El Gobierno cubano publicó este jueves una serie de normativas en la Gaceta Oficial que oficializan el uso de divisas extranjeras en la isla. La medida formaliza la creciente dolarización impulsada por el Ejecutivo en medio de la grave crisis que sufre el país caribeño.
Las normativas afectan a todos los actores económicos, tanto personas naturales como jurídicas, y se refieren al tipo de cambio. No obstante, las reglas no establecen una nueva tasa, algo que el Ejecutivo había prometido hacer durante la segunda mitad de este año.
El Gobierno cubano subraya que estas medidas de emergencia son de carácter «temporal». Se mantendrán «hasta tanto se solucionen los desequilibrios macroeconómicos existentes» y el peso cubano pueda retomar su lugar como única moneda de curso legal.
Según recogió el diario oficial Granma, la ministra presidenta del BCC, Juana Lilia Delgado, aseguró que «ahora se introduce la posibilidad de que haya otras monedas de curso legal». Estas se emplearán en operaciones de cobros y pagos entre los actores económicos que radican en Cuba.
El uso de divisas empezó a ampliarse hace un año, cuando el Gobierno creó tiendas estatales de pago exclusivo en dólares. En la práctica, el dólar estadounidense y el euro tienen un peso cada vez más importante en la isla debido a la fuerte depreciación del peso.
La economía cubana depende en un 80% de las importaciones. Granma señaló que el Ministerio de Economía y Planificación autorizará las transacciones en divisas. Se priorizarán las actividades de exportación, sustitución de importaciones y aquellas que incrementen los ingresos en moneda extranjera.
Las normas también prevén que el Estado retenga un 20% de las divisas provenientes de ciertos ingresos. Esto incluye ventas mediante tarjetas internacionales y ventas a modalidades de inversión extranjera, agregándose a esquemas de financiamiento ya existentes.
El ministro de Economía, Alonso Vázquez, afirmó que este paquete legal «viabiliza las transacciones en divisas» en Cuba. Tal posibilidad se eliminó con la fallida reforma monetaria de 2021, conocida como Tarea Ordenamiento.
Aquel cambio legal agudizó problemas estructurales de la economía. El Producto Interno Bruto (PIB) del país ha caído un 11% en los últimos cinco años, el déficit público se disparó y la inflación triplicó los precios oficiales en la isla.
La reforma también descapitalizó empresas estatales y creó un mercado cambiario informal con una tasa muy lejana a la oficial. Mientras el cambio oficial se fija en 120 pesos por dólar, la tasa informal se encontraba este jueves en los 440 pesos por billete verde.
La isla vive, además, una situación de «corralito» bancario no declarado, con un sistema bancario completamente estatal. Las autoridades han limitado las extracciones de pesos en efectivo y restringieron la libre disposición de depósitos bancarios en divisas para empresas extranjeras. (NP-Gemini-Emol-EFE)
