Un estudio reciente del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda)(https://www.senda.gob.cl/) reveló cambios significativos en los patrones de consumo de sustancias entre jóvenes universitarios en Chile. La encuesta en línea, aplicada a 28.362 estudiantes de 66 instituciones de educación superior en las 16 regiones del país, muestra una disminución en el consumo de alcohol y marihuana.
El 42,3% de los encuestados señaló haber consumido alcohol en el último mes, una baja importante respecto al 60,8% registrado en 2021. En cuanto a la marihuana, el 23% reportó consumo en el último año, menor a la cifra del 31,6% de hace cuatro años.
Sin embargo, la directora nacional de Senda, Natalia Riffo, advirtió que pese a la disminución en frecuencia, la intensidad del consumo sigue siendo elevada. De quienes consumieron alcohol, el 60% manifestó haber ingerido en exceso al menos una vez en el último mes. En marihuana, el 6% ha consumido 10 o más días en el mismo período.
El estudio también detecta un aumento en el consumo de medicamentos sin receta, especialmente tranquilizantes, que pasó del 4,5% en 2021 al 5,7% en 2025. Riffo relaciona esta tendencia con problemas de salud mental y automedicación, situación respaldada por el investigador Rodrigo Goycolea de la Universidad San Sebastián, quien asocia el alza a factores como estrés académico, incertidumbre social y aislamiento.
El descenso en el uso de sustancias recreativas puede estar vinculado a mayor conciencia de riesgos, campañas preventivas más efectivas y regulación en espacios sociales y universitarios. Además, el consumo de drogas sintéticas como éxtasis, tusi y ketamina también mostró una baja significativa.
Este patrón no es exclusivo de Chile, ya que en Estados Unidos también se observa una reducción en el consumo de alcohol y otras drogas en la generación Z, atribuido a preocupaciones por salud, aislamiento social y cambios en las formas de socialización.
Senda trabaja en la implementación de programas preventivos junto con comunidades educativas para fomentar culturas de consumo saludable y minimizar riesgos, especialmente en jóvenes menores de 21 años, enfatizando la necesidad de mantener y potenciar estas tendencias de reducción.
Este estudio entrega una radiografía importante para formular políticas públicas que atiendan tanto la reducción en consumo como las problemáticas emergentes relacionadas con la salud mental y la automedicación. (NP Perplexity La Tercera Senda)




