De los escolares que postularon en primera preferencia a un colegio que tuvo más demanda que vacantes, mediante el Sistema de Admisión Escolar (SAE) el año pasado, solo un 40% quedó en su establecimiento ideal. Así lo muestran los nuevos cálculos realizados por el Ministerio de Educación, los que marcan una caída en comparación con el 51% informado hasta ahora.
Esa cifra había sido calculada considerando a los postulantes que fueron asignados a un recinto con más solicitudes que cupos, y que quedaron en su primera opción. «Lo más correcto sería analizar la totalidad de postulaciones que en primera preferencia tuvieron que competir por un cupo (…) independientemente del colegio que se les asignó», dijo Bárbara Manríquez, asesora del Mineduc especializada en el SAE.
Según el análisis, el 68% de las postulaciones hechas en el proceso regular partían con un recinto donde se debían competir por el cupo. En ese segmento, el 60% no fue asignado a su primera preferencia. Entre los estudiantes con mejor rendimiento -en el 20% superior- el 37% quedó en su primera opción.
«(Esto) demuestra que quienes están siendo más discriminados son los jóvenes con mayor mérito académico, que habiendo crecido en circunstancias quizás muy adversas han logrado con su esfuerzo un rendimiento que, antes de este sistema, les aseguraba llegar a liceos de alta exigencia académica y hoy no», afirmó la ministra de Educación, Marcela Cubillos.
POLÉMICO RESUMEN
Este año se implementará el SAE en la Región Metropolitana, y ayer el Mineduc utilizó sus redes sociales para difundir una serie de infografías sobre el proceso. En las imágenes, eso sí, se recalcaban algunos puntos: por ejemplo, que el sistema «no considera el esfuerzo que una familia está dispuesta a hacer». Las precisiones levantaron críticas de quienes vieron en ellas otra intención.»El sistema funciona razonablemente bien», planteó Andrés Palma, exsecretario ejecutivo de la Ley de Inclusión, para quien «es gravísimo que el ministerio esté entregando información que es distorsionada».
«Parece ser más difusión del proyecto de ley del Gobierno», añadió en referencia a las iniciativas de Admisión Justa que están en el Congreso.
A juicio de Palma, el Ejecutivo «busca generar una imagen distorsionada del sistema. Si un niño postula a prekínder, yo no sé cuál es el esfuerzo o el mérito de la familia».
La ministra, en tanto, cuestionó: «¿Cuál es el temor a apoderados informados? Algunos quisieran que se informaran solo las fechas y el modo de acceder a la plataforma, y no los efectos de los cambios. Pero cuando en reuniones con apoderados o en las puertas de los colegios, como hoy en la mañana, te encuentras con padres que siguen confiados en que el mérito académico de sus hijos les asegurará el ingreso al colegio que elijan, ellos tienen derecho a saber que si no se cambia el sistema, eso no ocurrirá». (El Mercurio)



