fiscal pero ve menores riesgos para estabilidad financiera

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El Banco Central entregó este miércoles su Informe de Estabilidad Financiera (IEF) correspondiente al primer semestre de 2021, destacando que la acción de distintas autoridades y la operación «prudente» del sector financiero local, han permitido «contener los riesgos para la estabilidad financiera», en medio del inédito shock provocado por la pandemia de covid-19.

«De este modo, a diferencia de crisis anteriores, el costo de financiamiento se ha mantenido bajo, la morosidad sigue contenida y el crédito ha continuado fluyendo, aunque con una desaceleración reciente», resaltó el instituto emisor.

Además, expuso que «las holguras acumuladas a través de los años, junto con un mercado financiero profundo y la acción de las autoridades, han sido esenciales para enfrentar la amenaza más grande a la estabilidad financiera de las últimas décadas«.

«La emergencia sanitaria ha sido un evento que ha excedido escenarios precios de riesgo, generando un deterioro relevante en las finanzas de hogares y empresas más vulnerables, pero sin gatillar eventos de riesgo sistémico«, agregó.

Así, recalcó que «la reacción de nuestra economía ha evolucionado mejor a lo esperado hace un año atrás».

No obstante, el ente rector manifestó que el despliegue tanto del sector financiero como de las autoridades para sortear el impacto de la crisis ha implicado un uso relevante de recursos, «lo que ha reducido la capacidad para enfrentar eventos disruptivos en el futuro, con riesgos que están aún lejos de desaparecer».

En ese sentido, recalcó que la situación sigue deteriorada con respecto de 2019, ya que los usuarios de crédito -hogares, empresas no financieras y Gobierno- han visto «erosionada» su situación patrimonial, «producto de un mayor apalancamiento o uso de ahorros especiales en sectores cuya actividad ha sido más sensible a las restricciones de movilidad».

Y, «hacia adelante», apuntó el informe, «persisten varios factores de riesgo debido a lo inusual de shock causado por la pandemia y la incertidumbre respecto de su evolución».

«En este sentido, ajustes abruptos de tasas de largo plazo en economías desarrolladas, o el deterioro en economías emergentes, que no logren seguir el ritmo de recuperación internacional, pueden afectar las condiciones de financiamiento local», indicó el informe.

Con ello, subrayó que «el principal desafío para economías como la chilena, donde el proceso de vacunación y de recuperación económica avanza, será lograr un adecuado balance entre políticas que apuntalen dicho crecimiento y la necesaria recomposición de las holguras financieras hacia el mediano plazo«.

SITUACIÓN DEL SISTEMA FINANCIERO

Según el Banco Central, las condiciones financieras externas «han permanecido favorables», mientras que en Chile las condiciones financieras «también permanecen holgadas, con alta liquidez y bajas tasas de interés. El sistema financiero ha resistido bien a un shock más fuerte que los utilizados en escenarios de estrés de ediciones anteriores de este Informe».

«Un mejor panorama externo, los avances en vacunación y la capacidad de adaptación de distintos agentes, han contribuido a reducir los riesgos de estabilidad financiera en Chile respecto del IEF anterior», sostuvo.

Y añadió que «las empresas han experimentado una recuperación en sus ventas y mantenido bajo y estable su impago, producto del amplio despliegue de políticas de mitigación, el mejor escenario externo e interno y la adaptación de los agentes al contexto actual».

«Desde el último Informe, la deuda de las empresas disminuyó alcanzando 125% del PIB a fines del 2020 por el menor dinamismo del crédito, principalmente por menor demanda, y la mejora en la actividad. Así, tras aumentar durante la emergencia sanitaria, el endeudamiento agregado retornó a su nivel del cierre del 2019″, acotó, señalando, en todo caso, que «algunos sectores permanecen deteriorados, como producto de las dificultades para recuperar su operación normal en un contexto donde la movilidad aún está restringida.

Asimismo, «los hogares han amortiguado las caídas de ingresos producto de las restricciones de movilidad, de la mano de ayudas estatales, liquidando activos de largo plazo y prorrogando pasivos«.

«La mayor liquidez producto de los retiros de ahorros previsionales y transferencias fiscales, junto a una menor oferta y demanda de crédito, ha redundado en una moderación en el endeudamiento de los hogares, el cual se ubica en torno a 50% del PIB al primer trimestre de este año, y un aumento de activos más líquidos», consignó el IEF.

Sumado a ello, indicó que «las reprogramaciones voluntarias de los bancos han permitido disminuir los niveles de morosidad a mínimos históricos. No obstante, el mercado laboral se ha recuperado sólo parcialmente, evidenciando un rezago respecto de la actividad».

RIESGOS

Por otra parte, el Banco Central expuso que «se mantiene latente a nivel global el riesgo de ocurrencia de eventos que retrasen la recuperación económica y deterioren las condiciones financieras«. En ese sentido, dijo que «si bien la incertidumbre acerca de la evolución de la economía se ha ido moderando, esta se mantiene aún en niveles elevados».

Además, comentó que «las menores holguras de algunos usuarios de crédito reducen su capacidad para enfrentar escenarios de tensión futuros, aumentando su riesgo de impago».

«A pesar de que los niveles agregados morosidad han permanecido acotados, se han creado bolsones de riesgo en sectores más afectados por la emergencia sanitaria, que han visto más deteriorados sus ingresos y/o han enfrentado condiciones financieras menos favorables«, puntualizó el informe.

De este modo, resaltó que «un nuevo deterioro de la situación económica encontraría a algunos hogares y empresas en una situación financiera más débil respecto de su ingreso a la pandemia, lo cual aumenta su probabilidad de impago futuro y dificultaría su acceso al crédito».

Por último, en cuanto a las holguras fiscales, expuso que si bien la deuda soberana bruta se mantiene en niveles acotados -33% del PIB a fines de 2020-, «no obstante, un aumento sostenido del endeudamiento soberano, sin una convergencia fiscal o reconstitución de holguras, representa una vulnerabilidad ante una menor capacidad para hacer frente a nuevos eventos disruptivos, considerando que los riesgos subyacentes no han desaparecido».

RETIROS DE RENTAS VITALICIAS: «SEÑAL DE INCERTEZA JURÍDICA»

En el marco del análisis que el informe realizó por los efectos de los retiros de fondos previsionales sobre los inversionistas institucionales en el mercado financiero local, señaló que los anticipos previsionales por parte de las compañías de seguros de vida podrían afectar la liquidez y solvencia de estas, junto con «generar incertidumbre en el resto del mercado».

Lo anterior, debido a que esta «sería una señal de incerteza jurídica por afectar contratos preestablecidos», subrayó el instituto emisor. Por otra parte, apuntó que «la participación de los inversionistas institucionales en el mercado financiero local ha disminuido como producto de los retiros de fondos previsionales«.

«Ello generó, en el corto plazo, fuertes tensiones para liquidar activos en los plazos establecidos, lo que se pudo superar gracias a un adecuado manejo de la liquidez por parte de las administradoras y las medidas extraordinarias adoptadas por las autoridades”, incluida la provisión de liquidez del Banco Central.

En el largo plazo, acotó, «la menor participación de estos inversionistas reduce la capacidad de intermediación de recursos en la economía, afectando su desarrollo«. (Emol)

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