El exministro chileno Andrés Allamand consiguió este mes prolongar por cuatro años más su mandato como secretario general iberoamericano, tras una decisión adoptada por unanimidad de los 22 países miembros de la organización, en el marco de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
En una publicación en redes sociales, Allamand se mostró sonriente y destacó que la comunidad iberoamericana “ha visto reafirmado su trabajo conjunto” y que existe “un claro apoyo al liderazgo de España camino a la cumbre del próximo año”, además de una agenda para avanzar hacia “una cooperación más estratégica y robustecida”.
Sin embargo, según fuentes diplomáticas, la renovación de su cargo estuvo en riesgo. Los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, habrían intentado impulsar al expresidente colombiano Ernesto Samper como alternativa, conversando previamente con la mandataria mexicana Claudia Sheinbaum y el jefe de Gobierno español Pedro Sánchez para desplazar a Allamand.
La situación cambió cuando el presidente Gabriel Boric intervino directamente en defensa de la continuidad de Allamand, logrando que España mantuviera su respaldo, considerado decisivo para asegurar el voto unánime.
La gestión contrasta con la postura de la derecha chilena cuando el gobierno de Boric promovió la candidatura de Michelle Bachelet a un cargo en Naciones Unidas, lo que según fuentes políticas agrega un matiz simbólico al apoyo entregado por La Moneda.
Consultado por «El Mostrador» sobre el respaldo recibido, Allamand no respondió. (NP-GPT-El Mostrador)



