La carrera presidencial entre Jeannette Jara y José Antonio Kast se desarrolla mientras el próximo Gobierno se prepara para heredar varios flancos abiertos, siendo uno de los más urgentes la deuda acumulada en el sistema de construcción de viviendas sociales del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu).
A finales de septiembre, la polémica escaló cuando empresas constructoras alertaron sobre una supuesta crisis financiera, acusando al Minvu, liderado por Carlos Montes, de retrasos en pagos que sumarían hasta US$1.000 millones. El ministro Montes desmintió esa cifra, aunque reconoció la existencia de US$130 millones en deudas vencidas, montos que, según él, ya comenzaron a pagarse.
A este panorama se suma la discusión del Proyecto de Ley de Presupuestos 2026. Pese a que la iniciativa contempla un aumento del 13% para el Minvu, gran parte de esos recursos se destinaría a saldar compromisos pendientes, lo que implica una reducción en los fondos disponibles para nuevos subsidios habitacionales.
Un análisis de la consultora inmobiliaria Colliers profundizó en la situación, criticando la poca transparencia del Minvu respecto a sus compromisos financieros. Colliers señala que el ministerio ha aumentado el volumen de subsidios entregados desde 2022 «sin contar con un respaldo financiero proporcional».
Sergio Correa, gerente inmobiliario de Colliers, destacó que el impacto ya es evidente: las constructoras enfrentan retrasos de más de 60 días en los pagos y algunas reportan deudas acumuladas por más de $300 mil millones. Esto obliga a las empresas, especialmente a las Pymes, a recurrir a costosos adelantos de facturas, poniendo en riesgo su viabilidad.
El ejecutivo advirtió que esta situación podría provocar la paralización de proyectos, una menor participación del sector privado en los programas habitacionales del Estado y una pérdida de capacidad operativa en el futuro.
Colliers sostiene que la falta de transparencia del Minvu es consecuencia de una gestión que ha priorizado la «ejecución política» por sobre el control presupuestario. El ministerio ha comprometido subsidios sin entregar una contabilidad clara de los montos pendientes ni la proyección de obligaciones futuras, generando «incertidumbre estructural».
Según la consultora, el principal error del Minvu es «comprometer más subsidios de los que puede pagar», creando un desbalance entre las expectativas ciudadanas y la capacidad real del Estado, agravado por una débil priorización territorial en favor de la Región Metropolitana.
La preocupación es que, con un déficit habitacional que supera las 700 mil viviendas, si el presupuesto se destina mayoritariamente a pagar pasivos anteriores, no habrá espacio para nuevas soluciones habitacionales, trasladando la crisis y el riesgo de un aumento del déficit al siguiente periodo de Gobierno.
El análisis de Colliers concluye que la crisis financiera del Minvu no es solo un problema contable, sino una «advertencia estructural» sobre las políticas sociales en Chile y la necesidad de una revisión profunda del modelo de subsidios habitacionales para garantizar el derecho a la vivienda. (NP-Gemini-Emol)
