Una profunda molestia interna en el oficialismo quedó al descubierto esta tarde, luego de que la bancada de senadores del Partido Socialista (PS) decidiera restarse de la reunión convocada por el ministro de Hacienda, Nicolás Grau, para discutir la Ley de Presupuestos, en una clara señal de protesta.
Los legisladores socialistas expresaron su malestar con el Ministerio de Hacienda y la Dirección de Presupuestos (Dipres), acusando una visión «excesivamente tecnocrática» que, a su juicio, ignora las realidades territoriales y no ofrece soluciones a los nudos sociales críticos en salud, vivienda y educación.
El desaire ocurrió mientras el ministro Grau anunciaba nuevos ajustes al Presupuesto en el hall del Senado. La senadora y presidenta del PS, Paulina Vodanovic, observó la instancia a distancia, sin integrarse, y más tarde la bancada recalcó que «el diálogo debe ser político, no una notificación».
El jefe de bancada del PS, Juan Luis Castro, justificó la inasistencia, señalando que el motivo era hacer ver la molestia con el contenido de las decisiones, y no solo con la forma. Castro sostuvo que no se puede «restringir programas que están bien evaluados solo para contentar a la derecha» y criticó la «manito de guagua en la autoridad económica» por no abrir la «billetera fiscal» para proteger áreas esenciales.
En la misma línea, el senador Gastón Saavedra advirtió que seguir los pasos de la oposición, que a su parecer ha «capturado» la Ley de Presupuestos, no es el camino. El parlamentario llamó a mantener la responsabilidad fiscal y social «sin aceptar el chantaje» de un sector político.
«LA DIPRES NO TIENE CALLE»
La presidenta del PS, Paulina Vodanovic, también elevó el tono, afirmando que están abiertos al diálogo, pero que este requiere «bilateralidad, no imposición». La senadora reprochó que se les «notifique de decisiones ya adoptadas» y que la Dipres «no tiene calle», evaluando desde el escritorio sin conocer la realidad.
Vodanovic valoró que se repusieran programas como el «Más AMA» y la compra de terrenos para vivienda —cuyo recorte calificó de «despropósito» dada la crisis habitacional—, pero insistió en que el PS no puede consentir imposiciones ni la prescindencia del diálogo político. El malestar se agudizó, además, por la molestia generada porque el ministro de Hacienda se reuniera primero con senadores de oposición antes que con los de su propio sector. (NP Gemini Emol)



