La inédita decisión del Tribunal Supremo (TS) de la Democracia Cristiana (DC) de suspender la militancia del expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle por reunirse con José Antonio Kast, ha puesto de manifiesto la consolidación de la influencia del sector de izquierda dentro del partido, una tendencia que ha marcado la crisis y la fractura de la colectividad en los últimos años.
EL SELLO DE LA IZQUIERDA DC
La directiva actual, liderada por el senador Francisco Huenchumilla, presentó la denuncia contra Frei, utilizando como antecedente su rechazo a la propuesta de la Convención Constitucional en 2022. En aquel momento, Huenchumilla defendió la propuesta señalando que hacía bien «a los sectores más modestos, la clase media y a los que han estado siempre olvidados».
El Factor Yasna Provoste.- La senadora Yasna Provoste, tras su derrota presidencial en 2021, se convirtió en la controladora de facto del partido. Su sector, que tomó vuelo tras las senatoriales de 2017 y la derrota de Carolina Goic, ha trazado una línea política clara: Críticas a la oposición constructiva, apoyo al fin de las AFP y a los retiros de fondos, patrocinio de proyectos de indulto a los llamados presos del 18-O, su frase favorita, citando a Radomiro Tomic: «cuando se pacta con la derecha, la derecha es la que gana».
El Rol de Carmen Frei y el Tribunal Supremo.- Para algunos, la exsenadora Carmen Frei, identificada con el ala progresista, facilitó el giro. Durante su liderazgo del partido (2021-2022), comenzó el recambio del Tribunal Supremo. Abogados cercanos a Provoste, como Luis Eduardo Thayer Morel y Julia Panez (actual presidenta), ingresaron al TS. Este organismo fue el que previamente expulsó a militantes históricos del ala moderada como Ximena Rincón, Matías Walker y Fuad Chahin por levantar la opción Rechazo a la Convención, y es el mismo que ahora dirimirá el futuro de Eduardo Frei.
CRISIS, RUPTURA Y SUPERVIVENCIA
El aplastante triunfo del Rechazo en 2022 sumió a la DC en una crisis que vació a la colectividad de sus liderazgos moderados y provocó la renuncia de la directiva de Felipe Delpín.
Undurraga y la «Izquierdización»: Aunque el exministro Alberto Undurraga lideró un acuerdo de emergencia, su posterior intento de ser candidato presidencial desató otro quiebre. La DC optó por la supervivencia política y se plegó a un pacto parlamentario con el Socialismo Democrático, el PC y el Frente Amplio. Undurraga renunció a la presidencia en julio de 2025 tras la proclamación de Jeannette Jara (PC) como candidata. En su renuncia, criticó que «cuando se abandona nuestro electorado, izquierdizando nuestra propuesta, la gente no nos sigue».
Huenchumilla y la Pérdida Histórica: Huenchumilla sucedió a Undurraga y, con el apoyo a Jara, logró conservar 8 escaños, alcanzando la sobrevivencia. No obstante, esto se compara con los 38 diputados que el partido tenía en 1991, reflejando el severo declive.
SANCIÓN INTERNACIONAL
La Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA) suspendió en agosto de 2025 los derechos de la DC chilena, argumentando que el respaldo a una candidata del PC «rompe» con los principios del humanismo cristiano y afecta la credibilidad de la organización a nivel internacional.
Huenchumilla intentó justificar la sanción a Frei indicando que «lesiona la memoria histórica de Eduardo Frei Montalva», a pesar de que el fundador de la DC fue un férreo opositor al Partido Comunista. (NP-Gemini-Ex Ante)
