A. Vivanco: «Nadie que me conozca puede decir que soy ultraconservadora»

A. Vivanco: «Nadie que me conozca puede decir que soy ultraconservadora»

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A días de jurar como nueva ministra de la Corte Suprema, Ángela Vivanco está con agenda llena. Ayer dio una charla en Casas de Lo Matta y abordó el contenido de la Convención Interamericana sobre la protección de los Derechos Humanos de las personas mayores que Chile firmó el año pasado. Dice que hay muchas leyes que ajustar al respecto, y le llama la atención que en estos momentos haya dos proyectos sobre eutanasia en el Congreso y ninguno de cuidados paliativos.

No elude los temas coyunturales y así responde a «El Mercurio»:

-¿Qué le pareció toda la polémica que generó su nombramiento como nueva ministra de la Corte Suprema, y la marginación del PS del acuerdo que se había logrado en la oposición?

-Para mí toda esa discusión tuvo que ver con diferencias políticas, y con aspiraciones políticas más que con mi persona. Y creo que fue una ocasión en que se aprovechó el nombramiento mío, pero que había situaciones que no eran necesariamente vinculadas conmigo, sino que eran intereses de los partidos y aprovecharon este hecho para hacer una especie de medición de fuerzas generando el conflicto. Porque todo aquello que tiene que ver con los antecedentes profesionales míos era sabido hacía muchos meses. No fue nada que los sorprendiera ni cosa parecida.

-Y con eso rebrotó el debate sobre el cuoteo político en las designaciones. ¿Qué le parece la forma en que se escoge a los miembros de la Corte Suprema y a los jueces?

-Fíjese que para el nombramiento de los ministros del Tribunal Constitucional había parlamentarios que estaban proponiendo que se usara el mismo sistema de la Corte Suprema, porque lo encontraban mejor. El sistema de la Corte Suprema es tripartito: intervienen el Presidente, la propia Corte y el Senado. Y, en consecuencia, es un sistema complejo que debiera dar ciertas garantías. Ahora, si la idea es que no da esas garantías o molesta, bueno, ahí habría que reformar la Constitución, porque este sistema está establecido en la Constitución.

-¿Cuál espera que sea su aporte como ministra de la Corte Suprema?

-Los que somos de afuera de la administración de justicia venimos con otra visión del mundo y la idea es aportarla. En mi caso, es aportar la visión de un académico que ha trabajado muchos años estudiando y en la academia, fundamentalmente en un tema de enfoque de derechos.

-¿De qué manera estima usted que la Corte Suprema puede ajustarse a los nuevos tiempos?

-A la Corte Suprema se le consulta cuando hay proyectos de ley asociados con las atribuciones de los tribunales, y ahí se da un aporte importante. Por otro lado, obviamente que a los jueces les corresponde aplicar la ley, pero también interpretarla. Y esa interpretación, a mi juicio, es muy importante que sea dada en clave de beneficiar lo más posible los derechos de las personas. O sea, buscar proteger a los más vulnerables y asegurar en mayor medida sus derechos, creo que ese es el mayor aporte que puede hacer. Irse adaptando a los millones de temas que van presentándose en los tribunales de modo tal que esos temas tengan una solución lo más justa posible que nosotros podemos disponer, dentro del Derecho.

-La gente que se opuso en el Congreso a su designación la calificó como ultraconservadora. ¿Cómo se califica usted?

-A ver, la gente que me conoce sabe que yo soy una persona moderada. Y en consecuencia, creo que no hay nadie que me conozca que pueda decir que yo soy ultraconservadora. Así que lo tomo como algo que está dicho por personas que no me conocen.

-¿Qué le parece el movimiento feminista en este momento en Chile?

-El movimiento feminista abarca distintas situaciones e intereses. Personalmente yo destaco aquel movimiento que se dirige a que las mujeres estén más empoderadas, a que se respeten sus derechos y que se las proteja. Esa para mí es la visión de feminismo más adecuada, siendo que no me gustan los ismos . Yo prefiero decir que uno tiene que tener una política de Estado amigable con la mujer.

-¿Usted se ha sentido víctima?

-Yo no me siento víctima de nada. He tenido una vida muy plena, he tenido cargos de importancia en el mundo público y en el mundo privado. Ahora voy a ejercer, si Dios lo permite, un cargo importante. (El Mercurio)

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