La polémica en torno a la muerte de Lisette, la niña de 11 años que murió en abril en el hogar Galvarino del Servicio Nacional de Menores (Sename), en Estación Central, consiguió que se creara por primera vez en la institución un «protocolo de muerte», que diera instrucciones explícitas en los casos de decesos de niños o jóvenes en establecimientos vinculados al servicio.
La deficiencia de detalles en torno a las muertes de niños a cargo del Sename se dio a conocer luego de que el diputado independiente René Saffirio solicitara al organismo la nómina de fallecimientos en el servicio de la última década. Los resultados obtenidos por la Cámara de Diputados sólo informaban el número de muertes, pero no detallaban causas ni lugar del deceso, informó El Mercurio. La creación del «protocolo de muerte» viene a tratar de solucionar este problema.
El jefe del departamento Jurídico del Sename, Jorge Lavanderos, defendió que «siempre hemos estado obligados a denunciar, toda vez que han existido sucesivas regulaciones por parte del servicio, normativas precisas y claras de denunciar hechos constitutivos de delitos o que pudieren serlo». La prueba de esto serían las circulares 2.308 y 2.309, que especifican los procedimientos que se deben utilizar ante hechos eventualmente constitutivos de delito, maltrato físico o psicológico en contra de menores. La primera circular lo hace para aquellos que están bajo el cuidado de instituciones coadyuvantes o colaboradores acreditados del Sename y la segunda para quienes están bajo el cuidado de centros de administración directa del Sename. «Aún cuando ya existía la obligación de denunciar, quisimos ser más explícitos», expresó Lavanderos, refiriéndose al nuevo protocolo, que marca un punto de inflexión, ya que incluye todos los decesos, no sólo los que puedan constituir delitos.
Antes de la muerte de Lisette, las muertes quedaban establecidas como un «egreso administrativo». «Nosotros como servicio no tenemos obligación de consignar la causa de muerte, porque eso depende de otro servicio que recibe esta información de parte de las policías, de los tribunales, que es el Registro Civil, que tiene la información del certificado que emite el médico que constata la muerte o que hace la autopsia. ¿Cómo podríamos hacerlo nosotros si no somos médicos?», señaló el abogado.
El protocolo de Lisette El nuevo protocolo para los casos de muerte de menores en el sistema de protección del Sename comienza con una denuncia ante el Ministerio Público. Luego, el director regional debe avisar inmediatamente del hecho al director nacional, detallando identidad del menor y condiciones en que se produce el falllecimiento. El paso siguiente es certificar y obtener copias de la denuncia. Todos los antecedentes se deben remitir dentro de las primeras 24 horas, para finalmente ingresarse en la plataforma del servicio, el Senainfo.
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