Con el paso de los años y los procesos políticos del país, se fueron generando a su alrededor nuevos conglomerados hacia la derecha que han derivado en que una nueva formación liderada por el Partido Republicano haya conseguido en la reciente elección un 23% de los votos, mientras Chile Vamos consiguió un 21%, lo que hace que entre ambas se aproximen al 50% de mayoría en ambas cámaras.
Importa, sin embargo, señalar que a ambas fuerzas se ha sumado también un notable grupo de personas de izquierda moderada que han rechazado el ultrismo refundacional que propuso la izquierda extrema instalada en el Gobierno a través de una propuesta constitucional ampliamente rechazada por la ciudadanía en 2022.
Este grupo no solo tiene experiencia en materia de gobierno, sino que, en la actual configuración parlamentaria, permite alcanzar las mayorías necesarias para realizar los cambios necesarios para sacar al país de su marasmo, volver a ponerlo de pie y hacerlo avanzar hacia un futuro promisorio y en paz.
Pensar que una coalición con ese nivel de representación y potencialidad de gestión política pueda ser reemplazada en el corto plazo es poco realista.
Por el contrario, Chile Vamos debe transformarse en el eje que desde el Congreso Nacional consolide los acuerdos transformadores que Chile necesita.
Luciano Cruz-Coke C.
Senador



