El comando de José Antonio Kast dio pie atrás en la decisión de esperar los resultados de la segunda vuelta presidencial este domingo en el Estadio Bicentenario de La Florida. Aunque la solicitud de permiso estaba extendida a las autoridades, surgieron dudas sobre la legalidad y el mensaje político.
La producción del evento estaba avanzada, a cargo de Viba Producciones (la misma del cierre en Movistar Arena). Se esperaba que Kast, de ganar, realizara ahí su primer discurso de celebración, con la presencia del cantante Américo, en un evento masivo.
Sin embargo, se encendieron alertas, ya que la normativa electoral impide realizar actos masivos hasta cuatro horas después del cierre de las urnas. Además, se temió que un gasto electoral tan elevado en un evento potencialmente ilegal fuera rechazado y pusiera en riesgo la rendición de la campaña.
Debido a estas dificultades logísticas y legales, el equipo de Kast se decantó por la opción de trasladarse a algún hotel del sector oriente de la capital, descartando el Estadio y la sede de Presidente Errázuriz. La sede fue considerada insuficiente para el flujo de dirigentes y apoyos políticos.
El diseño del evento masivo en La Florida buscaba una postal más grande que la celebración de la primera vuelta. Además, emplazaba la celebración en una comuna popular, cuyo alcalde, Daniel Reyes, apoyó tempranamente al republicano.
Más allá del impedimento legal, en el sector no hubo consenso sobre el carácter de la espera, lo que tensionó al comando. El jefe de campaña, Martín Arrau, defendió una postura más austera y acotada, con menos producción que el cierre de primera vuelta.
Arrau, junto al presidente del partido, Arturo Squella, defendió la idea de no mostrar un candidato triunfalista. Argumentaron que las primeras horas tras el triunfo son clave para enviar una señal moderada y enfocarse de inmediato en los problemas ciudadanos.
La tensión interna escaló. Varios miembros comenzaron a cuestionar en privado a Arrau por su compleja instalación en el equipo y por defender la idea de no mostrarse triunfalista, aunque otros lo defendieron por priorizar la moderación.
Actualmente, el equipo de Kast se concentra en cerrar un hotel que cumpla con tres características esenciales: capacidad para recibir a todos los partidos que apoyan, un lugar apto para los medios de comunicación y un espacio en el exterior para instalar un escenario para el primer discurso. (NP-Gemini-La Tercera)



