¿A qué chileno le importa la censura en la Cámara?

¿A qué chileno le importa la censura en la Cámara?

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La semana pasada una noticia habitualmente irrelevante ocupó varios de los titulares de los medios de comunicación más importantes del país. De hecho, casi todos los programas de política se refirieron a ella durante la semana e incluso el domingo algunos diarios -como El Mercurio- publicaron reportajes al respecto. La noticia era que la oposición había ideado una estrategia para presidir 13 comisiones de la Cámara de Diputados y la estaba llevando a la cabo a través de la censura que -dicho sea de paso- no es una herramienta establecida para este tipo de fines, pero al utilizarla se logra el efecto práctico perseguido: sacar al presidente oficialista para poner a un presidente de la oposición en cada una de esas 13 comisiones. En fin, un tema muy técnico, exclusivamente político e irrelevante para la gran mayoría de los ciudadanos.

Mientras tanto, otras noticias de relevancia ocurren en nuestro país sin ocupar ningún titular en los medios de comunicación más importantes y -en consecuencia- ocurren sin que los chilenos se enteren y sin que nuestras autoridades se refieran a ellas. Pero ¿por qué ocurre? Creo que existen muchas razones, sin embargo, una de las que mejor explican el fenómeno es que esas otras noticias de relevancia no están ocurriendo en la Región Metropolitana, sino que en otras regiones y -por tanto- pasan a ser más irrelevantes que una noticia que habitualmente no es noticia, como lo es el cambio en la presidencia de algunas de las comisiones de la Cámara de Diputados. Le doy algunos ejemplos:

Hasta agosto de 2022 las hectáreas solicitadas para la constitución de espacios costeros marinos para pueblos indígenas conforme a la ley lafkenche ascienden a casi 4 millones de hectáreas, generando una serie de conflictos en el Sur de Chile -muchos de ellos violentos- no sólo entre chilenos indígenas y no indígenas, sino que también entre las propias comunidades usuarias del borde costero. Lamentablemente, ninguno de estos conflictos ha ocupado titulares nacionales. Seguramente, cuando los espacios costeros solicitados involucren a parceleros santiaguinos en las orillas de los lagos del Sur este conflicto se hará visible.

Otro ejemplo de noticia que debería ser noticia nacional es que hace un par de días contratistas del proyecto MAPA -que es el mayor complejo industrial de celulosa en construcción en el mundo y que está ubicado en la comuna de Arauco, región del Biobio- incendiaron barricadas y derechamente bloquearon el ingreso al recinto. Posteriormente los contratistas incluso cortaron la Ruta 160, que conecta la localidad de Arauco con la ciudad de Concepción, sin embargo, el proyecto MAPA -que además representa la más alta inversión en la historia de la empresa Arauco- no ocupó ni siquiera un titular de verdadera importancia nacional.

Otro ejemplo igual de lamentable son los encuentros que se están llevando adelante con ocasión del proyecto para una nueva ley de pesca. Nueva ley que -conforme a lo que ha declarado el presidente Boric- debe ser fruto de un debate “abierto, que sea transparente, que entregue reglas claras” sin embargo, salvo un par de notas en diarios locales y una que otra nota en algún diario nacional que acusa las mentiras del Senador Nuñez en la comisión de Pesca, la verdad es que los chilenos no tenemos idea cómo van esos encuentros, de qué se tratan, qué conversan, quiénes intervienen, entre otros detalles.

Finalmente, un ejemplo que particularmente en Concepción resentimos muchísimo. Recientemente nos enteramos que, conforme al estudio de factibilidad que el gobierno regional encargó a EFE, sí es posible hundir la vía férrea que actualmente divide sin ninguna consideración estética la ciudad en dos. Sin embargo, el costo total de la obra ascendería a los 200 mil millones de pesos, que es equivalente a 2 veces el Fondo Nacional de Desarrollo Regional completo y -en consecuencia- no es algo a lo que como penquistas podemos aspirar y -la verdad- es que con un poco de rabia me pregunto: ¿qué pasaría si se tratara de la línea 7 de la Región Metropolitana? (El Líbero)

Paz Charpentier