Un decidido respaldo al desarrollo de la energía nuclear en Chile manifestó esta mañana el presidente de ASIMET, Juan Carlos Martínez, durante un encuentro que sostuvieron los socios del gremio con el ministro de Energía, Máximo Pacheco.
Durante la cita, Martínez señaló que si bien la decisión de la actual política energética del Gobierno de promover las Energías Renovables No Convencionales, como las energías solar y eólica, es positiva, “no libera al país de la necesidad de contar con un suministro consistente y sólido de energía de base”.
Al respecto, agregó que “como ASIMET consideramos que Chile debe sumarse lo antes posible al desarrollo de la energía nuclear, y entregaremos nuestro apoyo y respaldo al Gobierno en caso de iniciar acciones en ese sentido”.
Martínez recordó que, hace casi una década, el primer Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet solicitó estudios para determinar la factibilidad de construir en el país una central nuclear. Agregó que la comisión creada con ese fin concluyó que era una opción viable, que requería un marco institucional acorde con las exigencias técnicas que planteaba. Pero pese a ello, sostuvo el dirigente gremial, la decisión en torno a la energía nuclear volvió a ser dilatada hasta el año 2020.
“Consideramos que es una postergación preocupante, considerando las necesidades energéticas del país y los compromisos sobre reducción de emisiones de CO2 adquiridos por Chile tras la firma del acuerdo sobre cambio climático”, señaló.
Durante el encuentro con el ministro Pacheco, Martínez señaló también que, como industria manufacturera, hoy observan una tendencia a la baja de los costos marginales de energía, disminución que se ha acentuado en los últimos doce meses. Al respecto, mencionó tres factores que, a su juicio, incidieron en que el escenario “cambiara radicalmente”: la baja en el precio de los combustibles fósiles; la irrupción de las Energías Renovables No Convencionales, a las que se les dio facilidades para competir con éxito en las licitaciones de las distribuidoras, hecho que multiplicó la competencia en ese mercado; y la caída en la demanda interna, como resultado de la menor actividad económica.
“Todo lo anterior cambió en forma sustantiva el mercado desde el lado de la oferta, permitiendo a grandes consumidores, como es el caso de algunas empresas de nuestro sector, negociar en condiciones de mayor competencia, lo que favoreció el logro de precios que, al menos, no constituyen una amenaza inmediata para la sustentabilidad del negocio”.
Sin embargo, agregó “hay otros grandes consumidores, clientes libres, que tuvieron que negociar sus contratos de abastecimiento previo a estos cambios tan significativos, y que están atrapados con tarifas que superan los US$ 100 por MWh, lo que, a nuestro juicio, son precios insostenibles”.
En ese sentido, indicó que los contratos de clientes libres en general tienen plazos que superan los 5 años, con poca flexibilidad ante cambios externos como los mencionados, “por lo que es muy importante que las empresas suministradoras de energía puedan flexibilizar los contratos a los cuales están sometidos sus clientes”, concluyó. (Target Com)


