Atrapado en el tobogán-Marcela Cubillos

Atrapado en el tobogán-Marcela Cubillos

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Del de la plaza, pudo salir. Del electoral de ayer, no. La avalancha de cómputos dejó al Presidente Boric atrapado en una aplastante derrota. Sería prudente, a estas alturas, que el Gobierno dejara de hablar del “pueblo” como si fuera su vocero. El pueblo ayer, por segunda vez, le dijo que piensa radicalmente distinto a la coalición oficialista.

Han intentado instalar que lo ocurrido no tiene que ver con el Gobierno. El símbolo de esa maniobra de disociación fue el ministro Jackson: “Nada de lo que está en la papeleta tiene vinculación con lo que significa la gestión del Gobierno”. ¿Se le olvida que en el voto iba una lista de candidatos oficialistas? La gente podía respaldar a la coalición del Presidente, pero eligió no hacerlo. Porque no le gusta este Gobierno, y no los quiere “habitando” nuevos cargos. ¿Se le olvida que fueron los voceros de un texto refundacional que escribieron solos y a su antojo? La ciudadanía no solo lo rechazó, sino al ver que Chile se asomaba al abismo decidió no exponerse de nuevo a los mismos riesgos. El Gobierno es al mismo tiempo el gran perdedor y el principal responsable de su fracaso electoral.

La derecha, en su conjunto, acaba de obtener un triunfo espectacular que la deja en una inmejorable posición frente a una izquierda refundacional, que ha dicho una y otra vez que no abandonará sus convicciones. Los 33 elegidos deberán privilegiar siempre la unidad.

Chile Vamos fue derrotado por el Partido Republicano. Se deben evitar justificaciones simplistas como que “la gente votó por miedo”; o la autocomplacencia de afirmar que no importa sufrir derrotas electorales porque “se tomaron decisiones pensando en el bien de Chile” al embarcarse en este nuevo proceso. Es bueno escuchar a la gente e intentar comprender lo que vota para poder representarla mejor. Con los resultados de ayer, seguir diciendo que la diferencia con republicanos es que Chile Vamos tiene “vocación de mayoría”, tampoco funciona cuando tú eres la minoría.

Es elocuente, también, al analizar los resultados de ayer, que la centroizquierda desapareció del horizonte mental de los chilenos. Eso pasa cuando se diluye la identidad por completo. La presidenta del PPD un día hacía campaña intentando diferenciarse de Apruebo Dignidad, y al siguiente difundía un video denostando a Jaime Guzmán, senador asesinado. Y qué decir de la Democracia Cristiana, que le faltarán años para recuperarse del daño que la conducción de Yasna Provoste le hizo poniendo al partido a la izquierda de la izquierda.

“Cerrar este proceso” es la frase que se repite desde hace meses como un verdadero mantra. Pero eso no depende de la derecha, que a estas alturas parece ser la única interesada en cerrarlo. Los consejeros republicanos y de Chile Vamos estarán siempre abiertos al diálogo. Ahí no estará el problema en la etapa que se inicia. El nudo radica en esa izquierda refundacional implacable, representada en el Consejo, con la que hay diferencias sustanciales. No puede hacerse un texto que deje contentos a los que no creen en la democracia liberal y a los que sí creen en ella. A los que no creen en el control del poder político y a los que sí creen en él. A los que no creen en la libertad individual y a los que sí creen en ella. A los que no creen en la unidad de nuestra nación y a los que sí. A los que validan la violencia como forma de acción política y a los que no.

Éxito, por tanto, es elaborar un texto que sea aprobado por una mayoría ciudadana contundente y no uno que satisfaga a los consejeros de Apruebo Dignidad. Por lo demás, con el resultado de ayer, la firma del Presidente Boric quedó bastante depreciada. Hoy no es garantía de nada… mucho menos de cierre del proceso. (El Mercurio)

Marcela Cubillos