La ministra secretaria general de Gobierno, Camila Vallejo, respondió a las duras críticas que el excandidato presidencial del Partido de la Gente, Franco Parisi, dirigió tanto al Presidente Gabriel Boric como al ministro de Economía, Nicolás Grau.
En una entrevista con El Mercurio, Parisi había afirmado que el Mandatario «no debió haber salido electo Presidente. No estaba preparado intelectual ni personalmente» y que «no califica,» considerando que Boric «ha sido un mal Presidente» en términos de estándar.
Adicionalmente, el economista lanzó una grave acusación contra el ministro Grau, aseverando que «él me amenazó de muerte,» en alusión a su época universitaria, y que lo habían salvado del sumario «por la mamita que tenía,» tildándolo de «violento» por no haberle ofrecido disculpas.
Ante estas declaraciones, la ministra Vallejo fue cautelosa, señalando que «no es de nuestro interés ni polemizar con el excandidato Parisi, ni tampoco hacer referencia a descalificaciones.»
Respecto al ministro Grau, la secretaria de Estado defendió su gestión, destacando que «ha sido un excelente ministro de Economía, y ahora ministro de Hacienda.»
Vallejo resaltó hitos de su trabajo, como la tramitación de la primera ley de permisos sectoriales y su implementación, logro que, según ella, no consiguieron gobiernos anteriores.
También valoró que el ministro «logró sacar adelante la ley de fraccionamiento pesquero, con acuerdo al Parlamento,» permitiendo dar el primer paso en la redistribución de las cuotas pesqueras hacia el sector artesanal.
En cuanto a las críticas hacia el Presidente Boric, Vallejo sostuvo que «pueden haber, insisto, distintas opiniones,» pero enfatizó que el Presidente es de «todos los chilenos y chilenas» y que continuará trabajando «hasta el último día de su mandato en seguir mejorando las condiciones de vida en nuestro país.»
Finalmente, la ministra subrayó las políticas impulsadas por el Gobierno, como el Copago Cero, la reforma de pensiones, la creación del Ministerio de Seguridad y el aumento del salario mínimo, concluyendo que «la democracia permite muchas opiniones y es legítimo que así sea, y es deseable que así sea, aunque sean duras.» (NP-Gemini-Emol)
