All-in: seguridad que Chile necesita-Pilar Lizana

All-in: seguridad que Chile necesita-Pilar Lizana

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No hay duda de que todo aquello que acompaña a la elección presidencial y su respectiva primaria tiene a muchos concentrados en los intercambios de opinión entre Evelyn Matthei y Carolina Tohá. Participaron en dos eventos esta semana y en ambos se trataron temas de seguridad, pero, hay algo de lo que no se habla y que tiene que ver con los cuellos de botella para avanzar en soluciones concretas.

Cuando empezamos a conversar con esos funcionarios que dedican su día a la seguridad podemos darnos cuenta de que el diagnóstico lo tienen bastante claro. Identifican las debilidades y fortalezas, son conscientes de dónde se debe trabajar y que, de alguna manera, se logra una integración, pero falta interoperabilidad, saben también que el mayor problema tiene que ver con recursos y que todo se estanca en el proceso político.

Las investigaciones de fondo de las áreas de estudios policiales comprenden el fenómeno, levantan las alertas y proponen escenarios, mientras que, en el día a día institucional deben, también, lidiar con la corrupción que trae la amenaza.

Es cierto que no estamos del todo preparados, también es verdad que el crimen organizado encontró a Chile con sus barreras abajo, pero, es innegable que, en ciertos casos, algunos funcionarios son parte del problema y no de la solución, aprovechándose de los vacíos que quedan porque la conducción política y la voluntad que necesita no están presentes.  Y, volviendo a los eventos electorales de la semana lo que necesitamos ahora, es que los candidatos, todos, asuman la responsabilidad política que implica hacerse cargo de la seguridad.

Lo que necesitamos ahora es que apuesten todo su capital político, que hagan un “all-in” porque sin eso, no llegaremos muy lejos.

Ya pagamos un impuesto llamado seguridad, ya gastamos más del 2% del PIB, los funcionarios de las policías, aduanas, SII, entre otros saben de qué se trata, entonces, ¿qué nos falta? Porque algo debe faltar si es que todos sabemos cuál es el problema, pero somos incapaces de solucionarlo. Y ahí, esos mismos funcionarios miran hacia arriba y llegan al tema tabú: La política y la necesidad de que tome las riendas del problema y se haga cargo de esa amenaza corrosiva pero silenciosa que se llama corrupción.

Hoy, más que la violencia, lo que está terminando con el Estado es la corrupción. La misma que tiene a 14 carabineros cobrando por entrar, la que tiene condenado al ex Alcalde de San Ramón y que mientras se transforma en una herramienta poderosa para extender el negocio ilícito, afecta la cadena de suministros y el desarrollo en Chile.

Aún estamos a tiempo de apostarlo todo, tenemos una jugada que puede ser ganadora, las cartas no serán las ideales, pero son las que necesitamos para ganar, sólo falta la apuesta fuerte y convencida que esos naipes nos darán la victoria. Y, eso no pasa por las capacidades técnicas, pasa por la voluntad que el futuro Presidente de Chile tenga, de eso dependemos, de la firmeza en las acciones y del asumir la responsabilidad que tiene el asegurar el futuro de los chilenos. (El Líbero)

Pilar Lizana